lunes, 11 de febrero de 2013

UN VÍA CRUCIS PARA EL AÑO DE LA FE






La celebración del Vía Crucis magno hispalense, programado para el próximo 17 de febrero de 2013, tiene como referencia la conmemoración del Año de la Fe, proclamado por Su Santidad el Papa Benedicto XVI. Es por ello que el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, anunció, el día en el que dio a conocer los actos con motivo de este acontecimiento de la Iglesia, la celebración de un histórico acto piadoso, en el que se rezarán las catorce estaciones del Vía Crucis del Beato Juan Pablo II, disponiendo que cada una de ellas estuviese presidida por una imagen procesional.




En palabras de Monseñor Asenjo,  el Vía Crucis de la Fe debe servir para mover a la conversión, al cambio de vida y a una vuelta a Dios". El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, en su última carta pastoral, anima a los fieles a participar en el gran acto piadoso que tendrá lugar el próximo domingo 17 de febrero, con 14 pasos de misterio, por el entorno de la Catedral.

En su misiva, el prelado hispalense augura una gran afluencia de fieles y un gran seguimiento por televisión de este acto de piedad y culto: "Será éste el modo más visible y hermoso con el que el mundo cofradiero, tan importante en nuestra Archidiócesis, celebrará el Año de la Fe, en el que se han implicado con gran interés todas las hermandades de la Archidiócesis con actos especiales de culto y con programas bien concretos de caridad, de formación y de catequesis sobre el símbolo de la fe".


Las catorce imágenes elegidas irán sobre sus pasos procesionales y no en andas como en un principio anunció Asenjo. Lo hará como medida de ahorro y para evitar el coste de levantar catorce altares en la Avenida de la Constitución. Pese a que la hermandad del Gran Poder no ha ocultado su descontento por esta medida, no parece ser que va­ya a ser un impedimento insalvable para la participación del Señor. El traslado se realizará sin bandas de música, aunque podrían ir acompañadas por capilla musical o escolanía. La hora prevista de llegada sería de 16.00 a 16.30 horas, con vistas a que el Viacrucis comience a las 18.00 horas, con una duración máxima de dos horas. Al terminar, en orden inverso to­dos los pasos entrarán en la Catedral por la Puerta de Palos, visitarán a la Virgen de los Reyes y saldrán por la Puerta de San Miguel.


Lista de imágenes 

1.      Montesion
2.      Beso de Judas
3.      San Gonzalo
4.      Carmen Doloroso
5.      Torreblanca
6.      San Esteban
7.      Gitanos
8.      Pasión
9.      Gran Poder
10.  Las Penas de La Estrella
11.  Conversión de Montserrat
12.  Siete Palabras
13.  El Cachorro
14.  Santo Entierro


SIGNIFICADO DEL VIA CRUCIS


Viacrucis o vía crucis su significado es «camino de la cruz» y se refiere a las diferentes etapas o momentos vividos por Jesús desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura. La expresión se usa también comúnmente para expresar todo tipo de dificultades que se presentan en la vida cuando se quieren alcanzar ciertos objetivos.

"Vía Crucis" del latín "Camino de la Cruz". También conocido como 

"Estaciones de la Cruz" y "Vía Dolorosa". Se trata de un acto de piedad, un camino de oración que busca con la meditación de la pasión y muerte de Jesucristo en su camino al Calvario. El camino se representa con una serie de catorce imágenes de la Pasión, denominadas estaciones, correspondientes a incidentes particulares que, según la tradición cristiana, Jesús sufrió por la salvación de la humanidad basados en los relatos evangélicos y la tradición. También se llama Viacrucis al recorrido de cruces que señalan un camino o una ruta donde se puede realizar este ejercicio piadoso.



LA DEVOCIÓN DE LOS MISTERIOS DOLOROSOS.


El Vía crucis es una devoción centrada en los Misterios dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las estaciones que, del Pretorio al Calvario, representan los episodios más notables de la Pasión.

La difusión del ejercicio del Vía crucis ha estado muy vinculada a la Orden franciscana. Pero no fue San Francisco quien lo instituyó tal como lo conocemos, si bien el Pobrecillo de Asís acentuó y desarrolló grandemente la devoción a la humanidad de Cristo y en particular a los misterios de Belén y del Calvario, que culminaron en su experiencia mística en la estigmatización del Alverna; más aún, San Francisco compuso un Oficio de la Pasión de marcado carácter bíblico, que es como un «vía crucis franciscano», y que rezaba a diario, enmarcando cada hora en una antífona dedicada a la Virgen. 

 


En todo caso, fue la Orden franciscana la que, fiel al espíritu de su fundador, propagó esta devoción, tarea en la que destacó especialmente San Leonardo de Porto Maurizio.


El Vía crucis consta de 14 estaciones, cada una de las cuales se fija en un paso o episodio de la Pasión del Señor. A veces se añade una decimaquinta, dedicada a la resurrección de Cristo. En la práctica de este ejercicio piadoso, las estaciones tienen un núcleo central, expresado en un pasaje del Evangelio o tomado de la devota tradición cristiana, que propone a la meditación y contemplación uno de los momentos importantes de la Pasión de Jesús. Puede seguirle la exposición del acontecimiento propuesto o la predicación sobre el mismo, así como la meditación silenciosa. Ese núcleo central suele ir precedido y seguido de diversas preces y oraciones, según las costumbres y tradiciones de las diferentes regiones o comunidades eclesiales. En la práctica comunitaria del Vía crucis, al principio y al final, y mientas se va de una estación a otra, suelen introducirse cantos adecuados.

Aquí ofrecemos el Vía crucis con textos e imágenes que ayuden a meditar y contemplar «los excesos del amor de Cristo». Los fieles y las comunidades sabrán escoger lo que les sea más útil en sus circunstancias y lo que mejor les ayude a seguir a Cristo, acompañando a María y acompañados de ella.
 

 Vía Crucis Emeritense


ESTACIONES

A las etapas del viacrucis se le denominan estaciones y tradicionalmente se cuentan 14, aunque el papa Juan Pablo II añadió la Resurrección en último lugar.


Recientementey, bajo el auspicio de Juan Pablo II, se creó un nuevo Viacrucis con 15 estaciones basadas todas ellas en momentos del Nuevo Testamento, ya que el anterior recogía muchos pasajes de los Evangelios apócrifos. Este nuevo viacrucis comienza con la oración de Jesús en el huerto de Getsemaní y finaliza con la Resurrección de Cristo. Era un intento de acercar ecuménicamente a todas las confesiones cristianas.


El nuevo Vía Crucis es:

  • Primera Estación: Jesús en el huerto de los Olivos.
  • Segunda Estación: Jesús, traicionado por Judas, es arrestado.
  • Tercera Estación: Jesús es condenado por el Sanedrín
  • Cuarta Estación: Jesús es negado por Pedro
  • Quinta Estación: Jesús es condenado a muerte por Pilato
  • Sexta Estación: Jesús es flagelado y coronado de espinas.
  • Séptima Estación: Jesús carga la cruz.
  • Octava Estación: Jesús es ayudado por Simón el Cirineo a llevar la cruz.
  • Novena Estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.
  • Décima Estación: Jesús es crucificado.
  • Undécima Estación: Jesús promete su reino al buen ladrón.
  • Duodécima Estación: Jesús en cruz, su madre y el discípulo
  • Decimotercera Estación: Jesús muere en la cruz.
  • Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado.
  • Decimoquinta Estación: Jesús resucita.

REGULACIONES ACTUALES SOBRE LAS INDULGENCIAS


Publicadas en el Enchiridion Indulgentiarum Normae et Concessiones, en mayo de 1986, Librería Editrice Vaticana (Traducción no oficial del inglés por el Padre Jordi Rivero)
Se concede indulgencia plenaria a los fieles cristianos que devotamente hacen las Estaciones de la Cruz.
El ejercicio devoto de las Estaciones de la Cruz ayuda a renovar nuestro recuerdo de los sufrimientos de Cristo en su camino desde el praetorium de Pilato, donde fue condenado a muerte, hasta el Monte Calvario, donde por nuestra salvación murió en la cruz.
Las normas para obtener estas indulgencias plenarias son
  1. Deben hacerse ante Estaciones de la Cruz erigidas según la ley.
  2. Debe haber catorce cruces. Para ayudar en la devoción estas cruces están normalmente adjuntas a catorce imágenes o tablas representando las estaciones de Jerusalén.
  3. Las Estaciones consisten en catorce piadosas lecturas con oraciones vocales. Pero para hacer estos ejercicios solo se requiere que se medite devotamente la pasión y muerte del Señor. No se requiere la meditación de cada misterio de las estaciones.
  4. El movimiento de una Estación a la otra. Si no es posible a todos los presente hacer este movimiento sin causar desorden al hacerse las Estaciones públicamente, es suficiente que la persona que lo dirige se mueva de Estación a Estación mientras los otros permanecen en su lugar.
  5. Las personas que están legítimamente impedidas de satisfacer los requisitos anteriormente indicados, pueden obtener indulgencias si al menos pasan algún tiempo, por ejemplo, quince minutos en la lectura devota y la meditación de la Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo.
  6. Otros ejercicios de devoción son equivalentes a las Estaciones de la Cruz, aún en cuanto a indulgencias, si éstos nos recuerdan la Pasión y muerte del Señor y están aprobados por una autoridad competente.
  7. Para otros ritos. Los patriarcas pueden establecer otros ejercicios devotos en memoria de la Pasión y muerte de nuestro Señor, en manera similar a las Estaciones de la Cruz. Dejando claro que todo por lo que Jesús murió en la cruz fue por nosotros, para poder salvarnos.
 



Los requisitos de arriba son necesarios para obtener las indulgencias, pero siempre que se hacen las Estaciones con devoción en cualquier lugar, ya sea públicamente o en privado, se obtendrán muchas gracias. Claro que deben hacerse de corazón, con sincera intención de conversión.

Las Estaciones de la Cruz se pueden hacer con gran beneficio todo el año y son especialmente significativas durante la Cuaresma. Cada Viernes Santo, el Papa dirige las Estaciones de la Cruz desde el Coliseo en Roma para recordar a los mártires y nuestro llamado a seguir sus pasos.


EL VÍA CRUCIS COMO ACTO PRINCIPAL DE LA CUARESMA


La cuaresma es un tiempo de reflexionar sobre nuestra vida y tratar de encontrarnos con Cristo. Es un tiempo donde se nos invita especialmente a practicar la oración como método para hacer silencio interior, escucharnos a nosotros mismos y a Dios.  Para orar cualquier oración es buena, sin embargo a lo largo de la historia muchos creyentes han preferido ciertas oraciones por su fuerza y su capacidad para acercarnos a Dios, incluso y muchos santos han hecho versiones de estas oraciones o maneras especiales de rezarlas para potenciarlas. Un buen ejemplo es el Vía Crucis, rezado por millones de personas a lo largo de la historia y versionado por infinidad de santos y personas de fe.
 
El Vía Crucis es, para muchos cristianos, un ejercicio de piedad lleno de contenido y de cariño agradecido. Consiste en seguir espiritualmente este mismo trayecto, deteniéndose ante 14 escenas o estaciones para meditar los sufrimientos de Jesucristo y unirse interiormente con Él.
 
“Vía Crucis” son dos palabras latinas cuyo significado podría traducirse como “Camino de la Cruz”.
 
Condenado a muerte y cargado del madero, que había de ser el instrumento de nuestra redención, Jesús hizo este itinerario de dolor desde el pretorio de Pilato hasta el monte Calvario (Mt 27, 22-61; Mc 15; Lc 23; Jn 19). Era el primer Viernes Santo. Hoy, el recuerdo entrañable de estos momentos de la vida de Jesús se ha convertido en oración.
 
Los distintos textos que se han hecho, son un instrumento, no sólo para la oración vocal, sino que pueda ayudar a la meditación personal, a la reflexión sobre el misterio de la redención y sobre todo al diálogo intimo con el Señor.
 
Los textos intentan ser un medio para la oración personal o comunitaria, sobre todo en momentos fuertes en que la Liturgia nos invita a asociarnos a la Pasión del Señor, por ejemplo en los viernes de Cuaresma, o el Viernes Santo.

 



¿CÓMO REZAR EL VÍA CRUCIS?


Sugerencias prácticas para hacer con mayor fruto esta devoción tan propia del catolicismo.

Para ayudar a vivir con fruto estos momentos de especial trato con Jesús, en cada una de las estaciones, es conveniente disponernos interiormente, considerando que ante la imposibilidad de estar físicamente presentes en Jerusalen en tiempos de Jesús, podemos, ahora, unirnos a ese camino que lo llevó por amo a nosotros hasta su muerte en la Cruz.
 
1. Se enuncia la Estación y se hace un momento de silencio.
 
2. Después del enunciado de cada una de las estaciones se puede decir:
 
V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu santa cruz redimiste al mundo
 
3. Después se suele rezar un Padrenuestro y un Avemaría.
 
4. Finalmente, antes de comenzar la siguiente estación, y para mover nuestro espíritu de penitencia, de reparación, de asociarnos a la redención de Cristo, podemos decir:
 
V/ Señor pequé.
R/ Tened piedad y misericordia de mi.

 


Posible texto inicial:
 
Vamos a comenzar este rato de oración siguiendo el Via crucis. Acompañamos a Jesús en el camino que recorrió hasta llegar al calvario. Queremos seguir los pasos del Hijo de Dios que, con su muerte, y su resurrección nos obtuvo la Vida para siempre. Para poder profundizar y entender la Pasión del Señor, es necesario tener en cuenta estos tres elementos:
 
A. Un hecho: "padeció", "sufrió", "murió".
 
B. Una finalidad: "por nosotros", "por nuestros pecados", "por nuestra salvación".
 
C. Un móvil: "el amor a nosotros", "la obediencia y amor al Padre".
 
Jesús pasó por el mundo haciendo el bien. Mostró el rostro del amor de Dios a todos los hombres. Toda su vida fue de entrega amorosa, pero quiso rubricarlo de tal forma que no dejara lugar a dadas, y así lo manifestó en los últimos momentos de su vida: "habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" (Jn 13, 1), hasta no poder más. Si no hay mayor prueba de amor que "el dar la vida por los amigos" (Jn 15, 13), Él nos ha demostrado que es el mejor amigo: padeció y se entregó por nosotros, por ti y por mi.
 
Nos disponemos a acompañar a Jesús en su camino hacia el Calvario. Estamos llenos de agradecimiento por su amor a nosotros, y al mismo tiempo nos duele haberle hecho sufrir tanto con nuestros pecados. Con estos sentimientos nos preparamos en unos momentos de silencio y oración.

 



ORACIÓN PREPARATORIA


Jesús, estamos aquí ante Ti, dispuestos a acompañarte en este camino de amor y sufrimiento redentor. Queremos meditar los acontecimientos que viviste tan intensamente y por amor a nosotros: desde la oración del huerto hasta tu muerte y sepultura. Nuestros pecados han sido la causa de tanto dolor. Por eso, te pedimos perdón y prometemos no ofenderte más.

María, Tú que siempre estuviste cerca de tu Hijo, ayúdanos a "tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús". Tú, que permaneciste fiel al pie de la cruz, muéstranos el camino de la fidelidad.
ORACIONES INICIALES

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. Oh buen Jesús, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén.
Por la señal, de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICCIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme, y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.




Es una verdadera pena que las Cofradías de Don Benito, no hayan aglutinado voluntades a través de la Junta de la que forman parte, para llevar a cabo un acto simbólico para este año de la Fe. Se vuelve a escenificar la falta de interés y espiritu cofrade, la desidia para trabajar algo mas que por la mera salida procesional, y en algún caso concreto, la falta de solidaridad y boicoteo permanente a nuevas iniciativas y corporaciones en la ciudad, que demostrado está, trabajan bastante mas que ellos, y ponen mas empeño e ilusión por escenificar un verdadero sentimiento de pertenencia a un colectivo, una acción de caridad visible, un interés por la formación de sus hermanos, y una manifestación permanente de fe. Parece mentira que olviden sus orígenes, e incluso su estatus actual, sostenidos por una mera autorización obsoleta, y que precisaría de actualización. 

Pero demos tiempo al tiempo, que este, como Juez de la vida, pondrá a cada uno en el lugar que merece...y por supuesto a la Semana Santa de Don Benito.