Interior vacío de la Iglesia de Santiago
para recibir el pregón que no daré, un día de la Cuaresma 2013
para recibir el pregón que no daré, un día de la Cuaresma 2013
¡Amoroso y Divino Jesús crucificado,
que lleno de amor a los hombres te ofreciste ante el Eterno Padre por víctima
expiatoria de los crímenes del mundo! Ya que me concediste la gracia de
inspirarme que me ofrezca contigo en holocausto, como víctima que une sus
dolores a los tuyos en desagravio de tantas culpas..., yo, criatura indigna y
miserable, postrada delante de tu Cruz y con la ayuda de tu gracia, confirmo y
ratifico mi promesa de querer padecer con los mismos fines que Tú en ella
padeciste... Recibe todo mi ser en holocausto y haz de mi lo que quieras.
Sobre los brazos de tu Cruz abro los
míos para perdonar y abrazar a todos mis enemigos, cuyo bien y salvación deseo
y prometo solemnemente procurar cuanto sea de mi parte, así como el alivio de
sus penas e infortunios.
Y en fe de mi promesa, adoro y beso esa
Cruz sacrosanta, desde la cual exclamaste momentos antes de expirar: «Padre
mío, perdónalos a todos, como yo los perdono.»
Amén.
Suena Amarguras, marcha de Manuel Font de Anta,
interpretada por la Banda Municipal
Excelentísimo Sr. Alcalde,
Ilustrísimos Concejales, Excelentísimas Autoridades Civiles y Eclesiásticas,
Ilustrísima Presidenta de la Junta de Cofradías de Don Benito, Ilustrísimos
Hermanos Mayores de las Cofradías y Asociaciones Parroquiales, Queridos Cofrades y Hermanos todos,
Nos reunimos hoy aquí, para escuchar
las palabras que surgen del alma; que
laten por ser tinta indisoluble y que al final se transforman en retazos de
razón y corazón, o de la sinrazón con la que puedan brotar de las entrañas de
un ser humano con debilidades, con flaquezas, con preguntas sin respuestas, con
algunas faltas por subsanar y con ciertos aires de nostalgia, por lo que pudo
ser y no fue, por lo que puede ser y no es, y por lo que podrá ser, y estoy
convencido de que será…
Cuando está próxima una nueva semana
de pasión, en esta orilla de las Vegas Altas, nuestra ciudad empieza a
revestirse con el manto de la devoción, iluminado por esa luz pálida de una
tarde cada vez mas larga que atraviesa las ventanas de nuestra alma tratando de
pellizcar nuestros sentidos, acomodados el resto del año. Manto bordado con
finos hilos de oro, que puntada a puntada, rezo a rezo, suspiro a suspiro,
vienen a anunciarnos Triduos, Quinarios y Septenarios, besapies, besamanos y
besacintas, que también los hay, en torno a nuestros Cristos y Vírgenes.
Ciudad de devociones dormidas, si
acaso acomodadas en lo que a la vida del cofrade se refiere, afloran
ligeramente para aquellos que con algo de ansiedad e ilusión, han cultivado su
espíritu a lo largo de los últimos 365 días, contados desde que se cerraron las
puertas de su Parroquia, y entró el pertiguero tras la salida procesional,
hasta que la Cruz de Guía se vuelve a poner en la calle. Sí señores, hay
cofrades en Don Benito, que cuentan los días del calendario, que deshojan mes a
mes, a la espera de cada acontecimiento que programa su Hermandad…., cuando lo
programa, que no suele ser lo habitual para desgracia de aquellos que un día se
hicieron hermanos por tradición, por costumbre heredada de padres y abuelos, por
una promesa o una penitencia, pero también por devoción hacia una imagen, por
el orgullo de pertenecer a un colectivo, por trabajar codo a codo, hermano con
hermano, con ánimo de cumplir con EL o
con ELLA, de vivir para EL o para ELLA.
¡¡ Ay de aquellos que ven en su
túnica de nazareno un simple disfraz donde esconder sus culpas ¡!, ¡¡ Ay de
aquellos que cargan con su cruz o sus cadenas , con ánimo de figurar un par de
horas ¡!, por que el Señor no busca penitencias de trampa o de cartón, no
quiere arrepentidos de palabra, y si, compromisos de corazón, como lo fue el
suyo.
¡¡ Ay de aquellos que utilizan sus
varas de mando para aparecer en la foto de los cortejos procesionales ¡!, ¡¡ Ay
de aquellos acomodados a sus cargos, cuyo mayor trabajo a lo largo del año es
darle con el mazo a Dios, mientras pregonan fidelidad eterna ¡!, ¡¡ Ay de
aquellos que dan públicas lecciones de
religión catequizando a los pequeños y medrando a los mayores ¡!, por que de
ellos no será el Reino de los Cielos.
¡¡ Ay de aquellos que utilizan el
dinero ajeno para el beneficio propio ¡! Por que para engrandecer lo que ya es
grande de por si, no se necesitan mas adornos. Una Hermandad busca corazones
comprometidos, espíritus cofrades latiendo al unísono. Una Hermandad necesita ser
el báculo donde se apoye el anciano,
el rosario donde se rece cada misterio,
el alimento que sacie al hambriento,
el catecismo donde aprenda el niño,
el ejemplo donde se mire el joven,
el motor de su barrio,
el vínculo de unión del alma con Dios,
No es Hermandad quien duerme días y
días, meses y meses el sueño de los justos, esperando a que sean los demás
quienes solucionen la papeleta “de sitio” solamente dando coba a las bondades y
silenciando las carencias, alimentando
los egos, ocultando las inquinas y
ensalzando las fotografías de una galería preparada para la ocasión, pero que
tapa incapacidades, ignorancias, inculturas y faltas de conocimiento sobre la
materia, que a los ojos de los menos ilustrados puedan parecer lo que no son.
¡¡ Ay de aquellos que utilicen la
mentira y el engaño, por que antes se cogerá al mentiroso que al cojo ¡!
Se tiñe Don Benito, en algunas
ocasiones, de cofrades que bajo la carcasa de una experiencia, que de poco les
ha servido, pretenden aleccionar a los jóvenes sobre como se han de hacer o
dejar de hacer las cosas de esta pasión común. ¿Qué se encontraron ellos cuando
empezaron?, ¿quizás un Párroco con
iniciativa?, ¿quizás una palmadita de ánimo?, ¿una palabra de aliento?, ¿puede
que se encontraran alguna piedra en el camino?... Pero también puede que se
encontraran un pueblo ilusionado, ávido de ver a su Cristo o a su Virgen
impartir sus bendiciones por calles y plazas, clavando sus rezos en cada
centímetro de su cuerpo lacerado, o en cada palmo de su manto, que ansiaba
rozar su mano o su pie con el beso de la devoción. Sí, queridos Hermanos, había
vida más allá de la devoción a nuestra querida Patrona, la Virgen de las
Cruces. Tan solo hay que hurgar un poco en el “Pasado, presente y futuro de sus devociones
religiosas “ y es posible que algunos se
sorprendan de su propia ignorancia…
Hoy pregonamos una Semana Santa, que
no es la que quisieran para si nuestros antepasados, pero que tampoco es la que
tenemos la responsabilidad de dejarle a nuestros hijos. Es la Semana que
escenifica una vida cofrade alejada de lo que debe y puede llegar a ser. ¿Cómo
podemos anunciar lo que ha de venir cuando nos faltan tantos ingredientes?.
Hemos olvidado a todos los que son, hemos puesto el acento en lo que se sigue
haciendo mal o cada vez peor, le hemos
dado cabida a lo que pudo ser y no fue. Todo se ha quedado en un vano intento
por parecer lo que no es…… Hoy describimos una Semana de Pasión incompleta,
cargada de un simbolismo que expone un panorama de envidias, egos,
incompetencias y posiblemente mala fe, o una Fe que no es una de las virtudes
teologales, precisamente, junto con la Esperanza y la Caridad.
Foto extraida de la Web municipal en la actualidad
Me apena al pregonar nuestra Semana
Santa, ver los esfuerzos del Consistorio Municipal por hacer que nos creamos
que les interesa la materia, cuando su página web es una amalgama de
incongruencias, obsoleta y con un único acceso al programa anual que se va
actualizando, pero que obvia unos mínimos datos contrastados de cada
corporación, y expone fotografías que forman parte ya mas del pasado que del
presente. ¿Es que no hay nadie en nuestra querida Junta de Cofradías que se
preocupe por que la información sea veraz y de calidad? ¿Se ha preguntado
alguna vez el Ayuntamiento, qué significa la Semana de Pasión para el Turismo
de una ciudad?, ¿acaso es mas importante ensalzar las bondades de nuestra
querida calabaza, del carnaval, o del adoptado Halloween? Ni siquiera aparece
en la pequeña guía turística de mano descargable, en la web local, donde solo se mencionan las
fiestas de Barrio y la Velá. Por todo ello, queridos Hermanos, ¿es Don Benito
una ciudad acogedora para los cofrades?. ¿Protege nuestra apreciada Junta la
Semana Santa como debe, conforme a la
tarea que se les ha encomendado?.... El
dinero público, que con tanto celo cuesta hoy gastar, no puede tener un destino
tan vacío de contenido, o extenderse a manos que no saben valorarlo en su justa
medida. La obra social es importante para el cumplimiento de los fines de cada
Hermandad, pero también lo es el exponer nuestro patrimonio de la manera mas
digna posible.
La Exposición en el Museo Etnográfico
por segundo año consecutivo, es un gran avance, teniendo en cuenta que veníamos
de la nada, pero hay que dotarle de un contenido y de un significado que vaya
más allá de la repetición. Poner lo mismo, pero de distinta forma no le aporta
nada al visitante sea este turista o vecino. Las Cofradías somos depositarias
de un Patrimonio artístico y cultural,
que une cultura y devoción, arte y tradición, y debemos exigirnos que lo poco o
mucho que podamos mostrar sea con el mayor decoro posible, y no poner por
poner. Prueba de ello es el tener que camuflar bajo una sábana, la falta de restauración del Cristo Yacente, a pesar de que la composición quedó realmente decorosa. Pero si hay algo flagrante y que roza el esperpento es que no se
aleccione debidamente a las personas de Turismo encargadas de controlar o velar
por que se entienda la Exposición, bajo la peregrina excusa de que está todo
escrito en los cartelitos… ¿dónde queda la historia de cada elemento?, ¿dónde
su significado?, y si va un Colegio a verlo ¿quién se lo explica?...., la
ciencia infusa hace mucho tiempo que fracasó como método educativo.
¡¡ Ay de aquellos que derramaron la
cera en el oro, porque no será el Purgatorio su destino mas cómodo ¡! Bajo su
conciencia queda la maldad de sus acciones, y su penitencia será escasa a todas
luces.
También nos debemos congratular por
intentar asentar la Carrera Oficial, como tramo de paso obligado para todas
nuestras Cofradías y Asociaciones Parroquiales. Una ornamentación adecuada,
unas sillas fijas durante toda la semana, una publicidad más certera de
horarios y cofradías, y una mayor ambientación en las calles y comercios
aledaños, pueden contribuir a darle mayor sentido del que tuvo el año pasado al
margen de la climatología, que puede con cualquier acontecimiento a desarrollar
en el exterior. Vaya desde esta Tribuna mi alabanza y mi deseo de que solamente
quepa mejorar.
¡¡ Oh, Señor !! TU que todo lo
puedes, ilumina el corazón y el alma de tus siervos, esos en los que has
confiado la dirección de sus almas hacia la salvación y el perdón de los
pecados, esos a los que quieres escribir con rectitud en las hojas de la vida,
a pesar de que sean renglones torcidos; no tengas en cuenta sus pecados sino la
fe de tu Iglesia, esa misma que PEDRO, asentó para ser el eje de nuestra
devoción, canal de nuestra unión contigo, Señor, no permitas que caigan en la
tentación de servirte inútilmente, líbranos del mal que fomentan no dando
cabida a todas las devociones, no tratando por igual al pobre y al rico, no
dando el mismo espacio al joven que al anciano, no midiendo las consecuencias
de sus actos, por que de ellos no se podrá escribir nada bueno por los siglos
de los siglos.
Amén.
La Semana Santa de Don Benito; la del
pueblo vivo que espera con ilusión, agolpado en la puerta de la Iglesia que
salga la Procesión; la del niño que viste su túnica de nazareno por primera vez;
la de la madrina que viste sus mejores galas, su Rosario de plata y sus tacones
nuevos; la del penitente que inicia descalzo su procesión, sin importarle el
frío o la humedad bajo sus plantas; la de aquel que carga con cruz y cadenas
expiando sus pecados y culpas, haciendo caso omiso a quien le pueda
reconocer; la de la abuela que se afana
por repasar el escudo del hábito de su nieto, para que luzca inmaculado; la del
mayordomo desvelado por que el paso no tenga ningún defecto que resalte del
conjunto; la del costalero que sale a correr todos los días para preparar su
cuerpo y su alma en la trabajadera; la de la camarera de la Virgen que con
tanto esmero plancha su ajuar para ponerlo a punto de lucirlo bajo su palio; la
del músico que afina su instrumento para no desentonar al compás de una marcha;
la del saetero que se cuida de los últimos fríos del invierno, para que su voz
se clave en el aire de otra madrugá, ..…
Esa es mi Semana Santa, la de la
devoción a lágrima viva, la de visitar los monumentos la tarde del Jueves
Santo; la del gusto, el tacto, el olfato, el oído y la mirada; la de la
colección de la estampita de cada año; la de la pelota de cera que se va
haciendo con los colores de distintos cirios; la que guarda con esmero el
librito de mano o el cartel anual. También lo es la de las empanadillas de
calabaza con un café calentito, acompañando una animada tertulia entre amigos
en el bar de la plaza; la de la tarde de campo y noche de culto y procesión;
esa es mi Semana Santa, y la de muchos dombenitenses que añoran tiempos
mejores…
Mi Semana Santa, no es la que con
carácter oficial y oficioso, se come cultos y devociones, no es la que anuncia
de forma desgajada procesiones, cofradías, imágenes y actos. Mi Semana Santa,
da la oportunidad a todas las personas vengan de donde vengan, a todos los
cofrades, convencidos o no; a todas las devociones; a todas las advocaciones; a
todas las Parroquias y Iglesias, por muy alejadas que estén del centro. En mi
Semana de Pasión, caben Vía Crucis mas allá del interparroquial, por que el
Viernes de Dolores, la Virgen del Silencio y el Cristo del Amor, derramaban su
aliento por el Barrio de San Juan, y ya me transportaban a la cera derretida y
al incienso, al siseo de la oración, a la cabeza inclinada en señal de respeto .…
Mi Semana Santa es de niños con
hábito blanco, palmas y ramos, iluminados
por la luz abrileña de una mañana de Domingo de Ramos, “que quien no estrena,
no tiene manos”, donde acompañando al Señor en su Entrada Triunfal y a su Madre
del Consuelo, subían esa cuesta de San Sebastián en loor de multitudes, sin
mayores pretensiones que recibirlo en nuestras vidas, haciendo de ese barrio un
nuevo Jerusalén. En mi Semana Santa las procesiones no son mas dignas por ir de
noche, no son más recogidas o catequizan mejor.
Mi Semana Santa es la de aquellos que
un día pensaron que ese Cautivo de Pasta de madera, que momificado por la
oscuridad de una Iglesia de iluminación obsoleta, y que acumulaba polvo en sus
manos y en sus pies; merecía salir camino del Pretorio para escuchar su
Sentencia. Es la del Santísimo Cristo de Medinaceli subiendo la calle Granados
a hombros de unas humildes andas, con un grupo de fieles acompañándolo a
izquierda y derecha con unas sencillas velas, y escapularios de fabricación
casera. Hoy es sinónimo de crecimiento y buen hacer, y otra imagen sustituye su
presencia siendo el mismo testimonio, pero mayor el entusiasmo de sus hermanos,
¡¡ Enhorabuena ¡!, pero seguir avanzando…
Mi Semana Santa es la de los pies
lavados por Amor, porque así nos amó EL, y así nos lo mandó, para que como
mandato nuevo, lo hiciéramos a su semejanza La Semana Santa que me mueve es la
del Cristo de la Buena Muerte, pasando por la puerta de su benefactor, en la
calle Don Pedro Granda; es la de la
Virgen de los Dolores parada en la puerta de las Carmelitas, mientras esos
ángeles iluminan la noche por encima de la luna llena, con su cánticos y rezos…
En mi Semana Santa, el Cristo
Yacente, salía de Santiago con nazarenos de todas las Cofradías y a hombros de
todos los cofrades, en absoluto silencio.
Mi Semana de Pasión culminaba lo
procesional el Viernes Santo, con la procesión del Silencio, a los sones del mismo
silencio,…, en una Virgen de Soledad que caminaba lenta y afligida tras su
hijo, el Cristo de la Paz, dulce crucificado y muerto por nuestros pecados. San
Juan y Santa María Magdalena, completaban un largo cortejo de nazarenos muy
bien organizados… Aquella Soledad, no necesitaba Palios, no engrandecía aún mas su figura si cabe, su
techo era la noche oscura y cerrada, sus varales los hermanos que la mecían y
acompañaban, sus candelabros de cola, las luces de las farolas que iluminaban
la escena, ¿qué mas necesita una Madre que acaba de perder a su Hijo?, ¿cuánto
adorno para velar al Señor? ¿Cuánta obra deprisa y corriendo para justificar lo
injustificable?. … No podemos escenificar las Cofradías un panorama de
esplendor económico cuando nuestro hermano se muere de hambre, no quiere eso la
Soledad, porque tiene hoy la Vida y la Iglesia otras necesidades mas perentorias
cuyo remedio es mas eficaz que buscar en lo estético lo que no se consigue con
lo ascético… Donativos siempre bien recibidos, pero con fines mas definidos. En
mi Semana Santa, las Cofradías son corporaciones donde las Reglas se cumplen de
manera escrupulosa, se exponen en democracia y se deciden en consenso.
¡¡ Ay de aquellos que no cumplen con las
reglas del juego, por que de ellos no se escribirá nada ¡!.
Cuando miro a mi Semana de Pasión,
descubro a un grupo de jóvenes entusiasmados, que nos vienen pisando los
talones, cargados de ilusión, seriedad y saber estar. Gente preparada que vive
por y para su devoción, que trabaja mas allá de la Cuaresma y de la salida
procesional; que siente sus imágenes; que se forma e informa debidamente para
intentar hacer las cosas mejor; que abre su mente y su cuerpo a otras
experiencias, a otras ciudades, a otras calidades y cualidades, a las nuevas
tecnologías; que le abre la puerta al rico y al pobre, al joven y al anciano,
al de aquí y al de allá, a la Penitencia y a la Gloria…
En esa Semana Santa, me cabe el
Santísimo Cristo de la Oración en el Huerto, que en la noche del Lunes Santo,
sale a Getsemaní a caer de rodillas entre olivos; que mira al cielo implorando
que se haga la voluntad de su Padre; que aparte ese cáliz si fuera necesario,
pero que lo acepta por la redención de todos nosotros… No me sobra ninguno de
los más de 60 hermanos, que con ilusión y resignación, esperan alcanzar de
Plasencia, lo que les tenga que venir; pero es una dulce espera, una esperanza
caminando con esfuerzo y sacrificio, como se alcanza todo en la vida. No me
sobran ninguno de sus actos, no me sobra su colaboración con Caritas de Santa
María en la I Operación Carretilla realizada en Don Benito; no me sobra su
colaboración con las Hijas de María Madre de la Iglesia, ensalzando sus
proyectos y la santificación de su titular gloriosa, la Beata Madre Matilde
Téllez; no me sobra su recogida de juguetes en Navidades; no me sobra su
Triduo, no sobra su Besapie, igual que tampoco le sobraron a los mas de 100
fieles que pasaron a orar ante EL, y a besarlo en un altar poco visto en
nuestra ciudad; no me sobra su subida solemne al paso; no me sobra su estación
de Penitencia a los restos de la Madre Matilde la noche del Lunes Santo; no me
sobran las tertulias y Libros que patrocinan….
En realidad no me sobra nada de mis
Hermanos, sean de la Cofradía que sean, sean de la Asociación Parroquial que
sean; no me sobra nada de ningún cofrade que venga a sumar …
Señora Presidenta de la Junta de Cofradías
de la ciudad de Don Benito, en mi Semana Santa, las estaciones de penitencia o
procesiones, no son “OTROS ACTOS”, son Procesiones, organizadas por un
colectivo denominado “ASOCIACIÓN PARROQUIAL DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA ORACIÓN
EN EL HUERTO, MARÍA SANTÍSIMA DEL ROSARIO EN SUS MISTERIOS DOLOROSOS Y BEATA
MADRE MATILDE TÉLLEZ”, con sede en una Iglesia: “LA SAGRADA FAMILIA”, adscrita
a la vida pastoral de una Parroquia, como lo es la de Santa María, pero con
vida propia en su barrio del Noque… En mi Semana Santa, no me sobra una
Asociación Parroquial que tiene sus Reglas firmadas por el Párroco, y que está esperando a cumplir todos los
requisitos que se le impongan, incluido el transcurso de dos años con ACTIVIDAD,
que es lo que se está haciendo… Silenciar, menospreciar, ningunear, dejar de
respetar, ausentarse, ….todos ellos son verbos que no caben en la Junta de
Cofradías de mi Semana de Pasión; son atributos que no forman parte de mi
revista de mano; quizás la actividad de esta Asociación Parroquial no pueda
describirse en minuto y medio de una rueda de prensa, quizás requiera mas…
Estimados Hermanos de la Junta de
Cofradías, no se puede justificar lo injustificable, no se puede practicar un
juego con las normas trucadas al antojo propio, hoy si y mañana no, solamente
movido por cuestiones personales, que no institucionales o burocráticas. A
nadie se le escapa que la Borriquita es también Asociación Parroquial, que
funciona en la Junta con un permiso especial, pero que no tiene sus Reglas
aprobadas ni actualizadas por el Obispado actual, como se le exige a esta joven
corporación. ¿Son estas afirmaciones motivos suficientes para rasgarse las
vestiduras, y negar a estos jóvenes el pan y la sal?, ¿ es motivo suficiente
para que los rectores de la Borriquita y la Soledad sean los que mas empeño
pongan en lacerar a estos jóvenes?... ellos sabrán por qué.
Queridos Hermanos, no se
sostiene de ningún modo las razones y
argumentos peregrinos apuntados en comparecencia pública, para justificar la
falta de delicadeza y respeto con esta Asociación, con sus Hermanos, con su
Imagen, con su Sede Eclesiástica… Piensen ustedes lo que estimen oportuno, pero
estas no son acciones de buen cristiano o buen cofrade, incluso tampoco lo son
de buenas personas. La solidaridad y el hermanamiento entre corporaciones debe
ser una meta y un fin en si mismo, por que todos desean el mismo objetivo.
Pero en mi Semana Santa, también cabe
el Señor de la Salud, nazareno de tez morena, larga zancada y cruz al hombro,
que en el barrio de la Piedad, espera a ser protagonista de rezos y devociones
compartidas, a tener un sitio en la nómina de la semana mayor; que espera a
tener de vez en cuando unas flores frescas que doten de perfume y color su
lánguida ubicación; una Iglesia que abra sus puertas con mas frecuencia; que
sus manos vuelvan a sostener con firmeza la Cruz de la pasión, voluntariamente
aceptada y no caigan sobre su cuerpo esperando a un buen Cirineo que las
levante; que el polvo y la desidia no empañen el brillo de su túnica; que la
Parroquia a la que pertenece sea dulce regazo, y no otra Cruz mas que soportar;
que las calles de San Sebastián puedan ser testigos de una nueva Madrugá que lo
lleve al centro a los sones de una marcha, en chicotás interminables…. Hasta la fecha, ni el Año de la Fe, ha justificado que pudiera haber salido como imagen del Vía Crucis Interparroquial, ni siquiera un gesto extraordinario de la Junta de Cofradías para conmemorarlo.
¡¡ Ay Señor de la Salud, no tengas en
cuenta nuestras acciones, porque a veces
somos como el mal ladrón que crucificaron contigo, y nos burlamos de tus
llagas, de tu Sed, de tus últimas palabras ¡!, ¡¡ no permitas que nos olvidemos
de ti, e ilumina el corazón, la razón y el alma de quien corresponda , para que tu morena estampa y el bamboleo de
tu sarga morada sea un nuevo motor para tu barrio ¡!
Mis queridos Hermanos y Amigos, en mi
Semana Santa, había una Cofradía del Encuentro, con su Cristo Resucitado, y su
Virgen María, Madre de los Jóvenes, que surgió para llenar esa Pascua de
Resurrección que no existía en nuestra ciudad, y que nació con espíritu
penitencial y de gloria, para pasar a dormir el sueño de los justos, y ser una
Romería de Pascua en las Cruces…, como dice el refrán “entre todos la mataron y
ella sola se murió”, pero ojala que algún día, podamos llevarla al Domingo de
Resurrección, con un encuentro en la Plaza de España, como así se articuló su
idea inicial, con dos imágenes que presten su categoría para ello y fomenten su
devoción…
Así es mi Semana Santa, la de la
ilusión, la del capillita que vive por y
para su hermandad, la de la ansiedad por lo que ha de venir, la del redoble
permanente de tambor que espera y espera el dolor de la pasión y la alegría de
la resurrección; la de la Revirá, la del cambio a mejor, la del giro a lo bien
hecho y ejecutado, …, esta es mi Semana Santa, la que quiero para Don Benito,
la que quiero para mis hermanos y vecinos, pero también para el que venga a
visitarnos, …
Este es el Pregón que no daré, porque no hay necesidad de predicar en el desierto, tan solo de llevar a cabo una reflexión y un análisis profundo hacia el interior de cada uno de nosotros, un tránsito del alma, tratando de reconocer las culpas y pecados, para que esta Cuaresma sea de verdad un camino de arrepentimiento y de creencia en el Evangelio, de luz en la oscuridad, de terciopelo verde esperanza bordado en oro de la ilusión, de incienso y perfume de azahar que llene las ánforas de nuestra existencia… Claro está que esta Semana Santa, no es la que representa a todos, y es por ello que le pido a Dios que nos ilumine para intentar hacer las cosas cada vez mejor, con mas armonía, con mas sinceridad y con mas bondad.
Muchas gracias a todos los
presentes y lectores, por
escucharme y leerme, y nos vemos en la
trabajadera de la vida, codo a codo …
... He dicho.
ORACIÓN AL SILENCIO
DE CRISTO EN SU PASIÓN
Ay, Señor, en tu adorable Pasión, una
palabra que sin vibrar en mis oídos, llega a lo más profundo de mis entrañas,
que me conmueve, admira y enternece y habla como ninguna... No es la palabra de
los discípulos que te niegan, ni la de los jueces que te escarnecen, ni la de
los sayones que te insultan, ni la de la plebe que te blasfema, ni siquiera la
de las piadosas mujeres que te compadecen...
Es la palabra que tu no has
pronunciado, la de tu silencio, severo, grave, solemne, no interrumpido ni para
quejarte, disculparte, justificarte, ni menos para recriminar, volver por tu
honra y la de los tuyos, vindicar tu vida, hundir en los abismos de la nada a
tus acusadores...
¡Silencio largo, adorable, misterios de
la Pasión de Cristo! ¡Cuánto confundes mi afán de justificarme, disculparme,
razonar, volver por los fueros de mi orgullo, egoísmo y amor propio! ¿Cuándo,
Señor, cuándo aprenderé tu silencio, y cuándo sabré que Tú, y sólo Tú eres el
que justificas y condenas y que el juicio y estima de los hombres nada valen si
Tú no los sancionas?
¿Cuándo, Jesús mío, aprenderé a callar,
a hablar poco con los hombres y a hablar mucho contigo?
¿Cuándo imitare tu silencio, humilde,
paciente, adorable? Jesús autem
tacebat.
¡Oh Jesús callado, dame la santa virtud
de tu silencio!
Amén
Amén
Trío de Capilla interpretando las Saetas del Silencio
para finalizar el Acto