Siempre me llamó la atención como creyente, y como cofrade convencido,
la representación de la Divina Misericordia, a través de esta imagen de Jesús
que desprende dos haces de luz roja y blanca, que podemos encontrar tanto en la
capilla sacramental de la Parroquia de Santa María del Consuelo, como a la
izquierda del altar mayor, en la nueva iglesia de la Sagrada Familia en el
barrio del Noque, de Don Benito.
En el caso del cuadro ubicado en Santa María, fue el pasado
Viernes de Dolores de 2011, cuando el Señor Obispo
de Plasencia, que presidió la Novena de la Virgen de la Soledad, bendijo el cuadro de la
"Divina Misericordia", que ha sido ubicado en la capilla Sacramental.
El Señor Obispo recomendó también propagar esta devoción, difundida por
Santa Faustina y de la que tan devoto fue el Papa Juan Pablo II (él mismo que
beatíficó y canonizó a Santa Faustina), por eso todos los viernes, después de
la Misa de la tarde en la Parroquia de Santa María se reza la "Corona de
la Divina Misericordia" y se leen algunos fragmentos del
"Diario" de Santa Faustina. En cuanto a la Sagrada Familia, con la bendición del templo el pasado 19 de marzo, también por Don Amadeo, se continuaba con ese mensaje de su Santidad, respecto del cuadro ubicado sobre el lateral izquierdo del altar.
Capilla Sacramental Parroquia de Santa María del Consuelo - Don Benito
Altar Mayor Iglesia de la Sagrada Familia - Don Benito
La fiesta de la Divina Misericordia se celebra el segundo Domingo de
Pascua. Tiene como fin principal hacer llegar a los corazones
de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos
... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que
tiene a Mi misericordia" (Diario, 723). En este mensaje, que Nuestro Señor
nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena
confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con
el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones... "porque
la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil" (Diario, 742).
Con el fin de celebrar apropiadamente esta
festividad, se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina
Misericordia; confesarse -para la cual es indispensable realizar primero un
buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de
la Divina Misericordia.
Pero ¿cuál es su significado y procedencia?:
El primer elemento de la
Devoción a la Divina Misericordia que fue revelado a la Hermana Faustina fue la
Imagen, el 22 de Febrero del 1931. Jesús se le aparece con rayos de luz
irradiando desde su Corazón y le dice:
"Pinta una imagen según el modelo que vez, y firma: "Jesús, en ti
confío". Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego
en el mundo entero." (Diario 47)
"Prometo que el alma
que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la
victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerta. Yo Mismo la
defenderé como Mi gloria." (Diario 48)
"Ofrezco a los
hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia
para recoger gracias. Este recipiente es esta imagen con la firma: Jesús en Ti
confío". (Diario 327)
"Los dos rayos
significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica
las almas. EL rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las
almas…"."Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi
misericordia cuando Mi Corazón agonizado fue abierto en la cruz por la lanza."
"Estos rayos
protegen a las almas de la indignación Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la
sombra de ellos, por que no le alcanzará la mano justa de Dios." (Diario
299)
"No en la belleza
del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta imagen, sino en Mi
gracia." (Diario 313)
"A través de esta
imagen concederé muchas gracias a las almas, ella ha de recordar a los hombres
las exigencias de Mi misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea,
es inútil." Diario (742)
En estos textos se explica
la doctrina de la Iglesia en cuanto a imágenes, la justificación y la gracia.
Primero, por si sola una imagen es meramente una pintura, no importa cuan
hermosa y expresiva. Sin embargo, puede señalarnos los misterios de la fe y
disponernos a recibir aquello que representan, en este caso la Divina
Misericordia.
Es por tanto el
recipiente, no la fuente, un recordatorio, no la realidad. Esta realidad es la
fuente misericordiosa de gracias que mana del Corazón traspasado de Cristo en
la Cruz, y que mana visiblemente para representar lo visible, es decir lo
sacramental, los signos de gracia, el Bautismo y la Eucaristía, representando
todos los sacramentos de la Iglesia. Por ende, San Juan en su primera epístola
insiste en la presencia de lo invisible con lo visible, el Espíritu con el Agua
y la Sangre.
La imagen también nos
recuerda que la salvación no es sólo por la fe, pero por obras y caridad
también. Hay que tener fe para ver y creer en lo que significa la Imagen, la
Divina Misericordia derramándose de Cristo en la Cruz, pero hay que ser
misericordioso, el amor que va más allá los estrictos requisitos de la
justicia, para atraer la Misericordia hacia sí mismo. " Perdona nuestras
ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden" (Mt 7:2).
La imagen del costado traspasado de Jesús derramando sangre y agua nos recuerda
que la Cruz, el amor en acción es el precio de la misericordia. “Que, como yo
os he amado, así os améis los unos a los otros." (Jn 13:34)
Durante el
transcurso de las revelaciones de Jesús a la hermana Faustina sobre la Divina
Misericordia Él le pidió en diversas ocasiones que se dedicara una fiesta a la
Divina Misericordia y que esta fiesta fuera celebrada el domingo después de la
Pascua. Los textos litúrgicos de ese día, el segundo domingo de Pascua, son
concernientes a la institución del Sacramento de Penitencia, el Tribunal de la
Divina Misericordia, de manera que van perfectamente con las peticiones de
nuestro Señor. Esta fiesta ya ha sido otorgada a la nación de Polonia, al igual
que es celebrada en la Ciudad del Vaticano. La canonización de la hermana
Faustina el 30 de abril 2000 representa el respaldo más grande que la Iglesia
le puede dar a una revelación privada, un acto de infalibilidad Papal
proclamando la segura santidad de la mística.
La Santa Sede decreta día de la Divina
Misericordia.
Una propuesta de Santa Faustina Kowalska
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó
el 23 de mayo del 2000 un decreto en el que se establece, por indicación de
Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo
domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será «segundo
domingo de Pascua o de la Divina Misericordia».
Ya el Papa lo había anunciado durante la canonización de Sor Faustina Kowalska,
el 30 de abril: «En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el
nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el
mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las
dificultades y las pruebas que esperan al genero humano en los años venideros».
Sin
embargo, el Papa no había escrito estas palabras, de modo que no aparecieron en
la transcripción oficial de sus discursos de esa canonización.
Santa Faustina, que es conocida como la mensajera de la Divina Misericordia,
recibió revelaciones místicas en las que Jesús le mostró su corazón, fuente de
misericordia y le expresó su deseo de que se estableciera esta fiesta. El Papa
le dedicó una de sus encíclicas a la Divina Misericordia («Dives in
misericordia»).
Santa Faustina
La esencia de la devoción se sintetiza
en cinco puntos fundamentales:
1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor.
Jesús, por medio de Sor Faustina nos dice:
"Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi
misericordia. Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los
pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el
bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la
muerte le colmaré el alma con mi paz divina".
2. La confianza es la esencia, el alma de esta
devoción y a la vez la condición para recibir gracias.
"Las gracias de mi misericordia se toman con un
solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más
recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo y sobre ellas
derramo todos los tesoros de mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque
mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en mi misericordia es la
más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado
mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco
particularmente en el alma que confía en mi bondad".
3. La misericordia define nuestra actitud ante
cada persona.
"Exijo de ti obras de misericordia que deben
surgir del amor hacia mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes.
No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formar de
ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la
tercera, la oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la
misericordia y es un testimonio indefectible del amor hacia mí. De este modo el
alma alaba y adora mi misericordia".
4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es
otra condición para recibir gracias.
"Si el alma no practica la misericordia de
alguna manera no conseguirá mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las
almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la
misericordia anticiparía mi juicio".
5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por
lo menos una obra de misericordia al día.
"Debes saber, hija mía que mi Corazón es la
misericordia misma. De este mar de misericordia las gracias se derraman sobre
todo el mundo. Deseo que tu corazón sea la sede de mi misericordia. Deseo que
esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón.
Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta
misericordia mía que tanto deseo para las almas".
Los apóstoles de la Divina
Misericordia están integrados por sacerdotes, religiosos y laicos, unidos por
el compromiso de vivir la misericordia en la relación con los hermanos, hacer
conocer el misterio de la divina misericordia, e invocar la misericordia de
Dios hacia los pecadores. Esta familia espiritual, aprobada en 1996, por la
archidiócesis de Cracovia, está presente hoy en 29 países del mundo.
El decreto vaticano aclara que la liturgia del segundo domingo de Pascua y las
lecturas del breviario seguirán siendo las que ya contemplaba el misal y el
rito romano.