Foto Disancor: Procesión Corpus Christi Don Benito
¿Os habíais
planteado alguna vez la existencia de una Cofradía en Don Benito con 432 años
de antigüedad? Pues si, y no es otra que la Real Archicofradía y Vela Continua
del Santísimo Sacramento del Altar. ¿Os parecería una tradición relativamente
reciente?. ¿Poco trascendente?
Extractando
los datos que figuran en la información de Cofradías Sacramentales de la
Revira.com, observamos lo siguiente:
A
finales del Siglo XIII se extienden las Cofradías del Santísimo Sacramento por
la mayor parte de Europa. La Archicofradía del Santísimo Sacramento de Don
Benito fue fundada el 2 de junio de 1580. La Casa Real Española concedió el
título de Real a la Archicofradía. Es la única Cofradía Sacramental de la
ciudad.
Cuando
en el año 1636 ordenó Plasencia la fusión de las Cofradías en solamente cuatro;
la Archicofradía del Santísimo Sacramento quedó fusionada con la ya
desaparecida Cofradía de San Gregorio.
Tiene
por objetivo propiciar entre los cofrades, su participación activa en la vida
litúrgica, y sobre todo en la formación cristiana de sus miembros, motivar a los cofrades para la
recepción frecuente
de los Sacramentos, su participación en la vida eclesial en general y de forma particular en la
vida de su comunidad
parroquial, promover entre los fieles y los cristianos en general, la Adoración al Santísimo
Sacramento del Altar,
y el culto a la Eucaristía, según la reforma del Concilio Vaticano II. Desarrolla las siguientes actividades: celebración
de Misa de Minerva, participación en grupo de los temas del sínodo diocesano de la
diócesis de
Plasencia, coordinación y organización de la Procesión del Corpus Christi y la organización
de la Jornada de Vela Continua al
Santísimo del Altar
en la jornada del Jueves al Viernes Santo.
La Misa
de Minerva, que se desarrolla
a las diez de la mañana
del tercer domingo de cada mes, es un
Acto Litúrgico en cuya celebración se porta, para su adoración, el cuerpo de
nuestro Señor, mediante la Sagrada forma por el interior de la Parroquia de
Santiago. Abriendo la
comitiva procesional el estandarte de la Archicofradía al que acompañan dos
hermanos con varas de mando. La Sagrada Custodia es portada por el sacerdote, dos hermanos lo
acompañan con faroles, uno a cada lado.
Pues bien,
amigos curiosos del mundo cofrade, parece ser que todavía se cuestiona a día de
hoy, si el Señor ha de ser adorado o no, o si solamente hemos de postrarnos
ante el cuerpo y la sangre de Cristo, y comer y beber de El, ya que el
Santísimo Sacramento del Altar no nos mueve hacia otra dirección que no sea
esa.
Creo que
resulta justo y necesario, mostrar respeto hacia esta corporación de nuestra
ciudad, muchas veces ninguneada y lapidada por lo propios miembros de nuestra
Iglesia, que no abordan con la consideración y dignidad necesaria lo que
significa dentro de la actividad eclesiástica de su Parroquia.
Es por ello,
que para tratar de dar algo de luz a la materia, entiendo que hay que buscar su
significado en lo que os expongo a continuación, con el fin de que no resulte
intrascendente su actividad:
1. LA
ADORACIÓN NOCTURNA ES:
Una asociación de creyentes que, reunidos en grupos
se turnan velando en las horas de la noche para adorar a Dios en representación
de toda la humanidad y en nombre de toda la Iglesia, a través de Cristo y para
agradecer al mismo Cristo, Dios y Hombre, su presencia en el Sacramento que los
une al Sacrificio redentor.
2. LA ESPIRITUALIDAD DE LA ADORACIÓN
2. LA ESPIRITUALIDAD DE LA ADORACIÓN
Las diversas espiritualidades dentro del
cristianismo son diversas maneras de imitar a Cristo, o mejor, parcelas
especializadas en una imitación que es imposible en su totalidad y en grado
sumo. Cada forma de espiritualidad trata de cultivar con profundidad mayor la
imitación de Cristo en alguna faceta particular de su fisonomía.
En este sentido, la espiritualidad propia de la
Adoración Nocturna trata de imitar a Cristo adorador del Padre, que durante su
vida mortal oraba frecuentemente de noche, y que ahora perpetúa su adoración,
su intercesión y su sacrificio redentor en la Eucaristía.
3. ADORAR A
DIOS ES:
"La
actitud primordial del hombre ante la presencia de Dios. Es una sensación
compleja y consciente, trenzada de humildad y compunción —por la conciencia de
la propia pequeñez y pecaminosidad— y de veneración temerosa y agradecida a un
tiempo —por la grandeza y santidad de Dios—, que se traduce en un homenaje
jubiloso de todo el ser.
El gesto
corporal —la postración, el caer de rodillas— y sobre todo la actitud del
corazón, expresan la sumisión total y generosamente libre ante la soberanía
absoluta de Dios."
Mons.
DELICADO BAEZA,
Arzobispo de Valladolid
Conferencia del Centenario
Arzobispo de Valladolid
Conferencia del Centenario
"La
actitud más civilizada, más culta, más humana y más religiosa de la criatura en
relación con el Creador. Cuando no se adora y se contempla al Dios infinito,
nos volvemos locos, porque caemos inevitablemente, fatalmente, en otras
adoraciones que nos degradan.
La concreta adoración de la Eucaristía es connatural a la fe en la presencia del Señor en este Misterio. Si se cree de verdad que Jesús quiso quedarse sacramentalmente con nosotros, es necesario detenerse para manifestar nuestra gratitud, para rendirle homenaje de culto y devoción, para obsequiarle con el tributo de las facultades del alma y de nuestro cuerpo, para meditar en lo que es y significa su presencia, para presentarle súplicas y ofrecerle alabanzas. Todo eso es adorar."
Emmo.
Sr. Cardenal MARCELO GONZÁLEZ MARTÍN,
Arzobispo de Toledo
Conferencia del Centenario
Arzobispo de Toledo
Conferencia del Centenario
Una actitud que compromete vitalmente a todo el
hombre. Porque exige sujetar nuestro entendimiento a su verdad, nuestras
decisiones a su voluntad, nuestro corazón para sentir con Él, y nuestra
actividad para realizar sus planes de salvación.
4. LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA ES:
4. LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA ES:
Afirmación expresa, ante los hombres, de nuestra fe
en la presencia sacramental permanente de Cristo en la Eucaristía, que deriva
del sacrificio y se ordena a la comunión.
Búsqueda de una vivencia más intensa del misterio
eucarístico para llenarnos de él y hacerlo vida en nosotros.
Compromiso concreto de ser, con nuestra vida, testimonio
de la realidad del amor de Dios presente entre los hombres.
"La
adoración de Cristo en la Eucaristía es la consecuencia ineludible de su
presencia real; es un deber y una obligación de la Iglesia que quiere agradecer
la condescendencia de Dios al estar presente entre nosotros. San Agustín ha
expresado este sentimiento deforma cabal cuando dice que no sólo no pecamos
adorando la carne que Cristo nos da a comer, sino que pecamos no
adorando."
J. A.
SAYÉS,
La Presencia real de Cristo
en la Eucaristía
BAC, Madrid, 1976
La Presencia real de Cristo
en la Eucaristía
BAC, Madrid, 1976
"La.
adoración eucarística es el reconocimiento agradecido y explícito de la
presencia de Dios entre los hombres y es necesaria esta explicación para
mantener viva la conciencia de la peculiaridad y del realismo de nuestra fe. La
conciencia viva en la presencia de Cristo en la Eucaristía, prolongación
sacramental de la Encarnación, ha permitido a la Iglesia seguir siendo fiel al
misterio de la mediación salvífica del cuerpo de Cristo, por el que se asegura
el realismo de nuestra participación sacramental en su sacrificio, se consuma
la unidad de la Iglesia y se participa ya desde ahora en la gloria
futura." (ibíd.)
5. SER ADORADOR ES:
5. SER ADORADOR ES:
Disfrutar especialmente del regalo infinito que
supone la presencia real de Jesús en el Santísimo Sacramento.
Conversar personalmente con Él en su domicilio
terrestre durante el silencio de la noche, como Nicodemo.
"Jesús
no es una idea, ni un sentimiento, ni un recuerdo. Jesús es una persona viva
siempre, y presente entre nosotros. "
JUAN
PABLO II,
Discurso del 8.11.1978
Discurso del 8.11.1978
Sentir la alegría de hospedarle en nuestra propia
casa como el publicano Zaqueo o como los hermanos de Betania.
Comprometerse activamente con Jesús para realizar
entre los hombres su mandamiento de amor, y para construir el Reino de Dios en
la tierra.
6. LA VOCACIÓN ESPECÍFICA DEL ADORADOR NOCTURNO
6. LA VOCACIÓN ESPECÍFICA DEL ADORADOR NOCTURNO
Como Adoradores, ejercemos ante Dios lo que
constituye un deber de toda creatura racional: reconocer que Dios es Dios, que
es nuestro Creador, nuestro Señor y nuestro Padre; reconocer la soberanía de
Dios sobre todas las cosas y sobre nuestra vida, que dependemos de Él y suyos
somos, que le pertenecemos total y exclusivamente; reconocer también que Dios
es nuestro Salvador en Cristo y nuestro destino.
Como Adoradores Nocturnos, que adoramos
velando, estamos cumpliendo la misión escatológica de la Iglesia, Esposa de
Cristo, que debe estar amorosamente atenta a la venida del Señor:
"Dichosos
los siervos que el Señor al venir encuentra despiertos; yo os aseguro que se
ceñirá, los liará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá.
Y si viene en la segunda vigilia o en la tercera, y los encuentra así, dichosos ellos."
Lc
12,37-38
— Como Adoradores agrupados en Turnos, con
días de vigilia señalados y cubriendo distintas horas de vela, debemos
sentirnos dentro de la Iglesia cumplidores de la misión que a Ésta encargó el
Señor cuando pidió que oráramos ininterrumpidamente:
"También
se ha de conservar aquella forma de adoración, muy digna de alabanza, en que
los miembros de la comunidad se van turnando de uno en uno o de dos en dos,
porque también de esta forma, según las normas del instituto aprobado por la
Iglesia, ellos adoran y ruegan a Cristo el Señor en el Sacramento, en nombre de
toda la comunidad y de la Iglesia."
Ritual
del culto a la Eucaristía,
núm. 90, párrafo 2.°
núm. 90, párrafo 2.°
"Llevamos
en la entraña de nuestra propia vida el espíritu comunitario que es la esencia
misma de la Iglesia: juntos rezamos, juntos cantamos, juntos damos gracias,
juntos lloramos nuestros pecados y nuestras miserias, y juntos nuestros
corazones piden a Dios las gracias necesarias para la salvación de los
hombres."
Mons.
ÁNGEL SUQUÍA,
Arzobispo
de Santiago de Compostela
Conferencia del Centenario
Conferencia del Centenario
La identidad del Adorador se define por lo que
cree, por lo que practica y por los compromisos que acepta en el quehacer
eclesial.
7. EL
MISTERIO DE LA FE
Creemos todo lo que cree y enseña como revelado por
Dios el Magisterio infalible de la Iglesia. Explícita y especialmente, hacemos
profesión de las verdades de fe relacionados con el Misterio Eucarístico.
"Nuestro
Salvador, en la Última Cena, la noche que le traicionaban, instituyó el
sacrificio Eucarístico de su Cuerpo y Sangre, con el cual iba a perpetuar por
los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la Cruz, y a confiar así a su
Esposa la Iglesia el memorial de su muerte y Resurrección: Sacramento de
piedad, Signo de unidad, Vínculo de caridad, Banquete pascual, en el que se
come a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria
futura."
CONCILIO
VATICANO II
Const. Sagrada Liturgia, 47
Const. Sagrada Liturgia, 47
ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Dios mío, yo creo, adoro,
espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y
no te aman.
Es de
esperar que esta Oración cale muy hondo en los que todavía piensan lo contrario…