En estos tiempos de preparación previa a
Para ello quiero trasladaros en esta entrada la homilía dada por el Papa Francisco el pasado mes de mayo, en marco de la Jornada Mundial de Cofradías y Piedad Popular, desarrollada en Roma.
El
papa Francisco a las Cofradías: "No os conforméis con una vida cristiana
mediocre"
"Queridos
hermanos y hermanas, la
Iglesia os quiere. Sed una presencia activa en la comunidad,
como células vivas, piedras vivas".
El
pasado mes de mayo, se celebraba en Roma una Jornada mundial de Cofradías y
Piedad Popular. La lluvia no impidió que miles de cofrades de todo el mundo se
dieran cita junto al santo Padre y escucharan las palabras que les dirigió y
que hoy acercamos a nuestro portal de formación en Arimatea, para que hagan eco
en nuestras hermandades y nos ayuden a comenzar un nuevo curso cofrade.
Transcribimos la homilía completa y destacamos las tres cualidades que el papa
Francisco pide a las cofradías: Autenticidad evangélica, eclesialidad,
ardor misionero.
Queridos hermanos y hermanas, habéis
tenido valor para venir con esta lluvia… El Señor os lo pague.
En el camino del Año de
1.
Hemos escuchado en el Evangelio un pasaje de los sermones de despedida de
Jesús, que el evangelista Juan nos ha dejado en el contexto de la Última Cena.
Jesús confía a los Apóstoles sus últimas recomendaciones antes de dejarles,
como un testamento espiritual. El texto de hoy insiste en que la fe
cristiana está toda ella centrada en la relación con el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo. Quien ama al Señor Jesús, acoge en sí a Él y al Padre, y
gracias al Espíritu Santo acoge en su corazón y en su propia vida el Evangelio.
Aquí se indica el centro del que todo debe iniciar, y al que todo debe
conducir: amar a Dios, ser discípulos de Cristo viviendo el Evangelio.
Dirigiéndose a vosotros, Benedicto XVI ha usado esta palabra: «evangelicidad».
Queridas Hermandades, la piedad popular, de la que sois una manifestación
importante, es un tesoro que tiene la Iglesia , y que los obispos latinoamericanos han
definido de manera significativa como una espiritualidad, una mística, que es
un «espacio de encuentro con Jesucristo». Acudid siempre a Cristo, fuente
inagotable, reforzad vuestra fe, cuidando la formación espiritual, la oración
personal y comunitaria, la liturgia. A lo largo de los siglos, las Hermandades
han sido fragua de santidad de muchos que han vivido con sencillez una relación
intensa con el Señor. Caminad con decisión hacia la santidad; no os conforméis
con una vida cristiana mediocre, sino que vuestra pertenencia sea un estímulo,
ante todo para vosotros, para amar más a Jesucristo.
2. También el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que hemos escuchado nos habla de lo que es esencial. En
3. Quisiera añadir una tercera palabra que os debe caracterizar:
«MISIONARIEDAD». Tenéis
una misión específica e importante, que es mantener viva la relación entre la
fe y las culturas de los pueblos a los que pertenecéis, y lo hacéis a través de
la piedad popular. Cuando, por ejemplo, lleváis en procesión el crucifijo con
tanta veneración y tanto amor al Señor, no hacéis únicamente un gesto externo;
indicáis la centralidad del Misterio Pascual del Señor, de su Pasión, Muerte y
Resurrección, que nos ha redimido; e indicáis, primero a vosotros mismos y
también a la comunidad, que es necesario seguir a Cristo en el camino concreto
de la vida para que nos transforme. Del mismo modo, cuando manifestáis la
profunda devoción a la
Virgen María , señaláis al más alto logro de la existencia
cristiana, a Aquella que por su fe y su obediencia a la voluntad de Dios, así como
por la meditación de las palabras y las obras de Jesús, es la perfecta
discípula del Señor (cf. Lumen
gentium, 53). Esta fe, que nace de la escucha de la Palabra de Dios, vosotros
la manifestáis en formas que incluyen los sentidos, los afectos, los símbolos
de las diferentes culturas... Y, haciéndolo así, ayudáis a transmitirla a la
gente, y especialmente a los sencillos, a los que Jesús llama en el Evangelio
«los pequeños». En efecto, «el caminar juntos hacia los santuarios y el
participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando a
los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador»
(Documento de Aparecida, 264). Cuando vais a los santuarios, cuando lleváis a
la familia, a vuestros hijos, hacéis una verdadera obra evangelizadora. Es
necesario seguir por este camino. Sed también vosotros auténticos
evangelizadores. Que vuestras iniciativas sean «puentes», senderos para llevar
a Cristo, para caminar con Él. Y, con este espíritu, estad siempre atentos a la
caridad. Cada cristiano y cada comunidad es misionera en la medida en que lleva
y vive el Evangelio, y da testimonio del amor de Dios por todos, especialmente
por quien se encuentra en dificultad. Sed misioneros del amor y de la ternura
de Dios. Sed misioneros de la misericordia de Dios, que siempre nos perdona,
nos espera siempre y nos ama tanto.
Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero. Tres palabras, no las olvidéis: Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero. Pidamos al Señor que oriente siempre nuestra mente y nuestro corazón hacia Él, como piedras vivas de
Que así sea.
Estas palabras suponen un impulso a las motivaciones y valores que deben poner en práctica las Hermandades, Cofradías y Asociaciones Parroquiales de la Diócesis a lo largo de su recorrido como cristianos convencidos, y como ejemplo constante de catequización. Sin embargo sabemos, por la experiencia ya demostrada en Don Benito, que las corporaciones de Pasión y Gloria adolecen de un conformismo y de un inmovilismo pertinaz, que les hacen dejarse llevar por la apatía que provoca cualquier actividad que vaya mas allá de la organización de los actos de Cuaresma y Semana Santa. Cualquier movimiento en torno a mayores logros, deberá generarse desde el espíritu de superación cofrade, y es ahí donde harán falta personas con verdadera devoción por lo que hacen, mas allá de figurar unas horas al año, muy a su pesar. Un ejemplo de ello es la ausencia de actos específicos organizados por las Cofradías en torno al Año de la Fe, ya concluido, a excepción del Besamanos extraordinario a la Beata Matilde del Sagrado Corazón, desarrollado por la Asociación Parroquial de la Oración en el Huerto de Don Benito, el pasado 27 de octubre de 2013.
A todo ello debe contribuir, sin duda, la continuación del año de la Fe a través de las MISIÓN DIOCESANA EVANGELIZADORA, presentada en Don Benito, el pasado lunes 27 de enero, en el salón de actos del Colegio Sagrado Corazón (azules), que desarrolló el primer encuentro preparatorio para la Misión Diocesana, donde el Sr. Obispo expuso el tema central, fundamentando el proyecto misionero diocesano desde su carta pastoral "Cada parroquia una misión, cada cristiano un misionero" y desde la reciente Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco. Tras esta intervención, el vicario para la animación pastoral, Don José Luis Hermoso, explicó los pasos a seguir para llevar a cabo la misión, que tendrá lugar en la cuaresma y pascua de 2015, siendo este curso de preparación de la misión.
Esperemos que las propuestas realizadas por Don Amadeo para Don Benito, y en concreto para las Cofradías, tengan un verdadero recorrido de éxito, fundamentado en sacar de la desidia a los rectores de las distintas hermandades y este 2014, sea un verdadero punto de inflexión para todos.