miércoles, 19 de diciembre de 2012

Y ESTE AÑO ¿PONEMOS EL BELÉN?



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Imagen de las Jornaditas de la Parroquia de Santa María - Don Benito (Navidad 2011)


Para desgracia de quienes vivimos la Navidad con un verdadero espíritu cristiano, valorando el sentido de la alegría que implica la llegada del Señor; esta pregunta se repite cada vez con mas frecuencia a nuestro alrededor, debido a que las corrientes sociales y culturales, cada vez son mas cercanas a la secularización de las costumbres, y a llenar de un simbolismo comercial exacerbado,  este tiempo de Paz y Felicidad.

Fruto de ello, es  el tratar de eliminar  o matizar una tradición tan arraigada como es la de poner en nuestras casas, en nuestro lugar de trabajo, en los centros públicos u oficiales, en las escuelas, en los comercios o en nuestras calles y plazas, el denominado NACIMIENTO o BELÉN, y sustituirlo por lo que el Gobierno Catalán denominó “Paisajes de Invierno”,  donde no tendría representación ningún miembro de la Sagrada Familia, ni de lo que aconteció en  la ciudad de Belén, y donde por supuesto la tradicional figura del “caganer” tendría cabida, con todos mis respetos por cuantas personas seguirán poniendo su Belén en Cataluña, donde esta tradición está, precisamente muy arraigada.

Por nuestra parte, desde Pasión Dombenitense, animamos a todos los creyentes, cofrades o no, a no dejar de lado una oportunidad de mantener encendida la llama de lo cotidiano en estas fechas, en las que todos nos dejamos llevar por lo terrenal, el consumismo desmedido, y olvidamos el verdadero sentido de la Navidad.

Para poner cada cosa en su sitio, vamos a dar unas breves pinceladas sobre esta singular representación:


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Belén de Don Juan Manuel de Miguel (PArroco de Santa María - Don Benito)

EL BELENISMO Y SU HISTORIA


Belenismo o constucción de belenes (también llamados nacimientos, pesebres, portales o pasitos en los diferentes países y regiones de habla hispana), es la representación plástica del nacimiento de Jesucristo, que se suele exponer durante las fiestas de Navidad en hogares, iglesias, comercios, etc. La construcción y exhibición de belenes forma parte de la liturgia navideña en muchas partes del mundo, especialmente en la tradición católica.

Historia

La primera celebración navideña en la que se montó un belén para la conmemoración del nacimiento de Jesucristo fue en la Nochebuena de 1223, realizado por San Francisco de Asís, en una cueva próxima a la ermita de Greccio (Italia). La escena del nacimiento de Cristo no fue representada con figuritas y miniaturas de objetos cotidianos, como hacemos actualmente, ni con personas, aunque para la ocasión San Francisco sí utilizó animales. Se celebró la misa nocturna acompañada de una representación simbólica de la escena del nacimiento, mediante un pesebre (sin niño) con el buey y la mula, basándose en la tradición cristiana y los Evangelios apócrifos, así como en la lectura de Isaías: "Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne" (Is. 1,3). Estos animales ya aparecen en el pesebre del siglo IV, descubierto en las catacumbas de la Basílica de San Sebastián de Roma, en el año 1877. Cuenta San Buenaventura en su "Legende de Santi Francisci" que tras celebrar la misa el sacerdote sobre el pesebre (utilizándolo como altar), San Franciso cantó el Evangelio y realizó la predicación sobre el nacimiento de Cristo, hijo de Dios, en circunstancias tan humildes como las que en aquel momento se reproducían (es decir, en una fría noche de invierno, en el interior de una cueva, resguardado en el lugar donde comían los animales que, junto al Niño, lo calentaban con su aliento, causando una enorme emoción entre los asistentes, de tal forma que el señor del lugar, Juan de Greccio "aseguró que vio un hermoso niño dormido en el pesebre, que el padre Francisco cogió en sus brazos y lo hizo dormir" Se supone que tras esta primera ocasión, que más que un belén puede asimilarse a un drama litúrgico se fue popularizando la instalación de belenes en las iglesias durante la Navidad, con figuras de terracota, cera o madera en vez de seres vivos.

 



Navidad en Greccio


Antes de la celebración de Greccio existen muchos antecedentes de representación plástica del nacimiento de Jesús, tanto en las Catacumbas romanas (lo que da idea de su relación con el cristianismo primitivo) como en las iglesias y otros lugares relacionados con el culto religioso cristiano. Los antropólogos e historiadores relacionan directamente las figuras del belén con diferentes objetos de culto de formas antropomórficas y animales, desde las Venus prehistóricas hasta las pequeñas esculturas griegas llamadas tanagras, pero muy especialmente por el culto romano a los dioses del hogar (lares) que se realizaba también mediante pequeñas esculturas con forma humana y que se custodiaban en el larario

En todo caso, a partir del siglo XIV, (fundamentalmente a través de los monjes franciscanos, cuya regla consistente en estricta pobreza, humildad, sencillez y cercanía al pueblo -frente a órdenes más ricas, "aristocráticas" y cercanas al poder político- se avenía muy bien con el humilde nacimiento del Mesías, por lo que usaron su representación como elemento de predicación, considerándose por tanto el pesebre un invento franciscano, cultivado especialmente por éstos y por sus las restantes órdenes franciscanas, como las clarisas y los capuchinos) el montaje de los belenes por Navidad se consolidó como tradición en la península itálica y fue pasando al resto de Europa, al principio como práctica eclesiástica, posteriormente aristocrática y finalmente popular. Sucedió de esta forma en España, ya que cuando a mediados del siglo XVIII el rey de Carlos VII de Nápoles pasó a ser rey de España, promovió la difusión de los nacimientos entre la aristocracia española, llegando posteriormente a la práctica popular en la toda España y en América.



 Belén napolitano con figuras del S. XVII

En el siglo XVIII en América, tras la disolución por decreto papal de la orden de los jesuitas, los franciscanos ocuparon su lugar y usaron los belenes como método de evangelización. Allí son habitualmente anacrónicos, ya que incluyen animales y plantas americanas, que en Palestina no se conocían en tiempos de Jesús, como los guajolotes, magüeyes y nopales; pero que recuerdan el carácter rural de la escena. Esta peculiaridad se debe también a que en la parte latinoamericana situada en el Hemisferio Sur del planeta, en Navidad no se celebra el solsticio de invierno, sino el del verano, por lo que el clima y los productos agrícolas sudamericanos son muy diferentes a los europeos y palestinos.

Los países belenistas son, en Europa: España, Portugal, Francia, Italia, Alemania, Austria, Hungría, Chequia y Eslovaquia y Polonia; asimismo son construidos en toda Sudamérica y en la actualidad en los Estados Unidos. La tradición de las iglesias protestantes no es aficionada al belén, por su origen iconoclasta.

 A partir del siglo XV se generalizó la costumbre del belén. En 1465, en el Renacimiento, se fundó en París la primera empresa fabricante de figuras de belén. En Alcorcón se creó el primer taller belenista peninsular en 1471, y tenía influencias de Inglaterra que no llegaron al taller belenista hasta 1501. El tercer en producir figuritas belenistas fue la República de Siena en 1475, de estilo renacentista. El cuarto país en crear figuritas belenistas fue Portugal en 1479, la primera fábrica, que se encontraba en Lisboa, fue quemada por los martinistas en 1835. Cuando Inglaterra adoptó el anglicanismo, las figuritas belenistas son quemadas, y debido al rechazo a los íconos, en 1601 se hizo un decreto, la "Bethelem Ban", y quien no lo cumpliera sería condenado a muerte; en el siglo XIX con la consolidación de la tolerancia religiosa, se levantó esa condena. La popular "Fira de Santa Llúcia" de Barcelona, de venta de figuras y objetos para el belén, existe por lo menos desde 1786. Cataluña, Murcia y Madrid, durante el siglo XX, eran centros donde se fabricaron más de cuatrocientos millones de figuras de belén. En la actualidad existen numerosos talleres artesanales en Cataluña, Murcia, Andalucía y algunos otros en el resto de España que continúan haciendo figuras, que son conocidas y apreciadas en todo el mundo.

En el siglo XIX apareció el arte (o afición artesana) del belenismo, que en general se practica a través de Asociaciones Beleniss, la primera de las cuales fue la de Wenns (Tirol, Austria) en 1860; aunque se cree que en Barcelona ya existía una asociación belenista anterior a esta fecha, su creación oficial es en 1863; en todo caso, y puesto que la asociación de Wens desapareció al cabo de un año de su fundación, la barcelonesa es la asociación con actividad en la actualidad más antigua del mundo. La asociación internacional es la Universalis Foederatio Praesepistica (UN-FOE-PRAE), fundada en Barcelona en 1952 y sede actual en Roma (Italia).

Pesebre Aleman años 60

CARACTERÍSTICAS Y CLASIFICACIÓN


El Segundo Congreso belenista internacional, celebrado en Roma en 1955 por la UN-FOE-PRAE, aprobó como la definición de belén la aportada por el folklorista catalán Joan Amades: "Entendemos por pesebre (o belén) la representación plástica y objetiva del nacimiento de Jesús mediante la disposición de un país visto de manera panorámica, en el que se sitúa una diversidad de figuras móviles que se pueden mover y alterar de sitio a gusto del que hace el pesebre. Toda otra figuración del nacimiento del Mesías, representada en pintura, vidriería, bajo relieve o cualquier otra manifestación artística que no reúna las condiciones indicadas, no puede ser considerada como pesebre", a lo que añadió el historiador Josep Maria Garrut "el pesebre se destruye después de cumplir su misión". Veremos cómo esta definición "idealista" no acaba de ajustarse a la práctica popular.

El belén representa por lo general a Jesús, María y José en un pesebre, o según otras tradiciones, en un establo, granero o cueva, donde, según Lucas 2,7, nació el niño. La tradición los acompaña de una mula y un buey, según el relato de los Evangelios apócrifos y del texto del libro del profeta Isaías y del Habacuc.



Puede incluir además representaciones de los pastores reunidos para adorar al recién nacido, de los tres Reyes Magos con sus ofrendas, de ángeles y de la estrella de Belén. Pero además de estas escenas, se acostumbran a incluir otras, relacionadas con toda la historia del nacimiento de Jesús, como son la Anunciación del Ángel a la Virgen María, la Visitación de María (embarazada) a su prima Santa Isabel (embarazada a su vez de Juan Bautista), la infructuosa Búsqueda de Posada de José y María en Belén, la Matanza de los Inocentes por Herodes y la Huida a Egipto de la Sagrada Familia, e incluso otras menos relevantes como el Sueño de José, la visita de los Reyes Magos a Herodes, los esponsales de José y María, la Presentación de Jesús en el Templo y el Taller de Nazaret de José, carpintero. Las escenas de más carga religiosa, y fundamentalmente la Natividad, son llamados Misterios.

Pero en muchos países tienen una tradición propia de escenas belenísticas, como por ejemplo: en Cataluña se representan escenas típicas de la Navidad contemporánea, como la ceremonia de montar el pesebre, la Misa del Gallo, el "caga tió" (juego para hacer a los niños los regalos navideños) o la reunión de toda la familia en "Per Nadal, cada ovella al seu corral" (en Navidad, cada oveja en su casa); los pesebres alemanes pueden representar toda la vida de Cristo, incluyendo nacimiento, predicación, Pasión y Resurrección; y en la Provenza francesa se representa todo un pueblo más o menos contemporáneo y sus personajes (los santons), manteniéndose a veces montado todo el año y poniendo la escena de la Natividad solamente en las fechas navideñas tradicionales.

Generalmente el Nacimiento se monta antes de Navidad, tradicionalmente el 8 de diciembre, coincidiendo con la fiesta de la Inmaculada Concepción, y se conserva armado hasta el 2 de febrero, fecha de la presentación de Jesús en el Templo y fiesta católica de la Candelaria. En algunos lugares es costumbre que partir de la fiesta de la Epifanía, el 6 de enero, se añadan las figuras de los Reyes Magos en adoración, que mientras tanto han sido desplazados por el paisaje del Belén.

La variedad de los tipos de belenes es enorme, dado que cada país y cada región, hasta cada belenista, tiene su modelo y estilo propio. Sin embargo, podemos proponer algunas clasificaciones básicas:
  • La principal es según la presentación del montaje:

    • Abiertos o panorámicos, que son los visibles al menos por tres de sus caras o lados, situados más bajos que el punto de vista del espectador, sin estar rematados por celaje alguno, ni techo ni armazón que lo cierre, sino, en todo caso, por un telón liso de fondo.
    • Cerrados los dotados de un cerramiento exterior (cajón, estructura metálica o de madera, cortinajes, etc.), que encierran el belén dejando como única vista un frente, a través de una embocadura, donde vemos todo como un paisaje cerrado provisto de perspectiva, como en un teatro, y cuyo realismo supera con mucho a los belenes abiertos. Se acostumbran a denominar dioramas artísticos. Una variedad muy importante del belén cerrado, que no es diorama, es el de escaparate o caja, más estrecho que un diorama, tiene varias caras o lados de vidrio que permite ver su interior y a veces puede estar concebido como un retablo que se cierra; su contenido es reducido y ligero para ser manejable y portátil y normalmente solamente representa la Navidad, su característica más singular es que una vez montados no se deshacen más, se exponen durante la Navidad y pasadas las fiestas se guardan

Nacimiento Parroquia de Santiago -Don Benito (Navidad 2011)
  • La segunda clasificación es según la técnica de confección del belén:

    • Populares son los que se realizan utilizando técnicas sencillas de montaje, con materiales tradicionales (corcho, musgo, serrín, papel plateado, etc.) construcciones prefabricadas adquiridas comercialmente (portal y casitas de corcho y madera, ahora muchas veces plástico o resina; papeles decorados pintados como fondo, etc.), presentados normalmente "abiertos" y sin técnicas de perspectiva o muy básicas (como colocar en el fondo del paisaje pequeñas construcciones, figuras de mucho menor tamaño, etc.). La sencillez en el montaje no obliga a que las figuras sean también "populares", ya que muchas veces se utilizan figuras de gran calidad artística, dependiendo del gusto del constructor. En general son los típicos belenes domésticos.
    • Artísticos son los que el belenista realiza utilizando técnicas específicas y sofisticadas, propias del arte, la construcción y el maquetismo, intentando que el paisaje y el entorno del belén sea lo más realista posible o proporcione una serie de sensaciones similares a las de la contemplación de una obra artística. El belenista acostumbra a construir los edificios, modelar el paisaje, poner la iluminación adecuada, utilizando materiales muy diversos como el yeso, la madera, el poliestireno expandido, las pinturas, etc., y utilizar técnicas de albañil, carpintero, pintor, electricista, etc. El belén artístico, además, ha de respetar las reglas de la escala y la perspectiva. Casi todos los dioramas son de tipo artístico, mientras que los belenes abiertos son artísticos y populares de manera indiferente.


Belén de la PArroquia de Santa María - Don Benito (Navidad 2011)
  • Según la manera y estilo de las figuras y el paisaje representado existen tres categorías:

    • Los bíblicos (también llamados "hebreos" o "palestinos"), que recrean el paisaje, los personajes, los enseres y las costumbres que había en Palestina en el momento del Nacimiento del Salvador.
    • Los locales o regionales, que utilizan paisajes no bíblicos (normalmente de la zona donde vive el belenista) y son normalmente anacrónicos, puesto que las figuras representan personajes de tipología local, regional y o costumbrista, de épocas diferentes a la del nacimento de Cristo; por ejemplo, en Nápoles se utilizan figuras vestidas a la moda del siglo XVIII, en Francia son figuras de finales del XIX o en Sudamérica visten las ropas tradicionales de cada país o de la gente humilde.
    • Los modernos, serían construidos de forma no figurativa, sino siguiendo las convenciones del arte contemporáneo y llegando hasta la abstracción, utilizando materiales y técnicas no convencionales y de diversa procedencia, como el metal, conchas, tejidos, botellas, luces, origami, "instalaciones·, etc.


Belén Parroquia de San Juan - Don Benito (Navidad 2011)

A partir de estas premisas, podemos realizar innúmeras clasificaciones, alguna de ellas relevante.
  • Los belenes pueden ser de cualquier tamaño, desde belenes en miniatura que se pueden colocar (como ejemplo extremo) en el ojo de una aguja o de forma más habitual en cajas de música, en botellas o tinajas, etc., pasando por belenes de sobremesa, los más frecuentes en el ámbito doméstico, de tamaño reducido, que se colocan encima de algún mueble, bajo el árbol de Navidad o en el hueco de la chimenea, por ejemplo, hasta los nacimientos grandes, que ya necesitan una ubicación específica al ocupar una parte considerable de una habitación. Pero desde el punto de vista del tamaño, los más relevantes son los belenes Monumentales, los que generalmente construidos en el exterior, aprovechando incluso rincones naturales de un terreno, ocupan una superficie grande y suelen ser obra de varios artistas. Como ejemplo de belén monumental puede citarse el de Vitoria (Álava, País Vasco, España), que se instala desde 1962 en el Parque de la Florida y que posiblemente sea el más grande del mundo, a tamaño natural, de su modalidad. En Cataluña se construyen pesebres monumentales en espacios interiores, normalmente presentados como la narración de una historia teatralizada, en que no es tan relevante el tamaño (aunque ocupen escenarios de tamaño medio o grande) como el movimiento de los dioramas, los decorados, las figuras, la música y la calidad del texto narrado
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     Nacimiento en la Parroquia de San Sebastián - Don Benito (Navidad 2011)
  • Por los personajes empleados tenemos dos clases de nacimientos:

    • Los vivientes, en que personas reales desarrollan las diferentes escenas del belén, incluso con la participación o no de animales vivos y vegetación natural. Aunque el primer belén, el de Greccio, fue de este tipo, ha de ser considerado más una representación de tipo teatral o religiosa (como los autos sacramentales) que un belén.
    • Los tradicionales, en que utilizan figuras realizadas en diferentes materiales para todas sus escenas. A su vez se subdividen en:
-Fijos: Sus figuras no realizan movimientos, aunque en algunos belenes, en especial los populares, pueden ser desplazadas dentro del escenario, mientras que en los artísticos, y en especial en los dioramas, las figuras ocupan lugares preestablecidos y fijos de los que no pueden ser movidos (normalmente están fijados a la escena con algún medio)
-Animados: Dispositivos mecánicos o eléctricos permiten que las figuras realicen movimientos repetitivos.

Belen de arena - Navidad 2007 en Don Benito #249876 
                      Belen de Arena - Don Benito (Navidad 2007)

Existen otros tipos de belenes fuera de la clasificación anteriormente expuesta, como los polacos, que consisten en una gran construcción de cartón y madera, reproduciendo los templos al estilo eslavo, colocando el nacimiento fijo en un balcón de la fachada y los personajes secundarios (a veces móviles) por el resto del edificio. También es digna de mencionar aquí la tradición checa de los belenes recortables de cartón

Sagrada Familia (Barcelona). Grupo escultórico de la fachada del Nacimiento

A nivel arquitectónico, una de la mejores plasmaciones artísticas del belén podemos encontrarla en la Fachada del Nacimiento del Templo de la Sagrada Familia de Barcelona, obra de Antoni Gaudí.

Por todo lo dicho, queridos amigos cofrades os animo a luchar porque esta tradición siga pasando de generación en generación, y no se pierda aislada por la relajación de las costumbres.