domingo, 4 de marzo de 2012

CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE....CAPÍTULO I



Para que las cosas tengan un sitio en el tiempo, y se puedan asentar las tradiciones, es necesario no olvidarse del origen de las mismas. En el ámbito de lo cofrade, donde el paso de los años, suele ser beneficioso, es menos palpable en ciudades donde no hay un gran espíritu cofrade, como la nuestra. El echar la vista atrás hacia como se conformaban, nos sirve para entender que cualquier modificación de las mismas, con la idea de crecer o de mejorar, a veces no significa acertar. Sobre todo cuando se pierde la perspectiva de por qué se crearon, con qué fin o con qué sentido.


Esto le ha sucedido a alguna de las tradiciones más asentadas de nuestra Semana Santa de Don Benito, y es por ello que en estas entradas del Blog, y desde el máximo respeto a quienes han influido para que las cosas sean como son, voy a expresar mi humilde opinión para que se valore lo que había antes y lo que tenemos ahora.


En este Capítulo I, me voy a referir a la Procesión del Domingo de Ramos, organizada por la Asociación Parroquial de la Borriquita, y en concreto a su composición allá por la década de los 80 y principios de los 90.


Nos indica la revista de Semana Santa de 1994, cuando la tradición ya estaba asentada lo siguiente:



DOMINGO DE RAMOS


PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA


Día 27 de abril, a las 10.30 horas, Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalem y María Santísima del Consuelo


PROCESIÓN CON NAZARENO Y MANTILLA



A las 11.00 horas, bendición de las Palmas en la Explanada de San Sebastián, prosigue la Procesión incorporando a los mas pequeños


ITINERARIO


San Juan, Magallanes, Luna, Amargura, Mártires, Explanada de san Sebastián (Eucaristía), San Sebastián, Primera Cuesta, Busto, Virgen, Plaza España, Arroyazo, Ancha e Iglesia de San Juan.

Como se puede comprobar era un recorrido también largo, como el actual, pero con una serie de matices que lo hacían único.


En primer lugar la hora, que se desarrollaba por la mañana, esas mañanas luminosas de Domingo de Ramos, donde se decía “quien no estrena no tiene manos”, - aunque sea unos calcetines - , les decían sus mamás a los niños, cuando los preparaban para la procesión de las Palmas.


La misa comunitaria en la Explanada de San Sebastián, lo cual propiciaba un acontecimiento único, por el lugar amplio donde se desarrollaba, por lo concurrido del acto, ya que iban feligreses de todas las Parroquias, y por dotar a San Sebastián, a su Parroquia y a su Barrio, de un sitio o lugar en el ámbito de la Semana Santa local. Espacio que hoy se ha perdido en tanto en cuanto que es la única Parroquia que no lleva a cabo manifestaciones externas en lo que se refiere a Cofradías y Procesiones.


En tercer lugar, factor para mi muy importante, es el acompañamiento de niños vestidos de acólitos con ramas de olivo y palmas, que en un número importante, daban ese toque único al cortejo, donde empezaban a salir los primeros nazarenos blancos. Como se puede apreciar en la foto que precede a esta entrada del Blog, había muchos pequeños, que por la hora en la que se desarrollaban estos actos del Domingo de Ramos, podían formar parte de los tramos de la procesión, cuestión que a día de hoy, y a las horas que sale esta procesión desde 1996, resulta prácticamente imposible. Hoy tan solo tramos de nazarenos van adornando la trayectoria de esta Hermandad, que por determinadas calles camina prácticamente sin público, más allá de la salida, su paso por la Plaza de España, y la entrada.

Creo que una de las razones de ser de una Cofradía, es la de crear cofrades, desde pequeños. Aquellos niños que salían en procesión, iban cultivando su espíritu cofrade, y con el paso de los años constituirían nuevos tramos de hermanos que acompañarían con su hábito de nazareno, a sus titulares.


Por este motivo, esta procesión en su origen, antes de la salida de nazarenos, era considerada “LA PROCESIÓN DE LOS NIÑOS”.


Bajo mi punto de vista, y siempre, reiterando mi máximo respeto a sus rectores, cabría dar mayor representación a los pequeños, a esos hábitos blancos estrenando palmas, unas trenzadas en difícil filigrana, y otras al natural; y para ello se podría probar a salir de nuevo por la mañana. Sería muy lucida y concurrida la procesión, y quizás hay que ir desterrando de una vez por todas ese miedo generalizado de las Cofradías de Don Benito, a no mover mucho las cosas porque como la gente se va al campo, al fin y al cabo, son pocos los que nos esperan en la calle.


¡Ánimo a la Hermandad, y feliz tiempo de Cuaresma!.