Profundizando en ese arraigado sentimiento de religiosidad popular, que sigue latente en algunos movimientos de nuestra ciudad de Don Benito, mas si cabe en este año de la Fe que estamos viviendo, hoy vamos a hablar del grupo de Renovación Carismática Católica, que todavía sigue pleno de sentido como motor para la conservación de los dogmas y estructuras de la Iglesia Católica. Un grupo de fieles tenía la costumbre de reunirse a orar en la Capilla de Guadalupe, al menos una vez a la semana, en tradición que siguen manteniendo, incluso con el turno de vela a la Virgen de las Cruces, antes de su marcha en la mañana del 12 de octubre.
La Renovación
Carismática Católica o Movimiento
Carismático Católico es un movimiento espiritual presente
usualmente (pero no solamente) bajo la estructura de un movimiento
apostólico o movimiento organizado, que proviene históricamente del
movimiento neopentecostal protestante, en el marco del clima de apertura del Concilio
Vaticano II; así, fue acogido en el catolicismo por ser una experiencia
original y esencialmente católica.
Las experiencias pentecostales llegaron primero a
las Iglesias protestantes históricas (como la anglicana o luterana). La
expresión renovación carismática proviene del ministro luterano Harald Bredesen
quien, en 1962, comenzó a emplear el término «carismático» para describir lo
que estaba pasando en las Iglesias protestantes históricas, las más
tradicionales. Confrontado con el término «neopentecostal», habló de una
«renovación carismática» en las Iglesias históricas.
En ese sentido, sería más preciso hablar de
«renovación carismática» en la Iglesia católica, anglicana, luterana,
etc. Tal es el nombre, por ejemplo, de la renovación carismática de los
católicos alemanes: Charismatische Erneuerung in der Katholischen
Kirche.
Aunque inspirado en la experiencia del pentecostalismo,
el movimiento carismático católico no busca romper con la tradición, dogmas y
estructuras organizativas del catolicismo sino que, al contrario, intenta
contribuir a revitalizarlos. Por ello, si el carismatismo es dinámico e
innovador en su concepción de la práctica religiosa, es por otra parte
conservador en el plano dogmático.
Historia
Tuvo sus orígenes en 1967, cuando un grupo liderado por William Storey y Ralph Keifer, dos profesores laicos de la Universidad de Duquesne, en Estados Unidos, decidieron orar juntos, para pedir el bautismo en el Espíritu Santo. Por influencia de dos jóvenes laicos del Cursillo de Cristiandad, Ralph Martin y Stephen B. Clark, leyeron un libro pentecostal llamado La Cruz y El Puñal, en donde se narraba el ministerio cristiano de un pastor pentecostal entre pandilleros neoyorkinos. La lectura llevó a los interesados a acudir por indicación del párroco episcopal de la iglesia Christ Church (Pittsburgh), a un grupo de oración ecuménico, en casa de Florence Dodge, una presbiteriana carismática, en donde recibieron su primera efusión pentecostal en el Espíritu Santo. Luego habrían recibido el llamado "don de lenguas" y otro tipo de carismas, como el de sanación, que son típicos de toda corriente pentecostal o carismática en cristianos de otras denominaciones. En poco tiempo el movimiento se propagó a otras universidades, como Notre Dame, en Indiana y East Lansing, en Míchigan.
A los pocos años de su nacimiento, la
"renovación" traspasó las fronteras de los Estados Unidos. A
comienzos de los años 70, el movimiento carismático arribó a América Latina,
cuando algunos predicadores protestantes bautistas y católicos, en particular Francis
MacNutt, fueron invitados por el sacerdote colombiano Rafael García Herreros, eudista,
quien dirigía una fundación social y eclesial llamada "Minuto de Dios"
para ayudar a familias obreras. Varios sacerdotes y laicos de dicha comunidad
religiosa se adhirieron a esta corriente como su sucesor, el padre Diego
Jaramillo , y desde entonces, el Minuto de Dios se ha convertido en un
importante (mas no único) centro de difusión del movimiento carismático en el
ámbito regional, utilizando los medios de comunicación como la prensa, la radio
y la televisión, organizando seminarios de iniciación (los ya mencionados
"Seminarios de Vida en el Espíritu"), asambleas, congresos, misas,
retiros y otro tipo de actividades.
Hoy existen comunidades muy grandes que son polos
de desarrollo de la Renovación Carismática en todo el subcontinente. En Brasil,
por ejemplo, existen las comunidades Cancao Nova, de Monseñor Jonas Abib
y Shalom y en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia: La Mansion. Según
recientes investigaciones Brasil,
India, Filipinas, y en África
son los lugares de mayor crecimiento de la experiencia carismática a la fecha.
El movimiento carismático tuvo un gran impulso en
la década de 1970 y un crecimiento más lento, pero sostenido, a partir de los
años 80.
En América Latina la Renovación Carismática ha
tenido gran acogida, debido en parte a las particulares características
festivas y espontáneas de su población, que además es proclive a aceptar la
presencia sobrenatural como parte de la vida cotidiana.
Prueba de lo diferente de la Renovación en países
anglosajones es que la base de datos del Comité Nacional de Servicio de Estados
Unidos, incluye a comunidades ecuménicas de la Fraternidad La Espada del
Espíritu entre sus miembros. Por otro lado, el antiguo presidente del ICCRS,
Charles Whitehead participa públicamente en eventos con pentecostales.
Organización
La renovación carismática suele tener como vehículo
diversos difusores, entre ellos los "grupos de oración", donde las
personas se reúnen periódicamente para alabar, adorar y bendecir al Señor, leer
las Escrituras, ser catequizadas y compartir su testimonio de conversión. Se
organizan congresos carismáticos de alabanza para grupos en particular, como,
por ejemplo, de adolescentes y jóvenes, de la vida consagrada, de matrimonios,
de solteros, etc. o generales.
En estos congresos y en los grupos de oración se
enfatiza la predicación, la oración, la glosolalia, la música, la alabanza, los
testimonios de conversión de vida y las sanaciones milagrosas.
Adoración del Santísimo en un
congreso carismático.
En la renovación carismática se encuentran dos
grandes modelos de organización.
El primero, adoptado especialmente en América Latina,
se centra en grupos de oración parroquial, independientes entre sí,
generalmente sin estatutos ni superiores, sino solamente dirigentes, llamados
también servidores, sin autoridad jurídica, pero siempre sujetos a la
autoridad eclesiástica. Cada grupo elige algunos servidores que tienen como
funciones principales: reunirse para discernir en la oración lo que conviene al
grupo; proponer y, si es necesario, coordinar los servicios apropiados, como la
acogida, orden, música (cantos para la oración), biblioteca, etc; proponer y
organizar; estar en contacto con los representantes de la Iglesia; conectar con
la coordinadora de la zona y en general estar siempre al servicio de los demás
integrantes de su grupo o comunidad de oración.
También hay "coordinadores" zonales,
regionales, diocesanos, estatales, o departamentales, según el caso,
encaminados especialmente a la organización de eventos, cursos, asambleas, etc.
El único superior religioso de la Renovación Carismática es la jerarquía de la
Iglesia.
El otro gran modelo de organización, es el de las comunidades
de alianza, que se dan cuando un grupo de carismáticos se compromete con
estatutos, votos, diezmos y otras estructuras. Este modelo surgió en los
Estados Unidos desde la Comunidad La Palabra de Dios, y ha tenido gran difusión
en países como Francia, Bélgica, Italia y Alemania. Entre las comunidades de
alianza más reconocidas por su desarrollo y expansión internacional se encuentran
el Pueblo de Alabanza, la Comunidad del Emmanuel, la Comunidad de las
Bienaventuranzas y la comunidad Siervos de Cristo Vivo. En Brasil, 16 de ellas
se agrupan en la Fraternidad de Nuevas Comunidades del Brasil (FRATER).
Se calcula que alrededor del 12 por ciento de los
católicos son carismáticos, de los cuales la mayor parte son latinoamericanos.
Posición de la jerarquía de la
Iglesia
Por influencia del cardenal Leo Jozef Suenens, moderador del Concilio Vaticano II, la Renovación Carismática ha sido aceptada por la Santa Sede, desde el pontificado de Pablo VI.
El ICCRS. Órganos de Servicio y Coordinación
Habiendo nacido en los Estados Unidos, la Renovación Carismática se comenzó a estructurar como movimiento organizado (aunque en realidad no lo es, es un proceso espiritual en la Iglesia) con cierta rapidez desde los años 70. Y tuvo necesidad de coordinar a través de sus líderes internacionales las comunicaciones de su desarrollo primero a través del su oficina internacional de comunicación, el ICO (International Communications Office), que no era sino el escritorio de Ralph Martin, localizado en Ann Arbor, Michigan.
Posteriormente, en 1978, el ICO se convirtió en el
ICCRO (International Catholic Charismatic Office), la Oficina Internacional de
la Renovación Carismática, al mudarse a Bruselas, Bélgica, bajo los auspicios
del cardenal Leo Jozef Suenens, arzobispo de tal sede. Con ello, la identidad
del movimiento carismático cobró un carácter más eclesial. El 25 de marzo de
1985, el ICCRO se estableció en la ciudad del Vaticano.
Finalmente en 1993, el ICCRO se convirtió en el ICCRS
(en inglés, Servicios Internacionales para la Renovación Carismática), al
aprobarse sus estatutos. Su actual presidenta es la señora Michelle Moran,
laica inglesa, magister en teología pastoral, predicadora y miembro fundador de
la comunidad católica de evangelización Sión.