Organizado por el Secretariado
Diocesano de Pastoral Familiar, se celebrará la 9ª edición de la Semana
Diocesana de la Familia del 20 al 28 de abril, en todas las parroquias de la
diócesis.
Se pretende mediante estas jornadas
resaltar el papel fundamental de la familia en todos los órdenes de la vida, y
especialmente en el de la transmisión de la fe. Es lo mismo que nos
exigimos los Cofrades como otra “familia” más dentro de la Iglesia, que se constituye como un vehículo crucial de transmisión de esa Fe y un espacio para vivir en cristiano en el día de hoy.
" Hay que hacer comunidades cristianas como la Sagrada Familia de Nazaret, que vivan en humildad, sencillez y alabanza".
Y es que no hay mejor imagen ni mejor patrón para nuestras vidas que la Sagrada Familia de Nazaret.
En esta época de incertidumbre para la familia cristiana y los valores tradicionales que en ella se dan, la Sagrada Familia de Nazaret , representa el icono a seguir por todos aquellos que nos decimos cofrades por lo tanto critianos.
Empeñada está la sociedad actual en decirnos que temos que decir a nuestros hijos y que valores son los que priman hoy en día, y deberían primar en nuestras vidas. Empeñados están ciertos gobernantes en decir que este pais no es cristiano , que nuestras raices tampoco lo son.
Las raices cristianas en Europa y concretamente en España, son indiscutibles.
El futuro de la humanidad pasa por la familia cristiana. La familia cristiana es un pilar importantísimo para la Iglesia Católica y para la sociedad en general. Por eso la importacia de cuidarla , de resistir ante los ataques constantes que se repiten día a día contra ella.
Por eso desde este Blog pido a Dios que bendiga a todas esas familias cristianas y cofrades que día a día mantienen en el seno de sus familias esos valores cristianos que algunos quieren demonizar.
En Don Benito los actos que van a
tener lugar serán los siguientes:
Domingo 21:
Celebración Interparroquial de la Eucaristía
Iglesia de Santiago
12 mañana
Jueves 25:
Adoración del Stmo. Sacramento
Orando especialmente por las familias
En todas las parroquias.
En la nuestra de 19.30 - 20.30
Viernes 26:
Proyección de la película "Soul Surfer".
Cineforum
Salón actos colegio Sagrado Corazón
5 de la tarde
(Actividad destinada principalmente a jóvenes)
Sábado 27:
Rosario de las Familias
Iglesia de la Sagrada Familia
7 de la tarde
DOMINGO 28
Se celebrará en Don Benito la clausura oficial de
la semana diocesana de la familia, con asistencia de familias de toda la
diócesis, en el Colegio del Sagrado Corazón.
LA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA VIDA DE LA IGLESIA
a) Función religiosa de la familia
¿Cuál es la misión de la familia en
la Iglesia?
La
familia está llamada a edificar el Reino de Dios y a participar activamente en
la vida y misión de la Iglesia. Los miembros de la familia, enseñados por la
Palabra de Dios, confortados con los sacramentos y los auxilios de la gracia, e
irradiando el espíritu del Evangelio, vienen a ser una pequeña porción viva de
la Iglesia.
¿Qué relación tiene la familia con la
fe?
La
Iglesia siempre ha enseñado que la familia cristiana es una comunidad creyente
y evangelizadora, que testimonia la presencia salvadora de Cristo en el mundo a
través de la unidad y fidelidad de los esposos, y la conservación y transmisión
de la fe a los hijos.
¿Por qué se dice que la familia es
evangelizadora?
En
la familia los padres deben comunicar el Evangelio a los hijos, pero también
pueden recibirlo de ellos. La familia debe transmitir la fe a otras familias y
a los ambientes donde se desenvuelve su vida ordinaria.
¿Cómo se puede concretar la
evangelización en la familia?
Los
padres deben dar ejemplo con naturalidad de cómo vivir la vida y las
tradiciones cristianas. Los hijos deben saber que sus padres tratan a Dios
todos los días, que procuran recibir los sacramentos con frecuencia y asistir a
la Santa Misa los domingos y otras fiestas. Que veneran al Papa y a la
jerarquía de la Iglesia. También evangelizarán con su ejemplo y su palabra,
transmitiendo los valores humanos y cristianos: el amor al trabajo, el sentido
de responsabilidad, el respeto a los mayores y al buen nombre de los demás; el
amor a la verdad, la sinceridad, la vida sencilla, austera y limpia; el saber compartir
con los demás los bienes que tenemos, el ser agradecidos con Dios por todo,
etc.: porque todas esas virtudes las vivió Jesucristo.
¿Cómo pueden las familias contribuir
socialmente a la evangelización?
Las
familias son testimonio y fermento de vida cristiana en la sociedad en la
medida en que los esposos viven bien las exigencias de su vocación matrimonial.
Ese clima de amor y generosidad cristiana facilitará prestar ayuda espiritual o
material a otras familias que lo necesiten. También pueden hacerse presentes en
las actividades propias de la pastoral evangelizadora de la Iglesia a través de
las parroquias o movimientos apostólicos.
¿Debe aprenderse el Catecismo en la
familia?
Los
padres son los primeros iniciadores de la fe en sus hijos. Deben enseñarlos a
rezar y comenzar a explicarles las principales verdades contenidas en el
Catecismo. La parroquia o la escuela perfeccionarán más tarde esa enseñanza. Lo
que los padres enseñan en la infancia, tiene una gran importancia para la vida
futura de los hijos.
¿Es necesario orar en familia?
Jesucristo
nos enseñó que "cuando hay dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy
yo en medio de ellos" (Mt 17,19). Alabar a Dios, darle gracias y pedirle
sus dones forma parte esencial de la vida de una familia cristiana.
¿Qué motivos tenemos para oraren
familia?
Los
motivos son las mismas circunstancias ordinarias de la vida que debemos y
podemos referir a Dios: estar juntos en alegrías y dolores; esperanzas y
tristezas; nacimientos y cumpleaños; aniversarios de bodas; viajes,
alejamientos y regresos; momentos importantes; fallecimiento de personas
queridas, etc.
¿Quiénes deben iniciar a los hijos en
la vida de oración?
Los
padres son los principales educadores en la oración. Deben enseñar a sus hijos
a orar y a tratar a Dios en ocasiones ordinarias de la vida: al acostarse y al
levantarse; antes y después de las comidas; a dar gracias por los beneficios;
en la asistencia a la Misa dominical; a celebrar los misterios cristianos:
Navidad, Semana Santa, etc.; la celebración de las fiestas de Jesucristo, de la
Virgen y de algunos Santos; a orar por las necesidades espirituales y
materiales de los demás; etc. La principal educación para la oración será
siempre el testimonio de los padres.
¿Qué otras oraciones pueden
ejercitarse en la familia?
El
rezo y la meditación del Santo Rosario, principalmente en familia, han sido
especialmente recomendados como una de las más excelentes oraciones para
conservar su unidad.
¿Qué otras devociones se pueden
practicar en las familias?
La
presencia de imágenes piadosas en los principales sitios de la vivienda: el
crucifijo, imágenes de la Virgen; la imposición del escapulario. En Venezuela
hay una costumbre muy cristiana, que es la bendición que piden los hijos a los
padres. A la petición de la bendición por los hijos, los padres contestan:
"que Dios te bendiga". Es una costumbre que muestra la devoción por
los padres y parientes mayores, y que tiene una honda raíz cristiana. Debemos
mantenerla y propagarla.
b) Gracia de Dios y sacramentos
¿El sacramento del matrimonio
confiere la gracia de Dios para toda la vida matrimonial?
El
sacramento del matrimonio, recibido con las debidas disposiciones, confiere la
gracia de Jesucristo que ayudará a los esposos a santificarse en todas las
circunstancias de su vida conyugal, porque Dios no nos abandona nunca en
nuestra vocación, y el matrimonio es una vocación, un camino hacia la santidad.
¿Qué relación existe entre Eucaristía
y Matrimonio?
En
la Eucaristía el mismo Jesucristo se entrega como alimento, vivificando
espiritualmente a los esposos y asemejándolos a Él. La Eucaristía es el
sacrificio de la Nueva Alianza, alianza que encarnan los esposos entre sí en la
vivencia cristiana de su matrimonio. Además, la Eucaristía es fuente de caridad
y vínculo de unidad, virtudes muy necesarias para la estabilidad y armonía de
toda la familia.
¿Qué relación hay entre el sacramento
de la Penitencia y el Matrimonio?
Los
esposos y los demás miembros de la familia deben recibir el sacramento de la Penitencia
cuando en sus vidas esté presente el pecado o cuando quieran crecer en el
fervor y en el amor de Dios. La Confesión es fuente de purificación y de
fortaleza, necesaria para afrontar las dificultades de la vida conyugal.
c) La preparación para el
matrimonio
¿Por qué es necesaria una preparación
para el matrimonio?
En
otros tiempos la preparación para el matrimonio no era tan necesaria porque las
jóvenes parejas se hallaban como protegidas por un ambiente naturalmente
cristiano, que las defendía. En nuestro tiempo se ha dado un cambio cultural
fuertemente opuesto al matrimonio y a los valores familiares, y es necesario
que los jóvenes aprendan a defender y asumir con responsabilidad su compromiso
matrimonial. La verdadera preparación al matrimonio se inicia en la propia
familia, que es la primera formadora de los valores humanos y cristianos. Allí
se inicia el conocimiento y el respeto de la dignidad del hombre y de la mujer
y la grandeza del matrimonio y la familia. Durante el noviazgo debe continuar
esa formación que permita a los novios cultivar el conocimiento mutuo y la
aceptación y el respeto a las ideas, sentimientos y modos de ser del futuro
cónyuge.
¿Qué otros aspectos abarca la
preparación para el matrimonio?
Esa
preparación requiere un camino suficientemente largo para que los novios
lleguen a la boda con la requerida disposición para la entrega total del uno al
otro, que se perfeccionará después durante la vida conyugal. Si el noviazgo no
persigue ese objetivo, las expresiones de intimidad que serían propias de los
esposos, en el noviazgo son sólo debilidades. Parte importante de la
preparación para el amor conyugal y el matrimonio está en el respeto que los
novios deben tenerse mutuamente. Ese respeto en el noviazgo abarca: las ideas, los
modos de ser, la intimidad, los cuerpos y los sentimientos. Ese respeto es una
señal de verdadero amor, destinado a crecer y fortalecerse en el matrimonio.
¿Exige la Iglesia a los novios cierta
preparación para recibir el sacramento del matrimonio?
En
muchos sitios la iglesia pide a los novios que van a contraer matrimonio, que
participen de un "curso prematrimonial". En él se deben tratar los
aspectos humanos, doctrinales y espirituales que cualquier matrimonio cristiano
debe conocer. Los novios deben ver en este curso prematrimonial no sólo un
requisito para su boda, sino una ayuda que les facilita recibir digna y
provechosamente el sacramento.
La preparación para el matrimonio que
proporciona la iglesia ¿tiene otros motivos?
A
veces se acude al matrimonio con falta de libertad, o forzando una situación
que requeriría un tiempo de prudente espera, que la preparación previa puede
ayudar a discernir. El embarazo, como fruto de relaciones prematrimoniales,
puede ser una de las causas que apresuré irresponsablemente la boda en parejas
que aún no están preparadas ni física, ni emocional, ni espiritualmente para
ello. Las estadísticas demuestran que los matrimonios de adolescentes suelen
terminar en divorcios muy pronto: tanto más pronto cuanto más jóvenes se
casaron.
¿Que hacer para evitar esas
situaciones?
Los
novios deben evitar las ocasiones en que puedan darse relaciones
prematrimoniales -permanecer solos mucho tiempo, o en lugares aislados-, así
como las manifestaciones de ternura que serían propias de los esposos, pues no
sólo deben evitar las relaciones íntimas, sino que tampoco deben iniciarlas.
Deben saber resistir las presiones del ambiente que impulsan a los novios a
vivir como si fueran personas casadas. Y saber que el esfuerzo por vivir
limpiamente su amor tendrá la garantía de su duración. Además, siempre hay que
pensar que Dios no pide imposibles, y que el noviazgo se puede vivir
limpiamente con la ayuda de su gracia, frecuentando los sacramentos y siendo
amigos de Dios.
d) La celebración del matrimonio
¿Qué características debe tener la
celebración del matrimonio?
El
matrimonio cristiano requiere una celebración litúrgica que exprese ante la
Iglesia, representada ante unos testigos, la naturaleza sacramental de la
alianza conyugal que establece. Los esposos deben saber que expresan las
promesas de su alianza ante el mismo Jesucristo representado por el ministro de
la Iglesia y los testigos que asisten al matrimonio. La ceremonia de la boda se
lleva a cabo una vez aclarado que no existen impedimentos, que dicho acuerdo se
realiza responsable y libremente, que se expresa con claridad el consentimiento
que realiza la alianza conyugal, y que se observan las formas establecidas por
la Iglesia con una ceremonia sencilla y digna.
¿Qué manifiesta la celebración del
matrimonio cristiano?
El
matrimonio cristiano manifiesta de modo público que los esposos -aquel hombre y
aquella mujer- han sido llamados por Dios para establecer libremente una comunidad
de vida y de amor que debe ser un camino hacia la santidad. En él, se ceden
mutuamente el derecho sobre sus cuerpos para realizar los actos propios de la
generación y educación de sus hijos. Este derecho es perpetuo y sólo exclusivo
de ellos.
e) Situaciones irregulares y
difíciles en las familias
¿Cuales son las principales
situaciones irregulares en la familia?
Las
principales situaciones irregulares que contradicen el plan de Dios sobre la
familia son: el llamado "matrimonio a prueba"; las uniones libres;
los católicos unidos sólo por el matrimonio civil; las personas separadas o
divorciadas no casadas de nuevo; las personas divorciadas y vueltas a casar;
los privados de familia.
¿Qué es el "matrimonio a
prueba"?
Se
llama así a la cohabitación de una pareja que prueba su compatibilidad durante
un tiempo, pensando en la posibilidad de contraer- posteriormente un enlace
definitivo. Propiamente hablando, esta "prueba" no se trata de un
matrimonio, porque en él se prevé la posibilidad de una futura ruptura; y esto
es incompatible con el verdadero matrimonio.
¿Qué son las uniones libres?
Son
uniones constituidas por un hombre y una mujer que deciden vivir juntos, sin
ningún tipo de compromiso entre ellos. Estas situaciones pueden ser fruto de
determinadas circunstancias económicas o culturales; de la inmadurez afectiva y
sicológica de la pareja, o consecuencia de la búsqueda desordenada del placer.
En todo caso estas uniones reflejan una gran inmadurez humana, porque indican
que no se es capaz de asumir el compromiso de formar una familia.
¿Cómo es posible evitar esas
situaciones?
Es
necesario averiguar las causas en cada caso para ponerles remedio. En general,
es preciso promover la educación de los jóvenes mostrando los grandes bienes de
la fidelidad, del matrimonio y de la familia, y la conveniencia de construir
hogares estables.
¿Cuál es la situación dentro de la Iglesia de
los católicos unidos en matrimonio civil?
Hay
que distinguir dos grupos de personas: los que nunca recibieron el sacramento
del matrimonio; y los que lo recibieron y se divorciaron para volver a contraer
matrimonio civil. Los primeros tienen una situación distinta a las uniones
libres, porque aceptan de alguna manera las obligaciones del matrimonio. Sé les
debe animar a que santifiquen su hogar recibiendo el sacramento del matrimonio,
para que sean coherentes con la fe que profesan y el estilo de vida que llevan.
En todo caso, no pueden acceder a los sacramentos de la Iglesia mientras
perdure esa situación, porque entre católicos el único matrimonio válido y lícito
es el sacramental.
¿Puede una persona católica
divorciarse cuando la convivencia con el otro cónyuge es imposible?
Si
la convivencia conyugal se hace imposible por problemas de infidelidad, o de
violencia, malos ejemplos para los hijos, etc., el cónyuge inocente puede pedir
lícitamente la separación -pues el otro cónyuge perdió sus derechos-, pero
convendrá que se aconseje previamente con un sacerdote.
¿Cuál es la situación dentro de la
Iglesia de las personas divorciadas que han vuelto a contraer un matrimonio
civil?
La
Iglesia ruega por todos ellos y desea atenderles como a miembros especialmente
necesitados de su ayuda, porque las palabras de Jesús sobre la ilicitud de su
situación son claras: Yo les digo: cualquiera que repudie a su mujer y se una
con otra, comete adulterio (Mt 19,9); y en otro pasaje: el que repudie a su
mujer la expone a cometer adulterio, y el que se una con la repudiada comete
adulterio (Mt 5,32). Así pues, deben tratar de resolver su situación: sea
investigando la posible nulidad de su primer matrimonio con intención de
contraer legítimamente el actual; sea disolviendo la segunda unión civil y
tratando de recomponer su primera unión matrimonial; o viviendo con su, actual
cónyuge, si así lo exigen las obligaciones de justicia adquiridas por los hijos
que se tengan, pero sin tener relaciones con él. Sólo en este último caso,
cuando ambos viven como hermano y hermana, y quitando toda posibilidad de
causar escándalo a otros fieles, podrían participar de los sacramentos. En todo
caso deben recibir el consejo de un sacerdote prudente y experimentado
¿Estas personas están separadas de la
Iglesia?
De
ningún modo. Pueden y deben como todos los católicos acudir a la oración,
escuchar la Palabra de Dios, participar de la Misa, y procurar realizar obras
de caridad y misericordia. Pueden también fomentar las iniciativas en favor de
la justicia, educar a los hijos en la fe cristiana y cultivar el espíritu y las
obras de penitencia. De este modo se disponen también a recibir la ayuda de
Dios para regularizar su situación.
¿Cuáles son los sentimientos de la
Iglesia respecto a los que no tienen familia?
Estas
personas son valoradas con afecto y consideración por parte de la Iglesia. El
Santo Padre, Juan Pablo II, siempre ha animado a que se les abra todavía más la
puerta de la iglesia a las personas que no tienen familia, porque la Iglesia es
la casa de todos, especialmente de los fatigados y necesitados.
Esto son tan solo unas nociones de lo
que la Familia Cristiana puede aportar a la vida y a la acción pastoral de su
Iglesia. Será una cuestión de las Parroquias en las catequesis de padres e
hijos, quienes vayan incentivándolas, y nos puedan aportar a los cristianos, a los cofrades y a todos, una visión global de su papel fundamental.