viernes, 21 de diciembre de 2012

SOCIOLOGÍA DEL COFRADE DE DON BENITO







Estando próxima la conclusión de este 2012, y habiendo relatado en mas de 100 entradas de este Blog, las cuestiones que afectan a la vida social, cultural y religiosa de Don Benito, teniendo como telón de fondo en ámbito de lo cofrade, podríamos entender la entrada de hoy como un resumen de lo que es el cofrade dombenitense a través de su manera de ser y actuar, para tratar de analizar en profundidad hacia donde camina la Semana Santa de Don Benito, no ya como un hecho de la religiosidad popular, o como manifestación de las devociones,  sino como hecho sociológico, integrador de otros elementos, que nos sirven en nuestro día a día como seres humanos, que pertenecemos a un mundo que se dice globalizado.

Para abordar este estudio, primero hemos de definir lo que entendemos por SOCIOLOGÍA: La sociología (del latín socius, socio, y del griego «λóγος» logos) es la cienci social que estudia los fenómenos colectivos producidos por la actividad social de los seres humanos, dentro del contexto histórico-cultural en el que se encuentran inmersos.

En la sociología se utilizan múltiples técnicas de investigación interdisciplinarias, para analizar e interpretar desde diversas perspectivas teóricas las causas, significados e influencias culturales que motivan la aparición de diversas tendencias de comportamiento en el ser humano especialmente cuando se encuentra en convivencia social y dentro de un hábitat o "espacio-temporal" compartido.

Se entiende como un dinamismo social el fluir de las costumbres y creencias de una sociedad. El cambio se evidencia a través de las interacciones de cada persona con el resto social y cómo el conjunto afecta al individuo, marcando un comportamiento de comunicación global de sujetos relacionados entre sí. Las formas y convenciones de la dinámica social están marcadas por la historia y sujetas, por tanto, a un cambio permanente.




La interacción social resultante de la dinámica, expresa grados sociales, estableciendo campos de acción que se expresan mediante la diferenciación del statu quo social. En la interacción social, habría primero que establecer la capa o campo social sobre el que se va a observar a los individuos y cómo éstos influyen mutuamente y adaptan su comportamiento frente a los demás. Cada individuo va formando su identidad específica en la interacción con los demás miembros de su campo social en la que tiene que acreditarse.


EL PROBLEMA DE LA  FALTA DE ESPIRITU Y FORMACIÓN COFRADE


Uno de los problemas que caracterizan al cofrade dombenitense es la falta de formación y de espíritu cofrade. Ello ha resultado más que evidente a lo largo de este año cuando se pone de manifiesto la inadecuada  gestión del patrimonio, que a veces es puesto en riesgo cuando se deja en manos inexpertas, propiciando un daño que puede llegar a ser irreparable. Basta señalar los daños sufridos por el manto de  la Virgen de los Dolores de la Hermandad de la Buena Muerte, como pudo comprobarse en la exposición del Museo Etnográfico por la utilización de grapas o alfileres donde no corresponde; los daños de la Corona de la misma dolorosa, ya en proceso de restauración, o la misma Virgen tallada en su día por Sebastián Santos, ya repuesta al culto tras el restablecimiento de los desperfectos que sufre la imagen, consecuencia de la falta de pericia de los sucesivos vestidores.




A ello hay que añadirle el deficiente estado de conservación del patrimonio, cuando este no se guarda en el lugar apropiado para su uso año tras año, o bien cuando no se toman en cuenta las predicciones meteorológicas para evitar salidas procesionales arriesgadas, como pudo comprobarse la noche del Jueves Santo o del Viernes Santo.

A nivel musical, ni que decir tiene que ha sido un año de “Macarena” de Abel Moreno,  para todo, ya sea procesión de penitencia o de gloria; ya sea una corporación de alegría o de silencio. Sin ningún tipo de cortedad por parte de una magnifica Banda Municipal como es la de Don Benito, que quizás necesita mayor orientación por parte de las Hermandades para tener un repertorio más acorde con la clase de Hermandad o día en cuestión. Muy poco adecuada esta marcha para la llegada de la Virgen de la Soledad, tras su salida del Viernes Santo, ante el Cristo Yacente que le esperaba en su regreso.

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La estética de los Cultos, y de los altares de Culto; las dudas en torno a Besamanos o Besacintas, los exornos florales, la manera de vestir a nuestras imágenes, la limitada utilización de los templos para poder desarrollar las actividades propias de cada Hermandad,  la trascendencia de los cortejos, la inadecuada colocación de la Banda en los cortejos procesionales, la eliminación de tradiciones que funcionaban, o la lapidación de cualquier nueva iniciativa en torno a nuevas imágenes …., deja mucho que desear, y demuestran una falta de interés enorme por parte de quien se denomina cofrade, y luego manifiesta públicamente todo lo contrario. Ello motiva ese grito en el desierto, de cuantos queremos ver otra cosa, otras actitudes, otra manera de gestionar, etc… Parecemos atenazados por el miedo a crecer y a mejorar, y ahí radica el déficit  más palpable que impide llegar hacia otras metas, que son totalmente factibles.



Pero el problema más acuciante para la Semana Santa de Don Benito, es la ausencia de un respaldo mayoritario de las Parroquias de la Ciudad, de sus Párrocos y Sacerdotes. A excepción de la  Parroquia  de Santa María, cuyo interés en la materia está sobradamente demostrado. En la forma de ser y sentir del cofrade, hay asumido una falta de apoyo generalizada que le hace conformarse a su suerte, y es algo que perjudica al correcto desarrollo y crecimiento de la Semana de pasión local. Hemos valorado en este Blog, un mayor florecimiento de las Asociaciones de Vecinos, frente a las Hermandades, tanto a nivel del ejecutivo local como a nivel eclesiástico, y ello no hace mas que cada vez haya una distancia mayor entre unas y otras, minando la moral de quien siendo católico y creyente, ve muy limitado su sentimiento de pertenencia a un colectivo cofrade, que siendo miembro también de la Iglesia, no cuenta con el apoyo incondicional de la misma, en este caso que nos ocupa de nuestra querida ciudad de Don Benito.

 Por todo ello, los perfiles religiosos y formativos de los cofrades actuales conforman un panorama realmente complejo, que varía de unos lugares a otros. La capacidad de atracción global de las cofradías es enorme, aunque una observación profunda nos muestra que la cultura cofrade cristiana es en muchos casos fragmentaria y llena de contradicciones y desviaciones. Una característica que se puede observar a simple vista es la de la estratificación, diferentes grupos de personas que no pueden ser tratados del mismo modo formativamente hablando, ya que el incluir a unas automáticamente puede desechar a las otras.

Desde el Magisterio de la Iglesia se llama frecuentemente a la necesidad de una formación adecuada: “Para que los laicos puedan desempeñar adecuadamente y con celo sostenido esta misión, necesaria e ineludible hoy más que nunca, tenemos que ofrecerles instrumentos de formación de su ser cristiano y de su vocación peculiar.. Hay que reconocer a los laicos el derecho que tienen a recibir formación en la Iglesia. Ellos a su vez tienen la responsabilidad de esforzarse por formarse más y mejor con la ayuda de los pastores y con los medios con que cuenta la comunidad cristiana a este respecto” o también “Todos ellos (asociaciones, movimientos y agrupaciones de fieles) alcanzarán tanto mejor sus objetivos propios y servirán tanto mejor a la Iglesia, cuanto más importante sea el espacio que dediquen en su organización interna y en su método de acción, a una seria formación religiosa de sus miembros. En este sentido, toda asociación de fieles en la Iglesia debe ser, por definición, educadora de la fe”, la formación es además un derecho que está reconocido en el Derecho Canónico.

 


Esta formación se hace siempre en nombre de la Iglesia cuando: “caemos en la cuenta de la naturaleza esencialmente eclesial de nuestra fe personal, desarrollando el conocimiento y la estima de la Iglesia como fuente y matriz permanente de la fe, por medio de ella nos llega la asistencia de Dios... De ahí que hay una inseparable unión de predicación auténtica del Evangelio y la incorporación real de los cristianos a la Iglesia histórica de Jesucristo”.

La realidad a la que nos enfrentamos es de todos conocida: secularización, alejamiento de los sacramentos, aversión a todo lo que signifique un orden establecido y por ende a las estructuras de la Iglesia, desconocimiento de la fe, etc. Para esta realidad hemos de superar esta formación deficiente en la dimensión misionera que se nos ha encomendado, debido en parte a la escasez de agentes para la misión. Así, podremos cumplir con el objetivo de la “atención prioritaria a la atención básica y permanente de los fieles cristianos de las Hermandades y Cofradías”, a la que también hace referencia la Conferencia Episcopal cuando dice que “deseamos hacer una nueva invitación en favor de una pastoral evangelizadora más acuciante, que asuma entre sus prioridades la Iniciación cristiana...”. Se hace necesaria en resumen “una segunda evangelización que suponga la evangelización de los alejados, la reevangelización de los cristianos, la cercanía a los que se están alejando y una auténtica iniciación cristiana”.



Pero hay que tener en cuenta que, para las hermandades, la faceta misionera es bastante novedosa, acostumbradas durante siglos a dar culto público a sus titulares, ejercer labores de ayuda comunitaria y caridad a los necesitados. Todo ello sin olvidar sin embargo que las hermandades han tenido y tienen campos de evangelización en los que han sido pioneras, tales como el de la palabra (las hermandades se logran acercar al pueblo de Dios más de lo que pueden hacer el resto de grupos eclesiales), la caridad (las hermandades probablemente han sido las primeras ONGs de la historia), la imagen (debido a la fuerte atracción que ejercen estas sobre las personas especialmente el día de la salida procesional), o la cultura (como parte que forman de las tradiciones de nuestro pueblo).


AUSENCIA DE ACTIVIDAD COFRADE AL MARGEN DE LA  CUARESMA Y LA SEMANA DE PASIÓN.


El cofrade calabazón, al margen del sentimiento de pertenencia a un colectivo del que solo tiene noticias en contadas ocasiones del año, no está acostumbrado a ser reclamado por su Hermandad para acciones dirigidas al culto interno o externo de sus titulares; formación cofrade continuada; participación en convivencias o ejercicios espirituales; participación en la acción social, lúdica o caritativa de la Parroquia en la cual tenga su sede; etc… Apenas recibe información de lo que se decide en cabildo menor o mayor, salvo que haya tenido la suerte de acudir. Todo ello contribuye a hacer del cofrade un miembro acomodado que limita su actividad a la salida procesional, con bastantes dudas acerca de si lo que tiene colgado en su armario es una túnica de hermandad que le causa respeto y admiración, o bien un “simple disfraz”  que camufla una promesa o una penitencia.




El verdadero problema radica en la motivación que recibe este cofrade, que no es la más adecuada. No somos las Cofradías y Hermandades capaces de transmitir nuestros fines fundacionales, por pura apatía, por desidia, en ocasiones por luchas de egos internos en las cúpulas que las dirigen. Si a ellos le unimos una ausencia de conocimientos cofrades realmente acentuada de quienes tienen los mandos de la nave, es muy difícil que las acciones, los objetivos, los medios a emplear, y el camino a seguir en estos tiempos difíciles para la fe, puedan ser transmitidos con fidelidad, y con un verdadero sentido de servicio y catequización permanente.



Si los cofrades no somos conscientes de nuestro potencial, si no sabemos el lugar que ocupamos dentro de la Iglesia, si no contamos con el apoyo de las instituciones, si no somos bien entendidos o recibidos por los pastores de la Iglesia, no podremos caminar hacia parte alguna, es mas, seguiremos llevando a la Semana Santa de Don Benito por un camino hacia la nada. Todos los esfuerzos que se hagan por tratar de salir a flote serán en vano.

No por ello hemos de destacar la intención de crecer y mejorar, que me consta, por parte de la Presidenta de la Junta de Cofradías y por la Concejala de Turismo de la Ciudad: Carrera Oficial, Exposición en el Museo Etnográfico, Revista de Semana Santa desde el miércoles de Ceniza, etc…, pero no quedemos este avance en medidas de cara a la galería, por favor. Demos cabida a toda clase de opiniones, demos entrada a esos jóvenes que vienen con fuerza demostrando su capacidad alrededor de la Asociación Parroquial de la Oración en el Huerto. No demos paso a la intolerancia cofrade, ya glosada en otra entrada de este Blog. No miren para otro lado, esa otra Hermandad que está en la Junta por medio de permiso especial, y cuyas reglas no están en diferente condición que las de esta Asociación, sean mas solidarios.


 

La X Convivencia de Hermandades de la Diócesis de Plasencia,  en Guareña, del 20 de octubre pasado, no hizo sino escenificar la gran ausencia de criterios comunes para saber qué es una Cofradía, cuándo se le puede considerar como tal, cuándo puede acceder a las Juntas locales, como debe vivir el cofrade su actividad como miembro de su Iglesia y de su Cofradía, etc…, y mas flagrante aún cuando quien a través de su ponencia aprovecha para dar palos a sus propios vecinos, motivado por el aprovechamiento de su cargo y por la pérdida de peso especifico en la Semana Santa de Don Benito, pero no es capaz de dar claridad a la situación legal y competencial de los cofrades. Ese daño no se lo hace a la Semana Santa de Don Benito, sino a si mismo, ya que queda retratada su nula labor al frente de su cargo.

Por todo lo dicho, debemos concluir en la consideración del cofrade calabazón, como alguien que carece de medios adecuados para desarrollar su pasión, que está falto de una verdadera formación cofrade y que por tanto, eso limita la alimentación de un verdadero  espíritu de acción común, de servicio  a los demás, de ejemplo de vida cristiana. Todo ello puede y debe cambiar, y en esa cruzada andamos algunos que como yo, buscan tornar la cuestión a base de perseverancia y fe en los medios y en los fines. 

Que así sea queridos lectores, y seguiremos en este 2013 observándolo todo para ver por donde avanza  nuestra pasión...


¡¡¡  COFRADE DE DON BENITO, ....LEVÁNTATE Y ANDA...... !!!














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