martes, 13 de enero de 2015

VOLVER A EMPEZAR








Después de un tiempo ausente mas que por dejadez o por apartarme del mundo cofrade, por intentar apaciguar ánimos y recopilar nuevas ideas....vuelvo de la mano de la Tertulia Cofrade LA REVIRÁ, a aportar un granito de arena en esa maltratada seña de la identidad de Don Benito, que es la Semana Santa, y todo lo que lo rodea, es decir, el antes, el durante y el después; por que como no nos hemos cansado de pregonar en casi 300 entradas de este Blog, la vida del cofrade es de 365 días al año, cuando este lo vive de verdad. 

El problema deriva cuando esa manera de sentir, de ilusionarse, de esperar y de trabajar, se ciñe solo a la preparación de un día y una hora; cuando se vive el espíritu cofrade de la apariencia, del "mas que tu...", del condicionar las reglas del juego para que solo puedan participar unos pocos que siguen la línea doctrinal de quienes realmente "ni saben, ni pueden,  ni quieren"... Cuando a través de estas "inacciones", pretenden limitar la capacidad de crecimiento y mejora de nuestra actividad cofrade. Hay quienes hacen del medrar una bandera; quienes practican la envidia para ir corriendo a quejarse a Don Amadeo de que "este niño me ha pegado" en vez de ponerse a trabajar y a servir a sus vecinos; quienes impiden el rezo de un rosario dentro de una Iglesia, bajo la peregrina escusa de no estar invitados a entrar"; quienes dentro de nuestra hermandades sufren a sus dirigentes, y no pueden desarrollarse como cofrades; quienes verdaderamente están capacitados para dirigir a una cofradía y lo hacen; quienes dan la palmadita en el hombro mientras con la otra mano tienen los dedos cruzados; quienes difunden el miedo a creer y a crecer; quienes bajo el logo de la caridad ocultan un ego que les impide reconocer que la CARIDAD la hacemos todos en la medida de nuestras posibilidades, y no nos damos golpes de pecho por ello; hay quienes se agarran al cargo para seguir manejando los hilos de la inoperancia....;  y todo ello, queridos amigos de lo morado, porque no cultivan el verdadero espíritu cofrade, ni practican  los tres pilares fundamentales de una COFRADÍA: FE, CARIDAD Y FORMACIÓN.




Somos agentes activos para la FE, catequesis permanente, conservadores de Arte, del permanente y del efímero....; somos reclamo para el Turismo; manifestación para la Cultura; parte del entramado pastoral de cada Parroquia; motor de la actividad social de cada Barrio.... y mientras todos estos parámetros no se les metan en la cabeza a quienes deben ponerlo en práctica, la Semana Santa de Don Benito, su vida cofrade y la de cualquier ciudad, estará huérfana de un valor fundamental.

Es por ello, que en esta vuelta del Blog, quiero rescatar una entrada de las primeras, porque vuelve a tener sentido su lectura. Se trata de una entrada del 9 de enero de 2012, que por "desgracia" entiendo necesario desarrollarla de nuevo. Su título: SEMANA SANTA: "SEÑA DE IDENTIDAD DE UN PUEBLO".

La motivación no es otra que la ausencia en la nueva web municipal de un contenido especifico sobre la Semana Santa de Don Benito, que esté a la altura de otras manifestaciones de la ciudad como la Velá o las fiestas de Barrio. Hemos pasado de una información obsoleta y desfasada, directamente a la nada. No dudo de las buenas intenciones del Consistorio Municipal, que año tras año hace un intento por mejorar "la cara" de este aspecto de la religiosidad popular; pero no es menos cierto que si no se le da su sitio el resto del año, MAL VAMOS. Por todo ello y con ánimo de realizar crítica constructiva, ahí queda de nuevo:

SEMANA SANTA: SEÑA DE IDENTIDAD DE UN PUEBLO

La Semana Santa puede considerarse como la manifestación pública de la fe de un pueblo. En ella se combinan factores de todo tipo: culturales, artísticos, históricos, musicales, antropológicos, sociales, ... que no tienen razón de ser sin la celebración de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Todo este mundo gira en torno a las hermandades y cofradías , asociaciones de fieles que, aunque parecidas entre ellas, cada una de ellas responde a unos orígenes y una personalidad completamente diferente. Hay hermandades con siglos de historia que se fundaron para responder a necesidades sociales de barrios o de gremios. Otras se fundaron sobre la devoción de imágenes o por la necesidad de un templo cuente con una parroquia.

Del mismo modo que las señas de identidad de nuestras ciudades y pueblos, se acomodan en otros factores alejados del aspecto religioso o devocional, y por todos es comprendido y respetado, hay algo en las manifestaciones de fe públicas, en la calle, que hacen que los barrios, calles y plazas se conviertan en el escenario ideal para la celebración de esa catequesis que hace una hermandad desarrollando su estación de penitencia.

¿Dónde empieza lo lúdico y acaba lo artístico?, ¿cuál es el límite entre el reclamo turístico y la devoción desmedida?, ¿qué aporta a la cultura de un pueblo sus manifestaciones religiosas?, ¿cómo deben tratar las Autoridades Públicas a la Semana Santa de su ciudad?, etc… Preguntas como estas, nos asaltan constantemente a los cofrades cuando observamos que la ciudad donde resides, donde has nacido o a donde acudes en períodos vacacionales, no trata con la debida consideración a la Semana de pasión. Quizás en otra entrada se pueda cuestionar de quien es la verdadera responsabilidad del lugar que el Ayuntamiento de Don Benito ha concedido a este tema, de importancia vital para los cofrades y de menor importancia para los que no creen o no tienen la necesidad de practicar su fe de manera pública, pero si de forma privada.



A la responsabilidad que un Ayuntamiento, como autoridad civil, pueda tener en la materia, también hay que sumar la de los propios cofrades con sus ansias de protagonismo o de poder; las Juntas de Cofradías que han tenido en sus manos la oportunidad de dotar de mayor protagonismo a la Semana Santa en su ciudad; las Parroquias o Iglesias que albergan en su interior Cofradías o Hermandades, o imágenes sin cofradías, con posibilidad de  que se les rinda culto a través de una hermandad, y que por la intolerancia del Párroco correspondiente, o por el criterio particular mas o menos pasajero, limita la posibilidad de que un grupo de fieles pueda sacar adelante un proyecto de cofradía.

Es decir, los cofrades somos conscientes de la importancia que tiene para el devenir de una ciudad, la preparación de esa Semana mágica, donde todo se cumple como estaba escrito; creemos en la necesidad de que Don Benito tome conciencia de la importancia que tiene como seña de identidad o rasgo que defina a la ciudad, el dar su sitio a la Semana Santa, del mismo modo que se le da a otros aspectos que hacen único a nuestro pueblo: la Velá, las Fiestas de Barrio, la Feria y Fiestas, la Cabalgata de Reyes, los Conciertos en la nueva Plaza de Toros, el Centro Comercial Abierto, Caramanchos, Feval, el Museo Etnográfico, la Casa de la Cultura, el Premio literario Francisco Valdés, la Finca Doña Blanca, el Teatro Imperial el Teatro Imperial con sus actuaciones de teatro, musicales o conciertos; la Peña Flamenca; el Patronato Municipal de Deportes y la Ciudad Deportiva; la Coral; el Conservatorio; la Banda Municipal; la Asociación Achikitú; Rodetacón Teatro, etc….Todos ellos son importantes para las Concejalías de Festejos, Deporte, Cultura y Turismo, fomentando su expansión y reconocimiento, e incluso financiando sus actividades, como parte vital de la "marca" Don Benito.

Es por ello, que para dignificar a la Semana Santa, hay que considerarla como una parte mas de la idiosincrasia de la ciudad; mas si cabe, cuando en nuestra ciudad tenemos verdaderas obras de arte a las que prestar atención, como cuando nos ponemos ante un cuadro de Goya o Velázquez, como cuando volvemos al Quijote, a deleitarnos con la pluma de Miguel de Cervantes, o bien cuando volvemos la vista atrás y recorremos las Salas del Museo Etnográfico, asombrados por el patrimonio acumulado; o como cuando nos parece atractivo contemplar una obra de Rafael Moneo (Casa de Cultura de Don Benito).


Para un amante de la Semana Santa, contar entre los titulares de nuestras Hermandades y Cofradías, con un crucificado de Castillo Lastrucci, con una dolorosa de Sebastián Santos; ambas en la Parroquia de Santiago, o con una Virgen de la Soledad de Antonio Bernal, de la escuela cordobesa, etc… no son palabras menores, todo lo contrario, hay que pararse a pensar delante de las imágenes, y que cada uno reflexione sobre lo que le sugieren estas maravillosas tallas surgidas de la mano del hombre. Para unos será la oración, para otros la admiración o la contemplación de una escultura y para otros, nada, siendo también respetable.


Cuando le otorgamos su sitio a la Semana Santa, estamos poniendo el acento a un reclamo turístico para personas que se mueven por interés cultural, o para otras que por mera curiosidad se dejan embaucar por el sonido de una marcha en la calle; por el aroma de los claveles de un paso de palio, mecido al son de sus varales; o por la contemplación de una chicotá bien ejecutada por los costaleros, a la orden de su capataz, mientras nos embriaga el incienso que lo cubre todo; o por el desgarro de una saeta bajo la única luz de la luna, lanzada desde un balcón que da paso a una lágrima derramada por las mejillas, mientras un hondo suspiro nos da el aliento necesario para avanzar en la noche....


Muchas gracias por acogerme de nuevo entre vosotros, y espero seguir ilustrando la precuaresma en los próximos días


VOLVEMOS A EMPEZAR ¡¡¡¡¡¡¡