A nivel mundial, la Iglesia Católica
celebra hoy Corpus Christi, la fiesta del cuerpo y la sangre de Cristo, que
significa la presencia de Cristo en la Eucaristía que fue instituido el Jueves Santo en
la Última Cena, donde Jesús convirtió el pan y el vino en su cuerpo y sangre.
Corpus Christi se realiza 60 días después del
Domingo de Pascua. Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de la Iglesia Católica
en Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento.
Para la celebración de este día, la Iglesia Católica
tiene tradicionalmente varias actividades pero una de las más importantes es la
procesión en donde la hostia (representación del cuerpo de Cristo) es la
principal protagonista que es exhibida en una custodia.
“Tu cuerpo es un templo y por lo tanto cuídalo”,
Esta fiesta conmemora la institución de la Santa Eucaristía el Jueves Santa con el fin de tributarle a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, amor y gratitud.
Por eso se celebraba en la Iglesia Latina el
jueves después del domingo de la Santísima Trinidad. En los Estados Unidos y en
otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad.
La
Solemnidad de Corpus Christi se remonta al siglo XIII. Dos
eventos extraordinarios contribuyeron a la institución de la fiesta: Las
visiones de Santa Juliana de Mont Cornillon y El milagro Eucarístico de
Bolsena/Orvieto.
El Papa URbano IV
La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de
1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se
difundiera la fiesta. La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306. El Papa
Clemente V tomó el asunto en sus manos y en el concilio general de Viena
(1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. Publicó un nuevo decreto
incorporando el de Urbano IV. Juan XXII, sucesor de Clemente V, instó su
observancia.
Procesiones. Ninguno
de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la
celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por
los Papas Martín V y Eugenio IV y se hicieron bastante comunes en a partir del
siglo XIV.
Urbano IV, amante de la Eucaristía, publicó la bula “Transiturus” el 8 de septiembre de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de nuestro Salvador expresado en la Santa Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad de “Corpus Christi” en el día jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la santa misa y al oficio. Este oficio, compuesto por el doctor angélico, Santo Tomás de Aquino, por petición del Papa, es uno de los más hermosos en el breviario Romano y ha sido admirado aun por Protestantes.
El Concilio de Trento declara que muy piadosa y
religiosamente fue introducida en la
Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado
día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular
veneración y solemnidad, y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión
por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su
gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el
que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y
resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Juan Pablo II ha exhortado a que se
renueve la costumbre de honrar a Jesús en este día llevándolo en solemnes procesiones.
En la
Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los
calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia,
Calabria y Sicilia.
DIVERSAS MANERAS DE CELEBRAR ESTA FIESTA
Participar en la procesión con el
Santísimo
La procesión con el Santísimo
consiste en hacer un homenaje agradecido, público y multitudinario de la
presencia real de Cristo en la Eucaristía. Se acostumbra sacar en procesión al
Santísimo Sacramento por las calles y las plazas o dentro de la parroquia o
Iglesia, para afirmar el misterio del Dios con nosotros en la Eucaristía.
Esta costumbre ayuda a que los
valores fundamentales de la fe católica se acentúen con la presencia real y
personal de Cristo en la Eucaristía.
Custodia del Corpus de Toledo
Es una manera práctica y muy bella de
adorar a Jesús Sacramentado. El Papa Juan Pablo II la celebra, al igual que la
mayoría de las Parroquias de todo el mundo, los jueves al anochecer, para
demostrar a Cristo Eucaristía amor y agradecimiento y reparar las actitudes de
indiferencia y las faltas de respeto que recibe de uno mismo y de los demás
hombres.
Consiste en realizar una pequeña
reflexión evangélica, en presencia de Jesús Sacramentado y, al final, se rezan
unas letanías especiales para demostrarle a Jesús nuestro amor.
Se puede celebrar de manera formal
con el Santísimo Sacramento solemnemente expuesto en la custodia, con incienso
y con cantos, o de manera informal con la Hostia dentro del Sagrario. Cualquiera de las dos
maneras agrada a Jesús.
Se inicia con la exposición del
Santísimo Sacramento o, en su defecto, con una oración inicial a Jesucristo
estando todos arrodillados frente al Sagrario.
A continuación, se procede a la
lectura de un pasaje del Evangelio y al comentario del mismo por parte de
alguno de los participantes.
Luego, se reflexiona adorando a
Jesús, Rey del Universo, en la
Eucaristía.
Se termina con las invocaciones y las
letanías correspondientes y, en el caso de que la Hora Eucarística
se haya hecho delante del Santísimo solemnemente expuesto, el sacerdote da la
bendición con el Santísimo; en caso contrario, se finaliza la Hora Santa con una
plegaria conocida de agradecimiento.
Recordar en familia lo que es la Eucaristía
¿Qué es la Eucaristía?
La
Eucaristía es uno de
los siete Sacramentos. Nos recuerda el momento en el que el pan y el vino se
convierten en el Cuerpo y en la
Sangre de Cristo. Éste es el alimento del alma. Así como
nuestro cuerpo necesita comer para vivir, nuestra alma necesita comulgar para
estar sana. Cristo dijo: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene
vida eterna y yo lo resucitaré el último día."
¿En qué nos ayuda la Eucaristía?
Todos
queremos ser buenos, ser santos y nos damos cuenta de que el camino de la
santidad no es fácil, que no bastan nuestras fuerzas humanas para lograrlo.
Necesitamos fuerza divina, de Jesús. Esto sólo será posible con la Eucaristía. Al
comulgar, nos podemos sentir otros, ya que Cristo va a vivir en nosotros.
Podremos decir, con San Pablo: "Vivo yo, pero ya no soy yo, sino Cristo
quien vive en mí."
¿En qué parte de la Misa se realiza la Eucaristía?
Después
de rezar el Credo, se llevan a cabo: el ofertorio, la consagración y la
comunión.
Ofertorio: Es el momento en que el sacerdote ofrece a Dios el
pan y el vino que serán convertidos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Nosotros
podemos ofrecer, con mucho amor, toda nuestra vida a Dios en esta parte de la Misa.
Consagración: Es el momento de la Misa en que Dios, a través del sacerdote,
convierte el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. En este
momento nos arrodillamos como señal de amor y adoración a Jesús, Dios hecho
hombre, que se hace presente en la Eucaristía.
Comunión: Es recibir a Cristo Eucaristía en nuestra alma, lo
que produce ciertos efectos en nosotros:
nos une a Cristo y a su Iglesia,
une a los cristianos entre sí,
alimenta nuestra alma,
aumenta en nosotros la vida de gracia y la amistad
con Dios,
perdona los pecados veniales,
nos fortalece para resistir la tentación y no
cometer pecado mortal.
¿Qué condiciones pone la Iglesia para poder
comulgar?
La Iglesia nos pide dos condiciones para recibir la comunión:
Estar
en gracia, con nuestra alma limpia todo pecado mortal.
Cumplir
el ayuno eucarístico: no comer nada una hora antes de comulgar.
¿Cada cuánto puedo recibir la Comunión Sacramental?
La Iglesia recomienda recibir la Comunión siempre que
vayamos a Misa. Es obligación recibir la Comunión, al menos, una vez al año en el tiempo
de Pascua, que son los 50 días comprendidos entre el Domingo de Resurrección y
el Domingo de Pentecostés.
¿Qué hacer después de comulgar?
Se
recomienda aprovechar la oportunidad para platicarle a Dios, nuestro Señor,
todo lo que queramos: lo que nos alegra, lo que nos preocupa; darle gracias por
todo lo bueno que nos ha dado; decirle lo mucho que lo amamos y que queremos
cumplir con su voluntad; pedirle que nos ayude a nosotros y a todos los
hombres; ofrecerle cada acto que hagamos en nuestra vida.
¿Qué hacer cuando no se puede ir a
comulgar?
Se
puede llevar a cabo una comunión espiritual. Esto es recibir a Jesús en tu
alma, rezando la siguiente oración:
"Creo, Jesús mío, que estás
realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas
y deseo ardientemente recibirte
dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo
sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi
corazón.
Quédate conmigo y no permitas que me
separe de ti.
Amén"
EL CORPUS EN DON BENITO
El Jueves de Corpus Christi no
es festivo en Don Benito por lo que la Procesión se realiza en la mañana
del domingo siguiente desde la Parroquia de Santiago una vez acabada
la Santa Misa. El cortejo de la Procesión está formado por los niños
que han hecho la comunión dicho año y por representaciones
de todas las instituciones católicas de la ciudad
acompañadas de sus respectivos estandartes. La Custodia es del siglo
XVII y está fabricada en plata sobredorada con piedras preciosas.
Tiene la peculiaridad de estar dirigida por un Presidente, en lugar de un Mayordomo o Hermano Mayor. Entre la lista de personas que
han ocupado el cargo de Presidente a lo largo de la historia cabe destacar al Conde de Campos de Orellana, Don Pedro Granda y Calderón de
Robles.
La Archicofradía del Santísimo Sacramento de Don Benito fue
fundada
el 2 de junio de 1580. La Casa Real Española concedió el título de
Real a la Archicofradía. Es la única Cofradía Sacramental de la ciudad.
Tiene por objetivo propiciar entre los cofrades, su participación activa en la vida litúrgica, y sobre todo en la formación cristiana de sus
miembros, motivar a los cofrades para la recepción frecuente de los Sacramentos, su participación en la vida eclesial en general y de forma particular en la vida
de su comunidad parroquial, promover entre los fieles y los cristianos en general, la Adoración al Santísimo Sacramento del Altar, y el culto a
la Eucaristía, según la reforma del Concilio Vaticano II.
Desarrolla las siguientes actividades: celebración de Misa de Minerva, participación en grupo de los temas del sínodo diocesano de la diócesis
de Plasencia, coordinación y organización de la Procesión del Corpus Christi y la organización de la Jornada de Vela Continua al Santísimo del
Altar en la jornada del Jueves al Viernes Santo.
Corpus Don Benito (Foto Disancor)
La Misa de Minerva, que se desarrolla a las diez de la mañana del tercer domingo de cada mes, es un Acto Litúrgico en cuya celebración se porta, para su adoración, el cuerpo de nuestro Señor, mediante la Sagrada forma por el interior de la Parroquia de Santiago. Abriendo la comitiva procesional el estandarte de la Archicofradía al que acompañan dos hermanos con varas de mando. La Sagrada Custodia es portada por el sacerdote, dos hermanos lo acompañan con faroles, uno a cada lado. (Datos extractados de larevira.com)
Te damos gracias, Padre santo
por Jesús, tu pan, tu vino
por quien te hemos conocido,
por quien sabemos vivir,
por quien mantenemos la esperanza,
por quien podemos sentirnos como hermanos.
Te damos gracias porque hace muchos años
que le conocemos, le queremos, le seguimos.
Te damos gracias porque sin Él
nuestra vida no sería lo que es.
Te damos gracias porque es para nosotros
luz para el camino,
alimento para el trabajo,
ilusión para el futuro.
Te damos gracias porque la fuerza de tu Espíritu
le hizo Pastor, Semilla, Agua, Fuego, Vino, Pan,
Te damos gracias porque la fuerza de tu Espíritu
le hizo pobre, humilde, valeroso, compasivo.
Te damos gracias porque gracias a Él
nuestra vida de tierra se transforma
y nos hacemos Hijos,
trabajamos en tu Reino,
y sabemos esperar y perdonar.
Te damos gracias, Padre,
por Jesús, tu Hijo, nuestro Señor.
por Jesús, tu pan, tu vino
por quien te hemos conocido,
por quien sabemos vivir,
por quien mantenemos la esperanza,
por quien podemos sentirnos como hermanos.
Te damos gracias porque hace muchos años
que le conocemos, le queremos, le seguimos.
Te damos gracias porque sin Él
nuestra vida no sería lo que es.
Te damos gracias porque es para nosotros
luz para el camino,
alimento para el trabajo,
ilusión para el futuro.
Te damos gracias porque la fuerza de tu Espíritu
le hizo Pastor, Semilla, Agua, Fuego, Vino, Pan,
Te damos gracias porque la fuerza de tu Espíritu
le hizo pobre, humilde, valeroso, compasivo.
Te damos gracias porque gracias a Él
nuestra vida de tierra se transforma
y nos hacemos Hijos,
trabajamos en tu Reino,
y sabemos esperar y perdonar.
Te damos gracias, Padre,
por Jesús, tu Hijo, nuestro Señor.
Amén.