sábado, 10 de marzo de 2012

TODOS IGUALES



Afortunadamente, a día de hoy, no tenemos motivos para hablar de diferencias por cuestión de sexo en ninguno de los aspectos que nos rodean. De ello, y aunque en los inicios no fuera así, también nos congratulamos los cofrades, al ver nuestras Hermandades con hermanos y hermanas conviviendo y trabajando codo con codo, sin ningún problema ni limitación estatutaria.


Es por ello que podemos ver a Hermanas Mayores, Pregoneras, Presidentas de Juntas de Cofradías, Priostes, Diputadas de Tramo en la Procesión, Nazarenas, Camareras, etc… y no implica ninguna sorpresa añadida. Un claro ejemplo de ello se desarrolla en nuestra querida ciudad de Don Benito, donde la Semana Santa local, viene disfrutando personas de género femenino en los cargos de mayor relevancia del ámbito cofrade, como así sucede con la Hermana Mayor de la Cofradía de Medinaceli, Doña Francisca Ruiz de la Serna, cuyo cargo comparte con la Presidencia actual de la Junta de Cofradías; o con Doña Raquel Parejo Andrada, Hermana Mayor de la Hermandad Parroquial de “la Borriquita”.


Su compromiso, esfuerzo y dedicación no tiene ningún género de dudas y se desarrolla con plena igualdad de derechos y obligaciones al género masculino.


En lo que se refiere a llevar los pasos a costal, todavía no es muy corriente ver cuadrillas de costaleras bajo los pasos, pero en un futuro, no nos parecerá que su esfuerzo físico sea mas o menos que el de cualquier cuadrilla al uso, pero sin duda, eso es cuestión que ha de generar otros debates de mayor calado, por aquellos que puedan estar a favor y en contra.


A título de ejemplo, y para que veamos lo avanzados que estamos en Don Benito, tan solo desde el pasado mes de febrero de 2011, todas las hermandades de la Semana Santa de Sevilla deberán permitir que las mujeres salgan de nazarenas. Un decreto publicado por el arzobispo, Don Juan José Asenjo, estableció la "plena igualdad de derechos" entre los miembros de las hermandades "sin que sea posible discriminación alguna en razón del sexo, incluida la participación en la Estación de Penitencia".


El Silencio, la Quinta Angustia y el Santo Entierro son las tres únicas hermandades de la capital que no habían levantado todavía el veto a las mujeres en sus cofradías. Sus responsables y el Arzobispado acordaron hace unos meses que la igualdad de derechos se impusiera mediante una orden de Asenjo.


En el texto, que entró en vigor el 2 de marzo de 2011, derogaba las reglas internas de las hermandades que siguen sin admitir nazarenas, el arzobispo afirmó que su decisión respondía a la petición de "cuantas hermanas, ante las dificultades encontradas en el seno de sus hermandades, expresan su vivo deseo de participar, en igualdad de condiciones" en las cofradías.


Las cofradías y los cofrades, debemos ser ejemplo de igualdad de géneros y oportunidades, y desterrar cualquier vestigio de discriminación, si queremos seguir avanzando hacia el futuro.