jueves, 12 de enero de 2012

SEMANA SANTA: SEÑA DE IDENTIDAD DE UN PUEBLO


La Semana Santa puede considerarse como la manifestación pública de la fe de un pueblo. En ella se combinan factores de todo tipo: culturales, artísticos, históricos, musicales, antropológicos, sociales, ... que no tienen razón de ser sin la celebración de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Todo este mundo gira en torno a las hermandades y cofradías , asociaciones de fieles que, aunque parecidas entre ellas, cada una de ellas responde a unos orígenes y una personalidad completamente diferente. Hay hermandades con siglos de historia que se fundaron para responder a necesidades sociales de barrios o de gremios. Otras se fundaron sobre la devoción de imágenes o por la necesidad de un templo cuente con una parroquia.

Del mismo modo que las señas de identidad de nuestras ciudades y pueblos, se acomodan en otros factores alejados del aspecto religioso o devocional, y por todos es comprendido y respetado, hay algo en las manifestaciones de fe públicas, en la calle, que hacen que los barrios, calles y plazas se conviertan en el escenario ideal para la celebración de esa catequesis que hace una hermandad desarrollando su estación de penitencia.

¿Dónde empieza lo lúdico y acaba lo artístico?, ¿cuál es el límite entre el reclamo turístico y la devoción desmedida?, ¿qué aporta a la cultura de un pueblo sus manifestaciones religiosas?, ¿está reñida la aconfesionalidad de las instituciones con el respeto a las tradiciones cristianas?, ¿cómo deben tratar las Autoridades Públicas a la Semana Santa de su ciudad?, etc… Preguntas como estas, nos asaltan constantemente a los cofrades cuando observamos que la ciudad donde resides, donde has nacido o a donde acudes en períodos vacacionales, no trata con la debida consideración a nuestra Semana de pasión. Quizás en otra entrada se pueda cuestionar de quien es la verdadera responsabilidad del lugar que el Ayuntamiento de Don Benito ha concedido a este tema, de importancia vital para los cofrades y de menor importancia para los que no creen o no tienen la necesidad de practicar su fe de manera pública, pero sí de forma privada.

A la responsabilidad que un Ayuntamiento, como autoridad civil, pueda tener en la materia, también hay que sumar la de los propios cofrades con sus ansias de protagonismo o de poder; la de las Juntas de Cofradías que han tenido en sus manos la oportunidad de dotar de mayor protagonismo a la Semana Santa en su ciudad; la de las Parroquias o Iglesias que albergan en su interior Cofradías o Hermandades a las que desatienden, o imágenes sin cofradías, con posibilidad de que se les rinda culto a través de una hermandad, y que por la “intolerancia” del Párroco correspondiente, o por el criterio particular mas o menos pasajero, limita la posibilidad de que un grupo de fieles pueda sacar adelante un proyecto de cofradía.

Es decir, los cofrades somos conscientes de la importancia que tiene para el devenir de una ciudad, la preparación de esa Semana mágica, donde todo se cumple como estaba escrito; creemos en la necesidad de que Don Benito tome conciencia de la importancia que tiene como seña de identidad o rasgo que defina a la ciudad, el dar su sitio a la Semana Santa, del mismo modo que se le da a otros aspectos que hacen único a nuestro pueblo: la Velá; las Fiestas de Barrio; los pestiños y las empanadillas de calabaza; la Feria y Fiestas; la Cabalgata de Reyes; los Conciertos en la nueva Plaza de Toros; el Centro Comercial Abierto; el Centro de Ocio las Cumbres; la ruta del Aperitivo; los Caramanchos; Feval; el Museo Etnográfico; el Parque Grande y el de las Albercas; la Casa de la Cultura; el Premio literario Francisco Valdés; la Finca Doña Blanca; el Teatro Imperial con sus actuaciones de teatro, musicales o conciertos; la Peña Flamenca; el Patronato Municipal de Deportes y la Ciudad Deportiva; la Coral; el Conservatorio; la Banda Municipal; la Asociación Achikitú; Rodetacón Teatro, etc….Todos ellos son importantes para las Concejalías de Festejos, Deporte, Cultura y Turismo, fomentando su expansión y reconocimiento, e incluso financiando sus actividades, como parte vital de la "marca" Don Benito.

Es por ello, que para dignificar a la Semana Santa, hay que considerarla como una parte mas de la idiosincrasia de la ciudad; mas si cabe, cuando en nuestra ciudad tenemos verdaderas obras de arte a las que prestar atención, como cuando nos ponemos ante un cuadro de Goya o Velázquez, como cuando volvemos al Quijote, a deleitarnos con la pluma de Miguel de Cervantes, o bien cuando volvemos la vista atrás y recorremos las Salas del Museo Etnográfico, asombrados por el patrimonio acumulado; o como cuando nos parece atractivo contemplar una obra de Rafael Moneo (Casa de Cultura de Don Benito).

Para un amante de la Semana Santa, contar entre los titulares de nuestras Hermandades y Cofradías, con un crucificado de Castillo Lastrucci, con una dolorosa de Sebastián Santos; ambas en la Parroquia de Santiago, o con una Virgen de la Soledad de Antonio Bernal, de la escuela cordobesa, etc… no son palabras menores, todo lo contrario, hay que pararse a pensar delante de las imágenes, y que cada uno reflexione sobre lo que le sugieren estas maravillosas tallas surgidas de la mano del hombre. Para unos será la oración, para otros la admiración o la contemplación de una escultura y para otros, nada, siendo también respetable.

Cuando le otorgamos su sitio a la Semana Santa, estamos poniendo el acento a un reclamo turístico para personas que se mueven por interés cultural, o para otras que por mera curiosidad se dejan embaucar por el sonido de una marcha en la calle; por el aroma de los claveles de un paso de palio, mecido al son de sus varales; o por la contemplación de una chicotá bien ejecutada por los costaleros, a la orden de su capataz, mientras nos embriaga el incienso que lo cubre todo; o por el desgarro de una saeta bajo la única luz de la luna, lanzada desde un balcón que da paso a una lágrima derramada por las mejillas, mientras un hondo suspiro nos da el aliento necesario para avanzar en la noche....


En fin, dejaré para otra entrada del Blog, lo que yo pienso que se podría hacer para que Don Benito viva como se merece su Semana Santa. De momento, el primer paso que hay que exigir a nuestro Excelentísimo Ayuntamiento, es poner un enlace en su web, en el apartado de Turismo, a la página matriz de este blog, que tanto hace por y para nuestra semana de pasión:

http://www.donbenitocofrade.com/

Esperemos que desde el respeto a todas las creencias o a la falta de ellas, así sea.