Mi admiración y respeto por el gran trabajo que desarrollan estos grandes profesionales de la información cofrade como son Fran López de Paz, José Manuel de la Linde, Antonio Cattoni, Charo Padilla, Pepe Gómez Palas, José Antonio Rodríguez, Esteban Romera, Víctor García Rayo, Francisco Robles, y un largo etc…, al frente de sus programas de “EL LLAMADOR”, de Canal Sur Radio, o “SEMANA SANTA DE SEVILLA”, en “Tele Sevilla”, "CINGULO Y ESPARTO", en "ABC.Puntoradio" , así como sus crónicas en “El Correo de Andalucía”, “Pasión en Sevilla” de ABC, etc…
Todos ellos alimentan la pasión por la vida y el sentimiento cofrade, informándonos fielmente de los acontecimientos que suceden en la Semana Santa de Sevilla, por la cual ya he expresado en otras ocasiones mi seguimiento permanente. Pero la información, afortunadamente no está reñida con la opinión, el debate, la crítica constructiva, la denuncia y en general la puesta de manifiesto de verdades como puños, que suceden en el ámbito de nuestra afición cofradiera.
De ahí, surgen las críticas y las alabanzas, los tironcitos de orejas y los aplausos, y en definitiva los ciriazos y los sahumerios. Ellos dan la opción en sus programas a que la gente exprese sin ningún miedo o temor su opinión sobre lo que ven o lo que creen ver, sin que nadie llegue a escandalizarse por ello.
Esta entrada, aplicada a la vida cofrade calabazona viene a representar lo poco que estamos acostumbrados en Don Benito a asumir “ciriazos con chorreón de cera caliente”, mas que alabanzas. Los medios de información cofrade, que disfrutamos en nuestra ciudad, se reducen a la que se deriva de la época de Semana Santa, tanto en el Hoy, el Periódico de Extremadura, Nuestra Comarca o K30 TV; pero de una forma permanente y fidedigna, es DONBENITOCOFRADE.COM, quien puede poner de manifiesto cuestiones de gran interés para todos nosotros mas allá de la Cuaresma y de la Semana grande de pasión.
Dentro de este oasis de la información cofrade, además de poner en liza las noticias, novedades y agendas de nuestras Hermandades y Cofradías, o de la vida de la Iglesia dombenitense, ocupa un lugar primordial la opinión, la alabanza, la crítica, y en definitiva, el dar un lugar a los cofrades, para que puedan expresar, eso si, de forma educada, lo que piensan sobre los acontecimientos que rodean a la actualidad morada. En esta labor, también estamos los Blog de Cofrade del Siglo XXI, y este que represento humildemente de Pasión Dombenitense.
Los foros constituyen una parte fundamental para saber el sentir de todos sobre lo que perciben nuestros ojos, y por suerte o por desgracia, no todo son alabanzas, o puesta de manifiesto de bondades, también son necesarias las críticas o ciriazos; circunstancia poco entendida y valorada, por algunas de nuestras hermandades, o por alguno de los hermanos que las constituyen.
Yo soy partidario de que en nuestras corporaciones, se esté alerta ante lo que puedan pensar otros hermanos que tengan un criterio distinto, o un conocimiento superior para movilizar para mejor las cosas de la cofradía, de tal modo, que tan necesario es la existencia de un “capillita sabijodo”, como de un “capillita beatón”, uno “tolerante”, otro que sea buen “relaciones públicas”, otro que tenga un “espíritu joven” y aperturista a nuevas costumbres o novedades, etc… Entre todos, lo que verdaderamente importa es tener ilusión y fervor por nuestra Hermandad, por sus titulares, por nuestro patrimonio, y por exponerlo y conservarlo de forma digna.
Lo que no podemos aceptar, es que se pretendan cortar de raíz cualquier género de opinión salvo que esta sea positiva. Entiendo la opinión y la crítica, siempre que esta se haga con respeto y educación, sin menospreciar, sin medrar; que sea con ánimo de mejorar o denunciar lo que se está haciendo mal y se puede variar solo con cierto gusto, o con mirar en otro lado para aprender como con poco se puede hacer mucho.
Es por ello que deberíamos tomar ejemplo de quienes llevan siglos haciendo esto, y aunque saben bien mirarse hacia el ombligo, también alimentan la posibilidad de que todos expresemos sin cortapisas nuestros ciriazos y sahumerios.
Mi homenaje a ellos, y mi deseo de que no se nos corte la voz ni la palabra.