"La Primera Comunión"
es practicada generalmente por niños de entre siete y doce años, generalmente
de forma colectiva, aunque es aceptado en dicha religión que una persona
celebre del rito a cualquier edad, siempre y cuando reciba preparación previa
al sacramento y cumpla con los requisitos.
La Ceremonia de La Primera Comunión
ocurre siempre entorno a una Celebración Eucarística, o liturgia y en todos los
casos debe ser oficiada por un Sacerdote. Si bien este rito es principalmente
convocado por la religión Católica, otras iglesias Cristianas también suelen
practicarlo.
La Primera Comunión es
ampliamente practicada en el mundo Occidental, especialmente en el Continente
Europeo y Americano, en donde la iglesia católica aglutina la mayor parte de la
población, aunque existen casos esporádicos en Asia y África en donde no es
mayoritaria esta religión.
La
Primera Comunión es uno de los siete sacramentos de la Iglesia Católica,
y uno de los tres sacramentos de iniciación a la vida cristiana junto al
bautismo y a la confirmación. A través de la primera comunión, luego de cierta
preparación llamada catequesis, en la que se estudia el catecismo, es posible
tomar por primera vez la hostia y el vino, que para quienes profesan esta
religión, no simboliza, sino que es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La
presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo en el pan y el vino es lo que
en la Iglesia
Católica se denomina Transubstanciación.
Este sacramento fue instituido por Jesús durante la
última cena, quien en compañía de sus discípulos tomó el pan y el vino y dijo:
“Yo soy el pan de la vida, si uno come de este pan vivirá para siempre, pues el
pan que yo os daré es mi carne, para la vida del mundo" (Jn.6,32-34, 51).
"El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna".(Jn 6,54)
Por lo general, este sacramento se realiza cuando
aún se es niño, alrededor de los 10 u 11 años de edad, siendo necesario haber
realizado los dos sacramentos previos, el bautismo y la confesión. Esta última
también se realiza por primera vez poco tiempo antes de recibir la primera
comunión.
Cuando se realiza este sacramento, se celebra una
misa solemne, en otras palabras, se trata de una misa especial, que ha sido
preparada en forma particular para aquellos quienes recibirán el cuerpo y
sangre de Cristo por primera vez. Además durante esta ceremonia se renuevan los
botos bautismales.
La catequesis se configura como el curso de
preparación que es necesario seguir a fin de contar con los conocimientos y la
apertura de corazón que son necesarios para recibir la primera eucaristía. Ésta
preparación es otorgada a los niños por personas preparadas que no son
sacerdotes ni religiosas, sino que son fieles de la propia comunidad que
entran en contacto con los niños de una forma más cercana, incluyéndolos
también en la vida cotidiana de su comunidad. Por lo general, la preparación
dura alrededor de dos a tres años.
LA LITURGIA DE LA PRIMERA COMUNIÓN
Significado de cada una de las
partes para el niño
La primera comunión se celebra en una
misa solemne, que se diferencía de una misa común en que ésta estará dedicada
especial y exclusivamente para el niño que recibirá a Jesucristo por primera
vez.
-1.-
La liturgia de la Palabra
Entrada
El sacerdote sale al atrio de la
iglesia y ahí pronuncia unas palabras de bienvenida para el niño y los dos
entran al templo en procesión con los acólitos, que ese día pueden ser los
hermanos, primos o amigos del festejado.
Esta entrada es símbolo de la acogida
que todo el Pueblo de Dios, representado por los amigos y parientes, le da al
niño como miembro de la
Iglesia que a partir de este día participará más
estrechamente en la vida, crecimiento y fortalecimiento del Cuerpo Místico de
Cristo.
Al frente de la asamblea estarán los
papás y los padrinos del niño que permanecerán a su lado durante toda la
ceremonia, ya que ellos fueron los que lo introdujeron a la vida cristiana en
el Bautismo, hicieron las promesas bautismales en su nombre y se comprometieron
a educarlo en la fe y ayudarlo siempre en su camino hacia la santidad. La Primera Comunión
de su hijo y ahijado es un paso que dan en el cumplimiento de ese compromiso.
Las
lecturas.
En la misa de una Primera Comunión,
las lecturas, el salmo y el Evangelio pueden ser seleccionados con anterioridad
por el niño y sus padres. Generalmente se eligen pasajes que hacen alusión a la Eucaristía: el maná en
el desierto, las primeras reuniones eucarísticas de los apóstoles, la alegoría
de la vid, o aquellos en los que Jesús habla específicamente de la Eucaristía. Sin
embargo, existe la posibilidad de que se seleccione cualquier otro pasaje de
acuerdo a las realidades por las que esté pasando el niño o su familia en ese
momento.
El niño debe escuchar las lecturas
con atención, estando consciente de que es el mismo Dios quien le está hablando
de una manera personal y con un mensaje específico para él.
En esta ocasión, el niño puede
seleccionar a las personas que él desee para que lean las lecturas y el salmo.
Generalmente son los padrinos, los abuelos o algún amigo muy especial.
La
Homilía
En la misa de una Primera Comunión,
la homilía está totalmente dirigida al niño y a su familia. El sacerdote
explica el contenido de las lecturas y el significado del sacramento que el
niño está a punto de recibir, pero lo hará en un lenguaje accesible para el
niño, dirigiéndose a él por su nombre y hablándole de sus realidades como hijo,
hermano, amigo y estudiante.
El niño debe escucharla con atención.
Es Dios el que le habla a través del sacerdote y sus palabras pueden dejar un
sello imborrable en el alma del niño. Ésta será posiblemente la única homilía
que escuchará dirigida especialmente a él durante toda su infancia y su
juventud.
Renovación
de las promesas bautismales
Al terminar la Homilía, el niño se pondrá
de pie junto con sus padres y padrinos y se llevará a cabo la renovación de las
promesas del Bautismo. En este momento se enciende la vela con el cirio
Pascual.
Es un momento muy importante, pues el
niño hará conscientemente las promesas que el día del Bautismo sus padrinos
hicieron en su nombre. En ese momento el niño pronuncia verbalmente su renuncia
a Satanás, a sus seducciones y a sus obras y se entrega para siempre a
Jesucristo.
La
oración de los fieles
En este momento la asamblea se pone
de pie para pedir juntos y en voz alta a Dios por la fidelidad y santidad del
niño que hará su Primera Comunión. También se puede pedir por cosas que le
interesan a toda la Iglesia:
el Papa, los enfermos y los pobres, pero se puede aprovechar este momento para
pedir por las necesidades específicas de la familia del festejado: la salud de
los abuelos, el descanso eterno de los difuntos en la familia, la unión y
fidelidad de sus padres, la armonía en la convivencia de los hermanos, o
cualquier virtud necesaria en la familia o en algún miembro en particular.
Estas peticiones particulares deberán
ser redactadas con anterioridad por el niño y sus padres. El niño puede elegir
a las personas que él desee para que hagan estas peticiones al frente de la
asamblea. Es un momento privilegiado que se debe aprovechar, pues en él, todos
los presentes se unirán en oración por las intenciones particulares de la
familia.
El Credo
Todos los asistentes pronuncian de
pie y en voz alta la oración del Credo en la cual se encuentran resumidas en
doce artículos todas las verdades de la fe católica. El niño que hace la Primera comunión confirma su
fe delante de todos los presentes. Al decir la palabra «Creo», declara que se
olvida de todos los prejuicios humanos para dejarse caer con confianza en las
manos de Dios Padre Todopoderoso; declara que está seguro de que Jesucristo es
el Salvador de los hombres y que siguiendo sus enseñanzas encontrará la
felicidad; declara que confía en las luces que le dará el Espíritu Santo;
declara a la Iglesia
como camino de salvación y su fe en la vida eterna que le dará un sentido
trascendente a todas sus acciones.
-2.-
La liturgia Eucarística.
El
ofertorio
En esta parte de la Misa, el niño que hará la
primera Comunión lleva las ofrendas, el pan y el vino al altar, ayudado por
algunos amigos que él hay escogido y el sacerdote se las presenta a Dios
ofreciéndoselas para que se conviertan en el Cuerpo y Sangre de Cristo. En este
momento el niño que hace su Primera Comunión ofrece a Dios su vida, sus
propósitos e intenciones, su amor, sus cualidades y defectos, para que Él las
santifique y sirvan para el bien de la Iglesia.
La
consagración
Es el momento más solemne de la misa
en el que se lleva a cabo la transformación real del pan y el vino en el Cuerpo
y Sangre de Cristo.
Dios se hace presente y manifiesta su
gran amor aceptando nuevamente el sacrificio de su Hijo para que el niño que
hace su Primera comunión llegue a estar estrechamente unido a Él.
Debemos contemplar este misterio de
amor maravilloso con el mayor respeto y devoción y aprovechar ese momento para
adorar a Dios en la
Eucaristía y agradecerle su gran amor por los hombres.
La comunión
Es el momento culminante de la
ceremonia, en el que por fin el niño recibirá a Jesucristo bajo las especies de
pan y vino. El sacerdote se acerca al niño y pronuncia las palabras «El Cuerpo
y la Sangre de
Cristo» a lo que el niño responde «Amén», demostrando su fe en el sacramento y
recibe en su lengua la hostia consagrada mojada en el vino. En ese momento
además de recibir a Jesús, el niño se une con alegría y amor a toda la Iglesia, a todos los
cristianos, recibiendo el alimento que le dará la vida eterna.
Después de la comunión se guarda el
silencio sagrado, en el cual el niño entra en una conversación íntima con
Jesucristo, agradeciéndole todo lo que ha recibido: la vida, la fe, su familia,
el precioso don de la
Eucaristía; pidiéndole perdón por todas las ocasiones en que
no se comportó como digno hijo de Dios y cayó en el pecado y pidiéndole las
gracias necesarias para ser mejor cristiano cada día. Esta oración siempre debe
terminar con un propósito concreto de mejora de vida.
La
bendición final
La ceremonia finaliza con la Bendición, que con
ocasión de la Primera
comunión se realiza de una manera más solemne que de costumbre. En ella el
sacerdote pedirá a Dios que bendiga especialmente al niño y a su familia para
que les conceda las gracias necesarias para vivir plenamente su fidelidad como
hijos de Dios y miembros de la
Iglesia.
La ceremonia finaliza con la Bendición, que con
ocasión de la Primera
comunión se realiza de una manera más solemne que de costumbre. En ella el
sacerdote pedirá a Dios que bendiga especialmente al niño y a su familia para
que les conceda las gracias necesarias para vivir plenamente su fidelidad como
hijos de Dios y miembros de la
Iglesia.
ORACIÒN PARA LA PRIMERA COMUNIÓN
Te pido, Jesús,
estar siempre preparado
para recibirte en la Eucaristía.
Necesito encontrarme con vos
en el pan que alimenta
y da vida.
Que nunca me falte
el hambre de Dios,
las ganas de que llenes mi corazón.
Que nunca sea indiferente
al hambre que sufren tantos hermanos,
y que viva solidario para ayudar.
Que cada Eucaristía
sea una verdadera fiesta
porque juntos, en comunidad,
nos alimentamos con tu presencia viva.
Gracias por pensar en nosotros
y darnos la alegría
de poder recibirte
para crecer en nuestra fe,
nuestra esperanza
y nuestro amor a los demás.
Que cada Eucaristía
me de fuerzas para seguirte.
estar siempre preparado
para recibirte en la Eucaristía.
Necesito encontrarme con vos
en el pan que alimenta
y da vida.
Que nunca me falte
el hambre de Dios,
las ganas de que llenes mi corazón.
Que nunca sea indiferente
al hambre que sufren tantos hermanos,
y que viva solidario para ayudar.
Que cada Eucaristía
sea una verdadera fiesta
porque juntos, en comunidad,
nos alimentamos con tu presencia viva.
Gracias por pensar en nosotros
y darnos la alegría
de poder recibirte
para crecer en nuestra fe,
nuestra esperanza
y nuestro amor a los demás.
Que cada Eucaristía
me de fuerzas para seguirte.