Hace unos días pude contemplar algunos
carteles tamaño folio, a lo largo de la Avenida de la Constitución, que
convocaban a los viandantes a una excursión al Rocío, para el fin de semana del
25 al 27 de mayo. Me consta que en Don Benito, hay devoción también a la Virgen
del Rocío, como también en la vecina ciudad de Villanueva, y en otros pueblos
colindantes. Muchos de los romeros pertenecen a Hermandades rocieras de Extremadura
y Andalucía, porque no existe una en nuestra zona.
No sería utópico pensar en la creación
de una Hermandad extremeña mas, para llevar a cabo la romería, con su simpecado
y su carreta; trasladando así la devoción que muchas personas tienen en nuestra
comarca de las Vegas Altas hacia la aldea de la patrona de Almonte. Sería
cuestión de proponérselo, como todo lo que nos queda por afrontar en nuestra
ciudad.
¿Pero qué podemos decir del Rocío,
para quien se acerca a este Blog?:
La Virgen del Rocío es una advocación mariana que se venera en la ermita de El Rocío (Almonte,
Huelva).
La romería que se realiza en su honor es una de
las más importantes de España, conocida internacionalmente y que congrega cada año a
más de un millón de personas.
La Hermandad matriz de la Virgen es la
de Almonte, se creó en el siglo XV bajo la protección del clero y la Corporación
Municipal de la Villa de Almonte. Esta hermandad se llamaba entonces "Cofradía de
Nuestra Señora de las Rocinas" y el primer documento escrito data del año
1640. En la actualidad tiene unos ocho mil hermanos.
Pontificia, Real e Ilustre Hermandad
Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, con estos títulos y estas
credenciales se presenta la hermandad de Almonte, la encargada de organizar la
liturgia, la fiesta y la romería del Rocío.
La Hermandad Matriz de Almonte porta
sobre sus hombros la difícil misión de difundir la devoción a la Blanca Paloma
y a la vez condicionar la masiva llegada de nuevos rocieros a unas leyes no
escritas, que se encuentran sostenidas en una sólida y centenaria tradición, y
evitar que se desvirtúe una de las más puras manifestaciones de religiosidad
popular de Andalucía.
Es también la encargada de aceptar
como filial a las nuevas hermandades procurando que se sientan plenamente
integradas en el seno de la numerosa familia rociera. Entre las funciones se
encuentran la de cuidar la ermita, la casa de la Virgen; la de custodiar sus
vestidos y exvotos; organizar los cultos y por encima de todas sus
obligaciones, el cuidado y protección de la Virgen del Rocío.
Para acercarnos al pasado más remoto
de esta institución, que en la actualidad es la columna central sobre la que se
sostiene el mundo rodero, con la prudencia a la que obliga la escasez de
documentos y los hechos ocurridos hace cientos de años, podemos afirmar que fue
en Almonte el primer pueblo en el que se formó algún tipo de movimiento organizativo
para canalizar los cultos y la devoción a Santa María de las Rocinas, pero
también abría que aclarar que la importancia actual de la Hermandad Matriz de
Almonte, no reside tanto en la antigüedad de su fundación como en haber sido
capaz de erigirse en la legítima heredera de las atribuciones que otros
momentos de la historia ostentaron el ayuntamiento de Almonte y la iglesia.
Traslados
a Almonte
Los traslados de la Virgen del Rocío a
su pueblo de Almonte
vienen desde hace siglos; la aldea del Rocío se encuentra a cuatro leguas del
pueblo de Almonte. Cuando en Almonte ocurría algún hecho como epidemias,
guerras, sequías, malas cosechas o hambre, se traía a la Virgen del Rocío, donde
permanecía el tiempo necesario en la parroquia de la villa, donde se le
celebraban cultos y misa, para ser devuelta después a la ermita del Rocío.
El primer documento escrito sobre un
traslado es en el año 1607,
donde un se cuenta el traslado de la Virgen hasta el pueblo de Almonte por
"sequía", el día 21 de abril de 1607. La Virgen del Rocío
ha sido trasladada mucho antes del año 1607, sin embargo hoy en día no existen
documentos escritos sobre estos traslados.
Posteriormente la Virgen del Rocío ha
regresado en nuemerosas ocasiones a Almonte. Cabe destacar un año, en el que
llegó a ser trasladada en tres ocasiones.
Los
exornos de las calles
Sobre los primeros documentos de los
traslados a Almonte, no existen ninguno que mencione el exornos en las calles
de Almonte para recibir a la Virgen del Rocío.
En el siglo XVIII
se habla de recibir a la Virgen ya en el Chaparral por el clero, con palio,
capa pluvial y cruz parroquial donde dice instalarse unos bancos, alfombras y
candelabros; no se dan más detalles.
Los primeros documentos sobre los
exornos de las calles, se hace presente en el año 1855, cuando el
Ayuntamiento se preocupa de dar mayor solemnidad a los traslados diciendo "por
ser cosas que no solamente se da culto a la madre de Dios, sino también lustre
y honra a este pueblo y al Ayuntamiento que lo representa".[ En otro
acta de 1887]se
habla de pagar la construcción y adornos de dos arcos de triunfo, uno en la
calle Pescadería (hoy venida de la Virgen) y otro en la calle del Cerro cuyas
cuantías ascendían a 25 y 12 ptas. respectivamente.
En la actualidad los exornos de las
calles, son verdaderas obras de artes hechas por los vecinos de Almonte,
se trata de una arquitectura efímera basada en madera y papel que representan
arcos triunfales y templetes sobre columnas y pechinas de los más variados
estilos arquitectónicos que va desde el gótico al barroco, aderezados con la
impronta del gusto popular. Evolución de los primeros exornos de finales del
pasado siglo, realizados con romeros, telas blancas y encajes.
Estas auténticas catedrales efímeras
son ejecutadas por artistas locales y sufragados con las cuotas que cada casa
aporta durante años para recibir a la imagen.
Romería
del Rocío
Cuando la región sobre la que se
asienta actualmente la ermita pasó a manos de los Duques de Medina
Sidonia, El Rocío perdió parte de su aislamiento y se convirtió en
cruces de caminos. Para el descanso de los arrieros y viandantes, fue instalada
una venta en el camino de Moguer, y muy cerca en el Hato Rincón, crecieron
algunas chozas. Esos fueron los orígenes de la aldea.
El creciente fervor por la Virgen del
Rocío, tanto de los almonteños como de pueblos vecinos, y su nombramiento como
patrona de Almonte en 1653, hizo que
se reglaran las celebraciones que los devotos hacían en su honor, determinando
que dichas conmemoraciones se harían solo una vez al año en la Pascua de Pentecostés.
En junio de 1919 la Virgen del Rocío
es coronada por el cardenal de Sevilla. En 1959 se abre una carretera entre Almonte y la aldea, lo que
permite la expansión del peregrinaje, pasando en la década de los 70 de ser una
fiesta desconocida y comarcal a estar en constante crecimiento hasta nuestros
días.
Camino
En la actualidad son más del centenar
las afiliadas a la hermandad matriz de Almonte. Principalmente son de
localidades de las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva, aunque hay presencia de todos puntos de
España,
como Granada,
Madrid,
Málaga,
Valencia
y Ceuta.
Muchos otros devotos españoles y extranjeros acuden en peregrinación
por su cuenta, o se unen a alguna de estas hermandades para hacer el camino.
El llamado camino, es el que cada
hermandad necesita hacer desde su punto de partida hasta la ermita del Rocío,
para confluir allí todas, a fin de rendir pleitesía a la Virgen.
Para hacer llevadero el camino, los
peregrinos preparan carretas especialmente adaptadas, en las que recorren el
mismo, detrás del Simpecado, símbolo éste que todas las congregaciones durante
el camino portan en una carreta tirada por bueyes, que representa tanto a la
hermandad como su devoción por la Virgen.
Son especialmente emotivas las paradas
nocturnas en distintas ubicaciones del camino, y la Salve que cada noche se
reza al simpecado antes de retirarse los peregrinos a descansar para continuar
la marcha al día siguiente.
Procesión
El lunes de Pentecosté
de cada año, la Virgen sale en procesión por las calles de la aldea, portada a
hombros de los almonteños. Este acto pone fin a la peregrinación, y tras él los
peregrinos inician el camino de vuelta a sus respectivos puntos de partida.
Distintos actos del camino y la
procesión se han hecho muy populares, como el paso de las hermandades por el Río de Quema,
la presentación de todas las congregaciones ante la hermandad matriz ya en la
aldea o el salto de la reja por parte de los almonteños para sacar la Virgen en
procesión.