Ha florecido en los últimos tiempos, en el panorama cofrade dombenitense, una figura que parecía diseñada para otros lugares más fértiles que nuestra querida ciudad de Don Benito. Mas cercano a esos “Tontos de Capirote” que con tanto cariño y acierto dibujara Don Paco Robles, a orillas del Guadalquivir, donde es mas fácil deleitarse con la monserga capirotera, desde la prueba del grosor del azúcar de una torrija de leche, hasta la calidad del material empleado para confeccionar el dedal utilizado por la hermana de una camarera de la Virgen, el día que terminan de preparar una puntilla.
No se si afortunada o desafortunadamente, por estos lares, estamos poco acostumbrados a mirarnos por el objetivo de un microscopio en lo que a la composición de nuestras Hermandades y Cofradías se refiere. Sobre gustos no hay nada escrito, y en un momento dado todos podemos aportar nuestra visión sobre la estética de las cosas, sobre la calidad y categoría de nuestras imágenes titulares, sobre como se componen sus vestiduras, la ornamentación de los altares de culto, de los pasos procesionales, de los exornos florales, del acompañamiento musical, de lo acertado o no de los cortejos procesionales o de los estandartes e insignias que los acompañan.
En todas estas materias, no somos muchos los que podemos llegar a estar pendientes del más mínimo detalle para sacar nuestro sacapuntas dorado e hilar fino con lo que contemplan nuestros ojos. Ciertas cosas chirrían mas que otras y quedan al descubierto para solaz regocijo del “capillita sabijondo”, que con su verbo o pluma afilada está dispuesto a no dejar títere con cabeza, poniendo a caldo al prioste mas preparado, a la camarera mas afanada, al Hermano Mayor mas responsable o al flequillo del macero del Ayuntamiento…
Esta figura, tan necesaria como a veces pedante, puebla a sus anchas por el panorama morado de la actualidad cofrade, y ha tomado los foros y páginas web para dejar caer sus “perlas”, en un ejercicio de proporcionar oxígeno a todos aquellos que estábamos faltos de ello, hasta el punto de no poder respirar, vamos, hablando en plata, que va perdonando vidas a diestro y siniestro.
Sin dejar de reconocer que muchas de las observaciones de este ejemplar de Magistrado en la materia, tienen una gran parte de razón, es posible, que las formas o maneras empleadas, hagan que al final pueda llegar a perder la poca o mucha certeza de sus conclusiones, generando un gran malestar en la cúpula de nuestras Hermandades y Cofradías, en Párrocos y Sacerdotes y en tantos otros, que con los medios que disponen, a veces no pueden o no son capaces, de componer mejor todo aquello que rodea al ámbito de nuestra vida cofrade.
En homenaje a nuestro insigne escritor, Don Luis Chamizo, es por lo que resulta imprescindible utilizar nuestra querida letra J, para dar sentido a la sabiduría de este capillita, que en su “SABIJONDURA”, tiene a bien proporcionarnos todo un catálogo de protocolo cofrade, para saber si estamos acertados o no, o si por el hecho de hacer esto o aquello, estamos desacertados de antemano. Si a ello además le añadimos una pizca de locuaz chulería, estamos ante todo un personaje que destaca por encima de todos, y que en un ámbito territorial como este de las Vegas Altas, va a ser siempre un incomprendido.
Con todo el cariño del mundo, y deseando que nos siga deleitando con su capacidad de análisis, diseccionando o bien, haciéndole la autopsia a nuestra Semana de pasión, sería justo, necesario y conveniente, el que fuera creando su propia cantera, para que este tipo de “capillitas” fuera creciendo en número y calidad.
No obstante, adaptar las costumbres y maneras sevillanas a los medios y maneras de concebir la materia cofrade en nuestra tierra, es algo que tendrá que ir cuajando poco a poco, con una juventud que viene por detrás bastante ilusionada y preparada para tomar nota de los comentarios, pero que sobre todo merece un respeto y que pueda aprender de sus propios errores para coger experiencia.
¡¡ Chaaacho !! Te voooyy a llamaaar, vamooo a veerlo tooos por igual valientes, A EEESTA ES…. (No hombre no, eso de Chacho no se dice, en todo caso, muchacho o bien fulano o mengano....)