Como viene sucediendo desde hace siete años ya, la Hermandad del
Cristo de la Buena Muerte de Don Benito ha organizado del 1 al 3 de marzo la representación de su
VII Auto Sacramental, titulado "Lázaro de Betania", que se ha
desarrollado en el Teatro Imperial de nuestra ciudad. El autor y director es D.
Guillermo Paniagua Parejo, patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento de Don Benito y con la colaboración de la Parroquia de Santiago Apóstol y del Centro
Cultural Ozanam.
Reparto del Auto Sacramental de la Cofradía de la Buena Muerte
- Don Benito 2012 -
Lázaro de Betania es un personaje bíblico que solo aparece en el Nuevo Testamento, hermano de María y Marta de Betania. Vivió en Betania, un pueblo a las afueras de Jerusalén. En su casa se alojó Jesús al menos en tres ocasiones (Mt 21:17; Mc 11:1, 11.12; Lc 10:38; Jn 11:1 ). Es muy famoso principalmente porque según el Evangelio de Juan (11:41-44) fue revivido por Jesús. A partir de esta historia su nombre es utilizado frecuentemente como sinónimo de resurrección.
LÁZARO EN LA LEYENDA ÁUREA
Durante la Edad Media se
desarrollaron dos tradiciones totalmente diferentes y sin ningún fundamento
real para explicar la vida de Lázaro de Betania después de su resurrección. Las
dos tradiciones son recogidas, acríticamente y mezcladas (a pesar de ser
contradictorias) en la Leyenda áurea.
Orígenes nobles
Lázaro, Marta y María vivían en el
castillo de Magdala y eran miembros de una noble y poderosa familia
descendiente de reyes, sus padres se llamaban Ciro y Euca. La familia tenía
este castillo, próximo a Nazaret, las tierras de Betania y una parte de las de
Jerusalén, que repartieron entre los tres: María, el castillo de Magdala (de
ahí el nombre de María Magdalena), Marta Betania y Lázaro, la parte de
Jerusalén. María se entregó a la vida disoluta y los placeres; Lázaro se hizo
caballero y Marta era la única que se ocupaba de los asuntos domésticos y
administrar sabiamente la riqueza de los tres, y aún podía dedicarse una buena
parte a la caridad con los necesitados. Cuando Cristo ascendió al cielo,
vendieron todas sus posesiones y se dedicaron a la predicación de la buena nueva.
Tradición ortodoxa: Lázaro en
Chipre
Según una tradición que recoge
también en la Leyenda áurea (s. XIII), Lázaro sintió que los judíos le buscaban
para matarlo, ya que predicaba la resurrección de Cristo, y huyó a Chipre. Allí
llegó a convertirse en el primer obispo de Larnaka / Kittion, nombrado
directamente por San Pablo y San Bernabé. Vivió durante treinta años. La
leyenda dice que su palio episcopal le había sido entregado por la misma Virgen
María, quien lo había tejido. Esta tradición sirvió para reforzar el carácter
autocéfala de la diócesis de Kittion o Larnaca, que había sido dependiente del
patriarcado de Jerusalén en 325-413. La Iglesia de Chipre continúa siendo
autocéfala, sin dependencia de ninguno de los patriarcados orientales. En la
tradición de la Iglesia ortodoxa, aunque no estén expresamente mencionadas como
tales en los Evangelios, sus hermanas Marta y María se encontraban entre las
“Mujeres Miróforas” (portadoras de miro o de mirra). Estas fieles seguidores de
Jesús estaban en el Gólgota durante la crucifixión de Jesús y más tarde
llegaron a su tumba en la madrugada siguiente, día sábado con mirra (aceite
aromático de alto precio )- de acuerdo con la tradición judía- para ungir el
cuerpo de su Señor.
Las Miróforas se convirtieron en los primeros testigos de la Resurrección de Jesús, la búsqueda de la tumba vacía y enterarse de la gozosa noticia por un ángel. La tradición ortodoxa refiere también que Lázaro hermano de Marta debió irse de Jerusalén durante la persecución contra la Iglesia de Jerusalén después del martirio de San Esteban. Sus hermanas María y Marta Judea huyeron con él, ayudándole en la proclamación del Evangelio en diferentes lugares. Los tres más tarde se trasladaron a Chipre, donde Lázaro se convirtió en el primer obispo de Kition (actual Larnaca). Los tres murieron en Chipre. Martha es venerado como santa en la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Católica Ortodoxa Oriental, y conmemorada por la Iglesia Luterana y la Comunión Anglicana. En la Iglesia Ortodoxa Oriental y las tradiciones orientales católicas, Marta y su hermana María se conmemoran el 4 de junio. También se conmemoran en conjunto entre las mujeres Miróforas, en el domingo de la “Portadoras de Myrra” (el tercer domingo de Pascua, es decir, el segundo domingo después de Pascua). Ella también figura en las conmemoraciones del Sábado de Lázaro (el sábado anterior del Sábado Santo). Martha es conmemorada el 29 de julio en el calendario de los Santos de la Iglesia Luterana (junto con sus hermanos María y Lázaro) y en el calendario de los santos de la Iglesia Episcopal y la Iglesia de Inglaterra (junto con su hermana María) En cuanto a Lázaro, es festejado en la Iglesia Católica Ortodoxa y entre los católicos romanos de rito oriental, el sábado anterior al Domingo de Ramos.
Las Miróforas se convirtieron en los primeros testigos de la Resurrección de Jesús, la búsqueda de la tumba vacía y enterarse de la gozosa noticia por un ángel. La tradición ortodoxa refiere también que Lázaro hermano de Marta debió irse de Jerusalén durante la persecución contra la Iglesia de Jerusalén después del martirio de San Esteban. Sus hermanas María y Marta Judea huyeron con él, ayudándole en la proclamación del Evangelio en diferentes lugares. Los tres más tarde se trasladaron a Chipre, donde Lázaro se convirtió en el primer obispo de Kition (actual Larnaca). Los tres murieron en Chipre. Martha es venerado como santa en la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Católica Ortodoxa Oriental, y conmemorada por la Iglesia Luterana y la Comunión Anglicana. En la Iglesia Ortodoxa Oriental y las tradiciones orientales católicas, Marta y su hermana María se conmemoran el 4 de junio. También se conmemoran en conjunto entre las mujeres Miróforas, en el domingo de la “Portadoras de Myrra” (el tercer domingo de Pascua, es decir, el segundo domingo después de Pascua). Ella también figura en las conmemoraciones del Sábado de Lázaro (el sábado anterior del Sábado Santo). Martha es conmemorada el 29 de julio en el calendario de los Santos de la Iglesia Luterana (junto con sus hermanos María y Lázaro) y en el calendario de los santos de la Iglesia Episcopal y la Iglesia de Inglaterra (junto con su hermana María) En cuanto a Lázaro, es festejado en la Iglesia Católica Ortodoxa y entre los católicos romanos de rito oriental, el sábado anterior al Domingo de Ramos.
Tradición occidental: Lázaro en la
Galia
Tras la muerte de Cristo, los tres
hermanos huyeron de Palestina, junto con la sirvienta Marcela, Maximino,
Celidoni, José de Arimatea y otros discípulos de Cristo. Llegaron navegando en
las costas de Provenza y desembarcaron en Marsella. Lázaro se convirtió en el
primer obispo de Marsella, mientras Marta, con Marcela, fue a Tarascon, donde
domar una terrible bestia que consiguen las tierras y María se hizo eremita
(Maximino y Celidoni fueron obispos de Ais). Las tumbas de María Magdalena (en
la Santa Balma de Saint-Maximin y en la abadía de Vézelay), de Marta en Tarascon
y de Lázaro (en Marsella y, después, en la Catedral de Autun), se convirtieron
en lugares importantes de peregrinación durante toda la Edad Media. Además, en
la abadía de la Trinidad de Vendôme, se mostraba una filacterias con una
lágrima que Cristo había derramado en la tumba de Lázaro, en comunicarse Enviar
su muerte.
Esta tradición se mantuvo durante
muchos siglos, el culto que se derivó fue suprimido oficialmente en el siglo
XIX, por falta de fundamento histórico. En su lugar, el día se consagró a Lázaro
de Aix, un beato de la región.
LÁZARO EL AMIGO DE JESÚS
Lázaro es un nombre significativo en el idioma de Israel. Quiere decir: "Dios es mi auxilio". El santo de hoy se ha hecho universalmente famoso porque tuvo la dicha de recibir uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo: su resurrección, después de llevar cuatro días enterrado.
Lázaro era el jefe de un
hogar donde Jesús se sentía verdaderamente amado. A casa de Lázaro llegaba el
Redentor como a la propia casa, y esto era muy importante para Cristo, porque
él no tenía casa propia. El no tenía ni siquiera una piedra para recostar la
cabeza (Lc. 9, 58). En casa de Lázaro había tres personas que amaban a Nuestro
Salvador como un padre amabilísimo, como el mejor amigo del mundo. La casa de
Betania es amable para todos los cristianos del universo porque nos recuerda el
sitio donde Jesús encontraba descanso y cariño, después de las tensiones y
oposiciones de su agitado apostolado.
En la tumba de un gran
benefactor escribieron esta frase: "Para los pies fatigados tuvo siempre
listo un descanso en su hogar". Esto se puede decir de San Lázaro y de sus
dos hermanas, Martha y María.
La resurrección de
Lázaro es una de las historias más interesantes que se han escrito. Es un
famoso milagro que llena de admiración.
Un día se enferma Lázaro y sus dos hermanas envían con urgencia un mensajero a un sitio lejano donde se encuentra Jesús. Solamente le lleva este mensaje: "Aquél a quien Tú amas, está enfermo". Bellísimo modo de decir con pocas palabras muchas cosas. Si lo amas, estamos seguros de que vendrás, y si vienes, se librará de la muerte.
Y sucedió que Jesús no
llegó y el enfermo seguía agravándose cada día más y más. Las dos hermanas se
asoman a la orilla del camino y... Jesús no aparece. Sigue la enfermedad más
grave cada día y los médicos dicen que la muerte ya va a llegar. Mandan a los
amigos a que se asomen a las colinas cercanas y atisben a lo lejos, pero Jesús
no se ve venir. Y al fin el pobre Lázaro se muere. Pasan dos y tres días y el
amigo Jesús no llega. De Jerusalén vienen muchos amigos al entierro porque
Lázaro y sus hermanas gozan de gran estimación entre la gente, pero en el
entierro falta el mejor de los amigos: Jesús. Él que es uno de esos amigos que
siempre están presentes cuando los demás necesitan de su ayuda, ¿por qué no
habrá llegado en esta ocasión?
Al fin al cuarto día
llega Jesús. Pero ya es demasiado tarde. Las dos hermanas salen a encontrarlo
llorando: -"Oh, ¡si hubieras estado aquí! ¡Si hubieras oído cómo te
llamaba Lázaro! Sólo una palabra tenía en sus labios: ‘Jesús’. No tenía otra
palabra en su boca. Te llamaba en su agonía. ¡Deseaba tanto verte! Oh Señor: sí
hubieras estado aquí no se habría muerto nuestro hermano".
Jesús responde: -
"Yo soy la resurrección y la Vida. Los que creen en Mí, no morirán para
siempre". Y al verlas llorar se estremeció y se conmovió. Verdaderamente
de Él se puede repetir lo que decía el poeta: "en cada pena que sufra el
corazón, el Varón de Dolores lo sigue acompañando".
Y Jesús se echó a
llorar. Porque nuestro Redentor es perfectamente humano, y ante la muerte de un
ser querido, hasta el más fuerte de los hombres tiene que echarse a llorar.
Dichoso tú Lázaro, que fuiste tan amado de Jesús que con tu muerte lo hiciste
llorar.
Los judíos que estaban allí en gran número, pronunciaron una exclamación que se ha divulgado por todos los países para causar admiración y emoción: "¡Miren cuánto lo amaba!".
¡Lázaro: yo te mando:
sal fuera! Es una de las más poderosas frases salidas de los labios de Jesús.
Un muerto con cuatro días de enterrado, maloliente y en descomposición, que
recobra la vida y sale totalmente sano del sepulcro, por una sola frase del
Salvador. ¡Que milagrazo de primera clase! Con razón se alarmaron los fariseos
y Sumos sacerdotes diciendo: "Si este hombre sigue haciendo milagros como
éste, todo el pueblo se irá con Él".
Cómo nos deben brillar
los ojos al ver lo poderoso que es Nuestro jefe, Cristo.
¡Cómo deberían
llenarse de sonrisas nuestros labios al recordar lo grande y amable que es el
gran amigo Jesús!. Sin tocar siquiera el cadáver. Sin masajes, sin remedios,
con sólo su palabra resucita a un muerto de 4 días de enterrado.
¡Que se reúnan todos los
médicos de la tierra a ver si son capaces de resucitar a un piojo muerto!
TUMBAS DE LÁZARO
En Chipre
Tumba de Lázaro en Chipre
La primera tumba de Lázaro en Betania sigue siendo
un lugar de peregrinaje hoy en día, sería la que le acogió cuando fue
resucitado por Jesús, y la única que podría ser su auténtica.
Sobre la supuesta tumba de Lázaro en Chipre se
levantó una iglesia bizantina, la de Agios Lazaros, que era el edificio más
importante de la antigua Kittin (actual Lárnaca). Según la tradición era la
sede de un obispo y se edificó después de la segunda muerte del santo. En 890
se halló una tumba con la inscripción "Lázaro, el amigo de Cristo".
El sarcófago de mármol puede verse en el Sancta Sanctorum de la iglesia. Las
reliquias fueron trasladadas de Chipre a Constantinopla en 898, pero en 1972 se
encontraron restos de un sarcófago con restos óseos bajo el altar, que podrían
corresponder a la tumba original y una parte de reliquias que quedaron.
Las reliquias fueron robadas de Constantinopla por
los cruzados en 1204 y llevadas a Francia como botín de guerra. Se depositaron
en la Sainte-Chapelle de París, de donde desaparecieron durante la Revolución
Francesa.
Tumba de Lázaro en Betania
Reliquias y tumbas de la tradición provenzal
La tradición que narra el viaje de Lázaro a la
Galia, explica que murió martirizado en el lugar de la plaza de Lenche de
Marsella y fue enterrado fuera de la villa, en una antigua cantera que servía
como necrópolis, cerca del Port Vell. Aún hoy se muestra una antiguaconfessio
en una cripta del siglo VI que sería el lugar de enterramiento. Cerca fue
enterrado, en el siglo IV, San Víctor de Marsella y sobre la tumba se edificó
el monasterio que llevaba el nombre de este santo.
En el siglo VIII o IX, para evitar su profanación
por parte de los musulmanes o los normandos (no hay un acuerdo sobre la fecha
precisa), se trasladaron los restos a Autun: en lugar edificarse la catedral,
llamada de San Lázaro, que fue lugar de peregrinaje. El jefe, sin embargo, se
quedó en Marsella, en San Víctor, de donde pasaron a la catedral donde, con algunos
otros restos devueltos desde Autun, todavía son veneradas, aunque la Iglesia no
las reconoce como verdaderas reliquias.
ORACIÓN A SAN LÁZARO
¡San Lázaro, amigo de
Jesucristo y hermano y protector de los que sufren !Tú que conociste el dolor
de la enfermedad y la visita de jesucristo te devolvió la vida en Betania,
acoge benigno nuestras súplicas, cuando imploramos tu ayuda en esta hora de angustia.
Ruega
al Padre Eterno para que tengamos una confianza serena y segura en el poder de
Jesús.San Lázaro Milagroso, resucitado por el divino poder de Jesucristo, te
rogamos por el triste momento de tu agonía y por la infinita alegría que
experimentaste cuando Jesús con aquellas dulces palabras te mandó salir del
sepulcro, que intercedas con el Divino Maestro para que por tu mediación nos
conceda lo que, confiados, te suplicamos.
AMÉN