sábado, 14 de enero de 2012

LA JUNTA DE COFRADÍAS

Podemos considerar a la Junta de Cofradías como el órgano superior que aglutina el conjunto de voluntades comunes de las Hermandades, Cofradías y Asociaciones Parroquiales en torno a la organización, promoción y funcionamiento de la Semana Santa de una ciudad.

Este órgano debe estar formado por una estructura similar a la Junta de una Hermandad o Cofradía, es decir: Presidente, Vicepresidente, Secretario, Tesorero, Vocales y Consiliario (normalmente el de Párroco alguna de las parroquias de la ciudad). Desde el punto de vista de su personalidad jurídica civil y canónica tendría la misma consideración que aquéllas. Los cargos van rotando para dar representación a cada una de las cofradías y parroquias de su circunscripción.

El papel que juega en la confección de la Semana Santa es o debe ser fundamental. Tiene entre sus obligaciones el establecer los elementos básicos para el correcto funcionamiento de nuestra Semana mayor:

- Organización de la nómina de los días de la Semana Santa, procurando cuadrar horarios de paso e itinerarios de cada una de las Hermandades del día en cuestión.
- Elaborar el programa de mano o revista anunciadora de los actos que se programen de cara a la Semana Santa.
- Organizar la Procesión Magna que se pueda llevar a cabo cada cierto tiempo (entre 5 y 10 años).
- En algunas ciudades la Junta de Cofradías suele encargarse de llevar a cabo la Procesión del Santo Entierro, la tarde del Viernes Santo.
- Velar por la correcta distribución de fondos o subvenciones con los que el Ayuntamiento dote a las Hermandades y Cofradías.
- Elección del Pregonero de la Semana Santa, y en su caso del Cartel anunciador de la misma.
- Desarrollar el Vía Crucis interparroquial que se lleva a cabo en tiempo de Cuaresma.
- Organización de la Carrera Oficial, o tramo de paso obligado de las distintas Hermandades, de común acuerdo con el gobierno local.
- Organización del Programa de Actos de la Semana Santa tales como Conciertos de Música Sacra, Concursos Fotográficos sobre temática cofrade, Concursos literarios o pictóricos, Conferencias, exaltación de la Saeta, etc…
- Procurar la formación Cofrade de acuerdo con las indicaciones de la Diócesis.
- Coordinar la relación de las Hermandades y Cofradías con sus sedes parroquiales, mediando en los conflictos que puedan surgir bien entre ellas o bien entre los cofrades.
- Estudiar la creación e incorporación de nuevas Hermandades a la nómina de la Semana Santa, fomentando su inserción progresiva.

Como podemos observar la mayoría de estos parámetros se centran en la época de Cuaresma o bien en la propia Semana Santa, pero no debemos olvidar que para la vida del Cofrade, la actividad no debe ceñirse a estos 50 días aproximadamente, o al período que va de miércoles de ceniza a Domingo de Resurrección. Del mismo modo la actividad de la Junta de Cofradías no puede ser estática o limitada a este período, sino que hay una labor muy importante por hacer con vistas no solo a la semana de pasión, sino también a la actividad conjunta de las hermandades y cofradías el resto del año.

En este caso echamos de menos, una acción social más visible en obras de caridad, fomentando la bolsa de cada hermandad o participando en organizaciones no gubernamentales ya creadas, Cáritas, Unicef, etc...; una acción formativa permanente organizando Cursos para los cofrades y sus cofradías, no de manera esporádica sino reglada y atractiva, de manera coordinada con las Parroquias de la ciudad; una acción formativa dirigida también a los mas pequeños, que bien en los colegios o en las catequesis de preparación a la Comunión o a la Confirmación, puedan conocer y querer a la Semana Santa de su ciudad, sus titulares, el estudio del patrimonio, etc…; una actividad cultural dirigida a exponer material cofrade en Museos o Casas de Cultura locales, ya sea de fotografías antiguas, elementos del ajuar de las hermandades de la ciudad, hábitos de nazareno, etc...

Estas acciones en una ciudad como Don Benito, donde nos consta que el sentimiento cofrade no tiene todavía un gran número de seguidores, servirían para poner en alza a la Semana Santa local, y servirían también para que el Ayuntamiento pusiera el acento en una materia vital para una parte de sus vecinos, que mas o menos practicantes en las cuestiones eclesiales, ven en la semana de pasión, un momento para justificar sus inclinaciones hacia la devoción, la cultura expresada a través del arte, la música, el contacto con los cinco sentidos de la vista, el olfato, el tacto, el gusto o el oído. Sensaciones que sirven a los que vienen de fuera, al turista, para llegar a la ciudad buscando algo nuevo que vivir.

En definitiva una buena organización de la Junta de Cofradías, y una buena gestión extendida mas allá del tiempo clave de cuaresma y semana santa, constituiría un punto de inflexión apropiado para el crecimiento en valores y para la dignificación de nuestra vida cofrade.