martes, 17 de abril de 2012

BEATA MADRE MATILDE TÉLLEZ: GLORIA DE DON BENITO


En días pasados ha surgido la noticia del traslado de los restos de la Beata Madre Matilde Téllez desde la Capilla del Colegio del Sagrado Corazón (“Las Azules”) a la Capilla del Hospital de San Antonio, regido por las Religiosas de Madre Matilde y que fue fundado personalmente por la misma religiosa en el año 1882, con la ayuda del pueblo dombenitense y para el cuidado de los enfermos de su población.

El motivo no es otro que el establecer en el interior de la Capilla del Colegio, un lugar mas preparado para que se pueda prestar la veneración merecida a sus restos, a la altura del culto que ya recibe en otros lugares de Extremadura y de fuera de España (Venezuela, Canadá, etc…). Con estas obras se pretende dar un sitio preferencial más abierto a todas las personas que deseen expresar su devoción y recogimiento orando ante ella, incluso desde la calle.

El pasado 13 de abril, tuvo lugar en la Capilla del Colegio Sagrado Corazón la Celebración de despedida por el traslado de los Restos, presidida por el Sr. Vicario Episcopal de la Zona Sur, Don Juan Manuel de Miguel Sánchez, Párroco también de Santa María del Consuelo.

Conjugando la contemplación con la acción, Madre Matilde se lanzó por largos años a una intensa actividad apostólica con niñas y jóvenes, pobres y enfermos; trabaja con las Hijas de María, da catequesis, atiende la escuela dominical, prepara para el matrimonio cristiano y acompaña a jóvenes vocacionadas; recorre alegre la ciudad en todas las direcciones para llevar consuelo y ayuda a cualquier enfermo o necesitado, «visitando a su amante Jesús en la persona de sus pobres».
En 1962 se extrajeron los restos de la Madre Matilde del suelo de la Capilla del Colegio Sagrado Corazón y se depositaron en un mausoleo de mármol.

El 23 de abril de 2002, el Papa Juan Pablo II reconocía oficialmente las Virtudes Heroicas de la Sierva de Dios Matilde Téllez, y al año siguiente, el 12 de abril, se promulgaba el Decreto sobre el milagro obrado por su intercesión, dando así el paso decisivo a su Beatificación: el 21 de marzo de 2004.

El 8 de mayo de 2004 se hizo una Procesión con las reliquias de la Beata desde su Capilla hasta la Parroquia de Santiago, donde se celebró la Eucaristía de Acción de Gracias por su Beatificación. Su festividad quedó establecida para el día 30 de mayo.

Hay que destacar que la Beata Madre Matilde Téllez es cotitular de la nueva Asociación Parroquial del Santísimo Cristo de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos, ubicada en la recién estrenada Iglesia de la Sagrada Familia, y que realizó su primera salida procesional el pasado Lunes Santo por las calles de su barrio.

Este hecho, insólito en nuestra ciudad, da pie a la primera Asociación Parroquial (futura Cofradía) que alberga el doble carácter Penitencial y de Gloria, tan poco entendido, e incluso criticado en algunos foros cofrades. Para esta nueva corporación del Lunes Santo, es un honor y un privilegio, poder rendir culto a la Beata Madre Matilde, como así figura en sus reglas fundacionales, siendo su deseo el poder mostrar a Don Benito, la importancia de su labor pastoral y asistencial, con congregaciones no solo en nuestra ciudad sino fuera de ella.

Hay una religiosidad profunda, llena de sensibilidades casi intangibles, de rezos callados que ungen corazones y calles, de humildad y sacrificio, de paciencia... Es esa poesía de la religión de la que escribió Bécquer, que ve en lo pequeño la misteriosa presencia del Dios de los pobres y sencillos. Cualquier ciudad vive gracias a ella la devoción, sentimiento de encuentro indefinible que ilumina la fe en sus oscuridades cotidianas, encuentro de corazón a corazón con el Hijo Encarnado que sigue viviendo en el corazón de los hombres, gracias a que hubo una mujer, María, que quiso concebirlo en sus entrañas. Ella es desde entonces centro de esta religión cercana, sensible que constituye la esencia de las Hermandades de Gloria, que con tan buen ejemplo podemos encontrar en la ciudad de Sevilla. Gloria y Penitencia, pueden y deben convivir en el seno de nuestras corporaciones, sin ningún tipo de límite a la devoción que sus titulares nos demandan.

Pongamos pues el acento en reconocer la vida y el ejemplo de Madre Matilde, y seamos conscientes del sitio que debe ocupar no solo en Don Benito, en su Capilla, sino también en nuestras oraciones.